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Bebé estadounidense no puede regresar

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Una pareja de inmigrantes mexicanos envió a su bebé de cinco meses de nacida a Tijuana con unos amigos para que los abuelos la conocieran y a su regreso las autoridades migratorias no le permitieron el ingreso a la menor.

“Mis papás viajaron del D.F. a Tijuana para conocerla. Me preguntaron que si no había problema, yo averigüé y me dijeron que con el acta de nacimiento y una autorización notarial [la niña] podía viajar”, relató Jaquelina Chávez, de 30 años y madre de la menor. “Le pedimos a unos amigos que la llevara. Les entregamos la niña y los documentos y nos hicieron el favor”, prosiguió. “El sábado, a las seis de la mañana, salieron y regresarían en la tarde”.

En Tijuana, sus amigos llevaron a la bebé, de nombre Deyla Ruby Ruiz, al encuentro con los abuelos al aeropuerto de esa ciudad. Allí compartieron alrededor de tres horas, y a eso de las tres de la tarde llegaron a la garita de San Isidro.

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“Ahí les dijeron que la niña no podía pasar si no iba la mamá personalmente por ella. Mis amigos les respondieron que yo no podía ir. Entonces el oficial [de Inmigración] les dijo que los podía acusar de trafico de personas y que los dejaban pasar pero sin la niña”, señaló Chávez.

Ella llamó a sus padres que ya iban de regreso al D.F. vía terrestre para que se regresaran a Tijuana porque no tenían con quien dejar a la bebé y sus amigos debían regresar a Los Ángeles porque tenían que trabajar.

“Cuando íbamos por Sonoyta nos llamó mi hija para decirnos que la niña no pudo cruzar y que no tenía con quien quedarse en Tijuana. Entonces nos regresamos”, contó Juan Ignacio Chávez, el abuelo de la niña, vía telefónica desde el hotel en Tijuana donde él y su esposa permanecen con la bebé mientras se define su situación. “Yo tenía unos días de descanso y planeamos con mi esposa venir a conocerla a la niña. Ambos solicitamos la visa estadounidense y nos fue negada”, dijo. “La niña está bien, es preciosa, no llora está tranquila... Yo debo presentarme al trabajo el miércoles. No sabemos que hacer.”.

El padre de la niña, Enrique Ruiz, de 27 años, dijo que él no duerme desde el sábado pensando como hacer para tener de regreso a su hija.

“La dejamos ir porque era un viaje en el día. No nos imaginamos que fuera a pasar esto. Yo no puedo estar separado de mi niña. Es una bebé y necesita de nosotros”.

En su angustia, los padres de la bebé, quienes no pueden salir del país por su situación migratoria, recurrieron a Casa Puebla en Lynwood donde sin ser poblanos los atendieron.

“El señor [Jesús] Salas se comprometió ayudarnos, nos dijo que, si era necesario, él iría personalmente por ella”, comentó Chávez, refiriéndose al presidente de Casa Puebla. “A mi me habían dicho que allí ayudaban a los mexicanos y por eso fui”.

De igual manera, el Cónsul de Protección del Consulado de México en Los Ángeles se reunirá hoy con los padres de la niña para definir de que manera pueden ayudarlos.

Por su parte, Angélica De Cima, vocera de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) en San Isidro, dijo que no podían hablar sobre casos específicos. Sin embargo, un agente que prefirió no ser identificado, dijo que en casos como este, cuando se trata de bebés, ellos no pueden comprobar que el acta de nacimiento sea de la menor si no se presenta alguno de los padres.

Agregó que, debido al fraude de actas de nacimiento, las autoridades migratorias han intensificado los controles en la frontera.•

pdiaz@hoyllc.com

Inmigración

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