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Farmacia del centro de L.A. vende medicina popular para atraer el amor y el dinero

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LOS ANGELES.- El letrero de la parte superior de una ventana de una tienda localizada sobre la calle 3rd y Broadway del centro de la ciudad se ve bastante ordinario: “Farmacia Rx”. Pero son los letreros de abajo los que hacen que muchos transeúntes volteen dos veces.

“Hacemos amuletos y velas”, se lee en un pequeño letrero blanco colocado en la esquina, debajo de otro que ofrece limpias o limpiezas espirituales. Por debajo de la palabra “Botánica”, está escrito en letras negras “Templo de la Santa Muerte”. Dándole la vuelta a la esquina hacia la parte delantera de la Farmacia Million Dollar, los visitantes son recibidos por hileras de estatuas, muchas del popular. Santo. Sobre la puerta, más letreros anuncian lecturas de cartas: “Citas en inglés sólo los domingos”, dice un letrero.

Adentro, los artículos de uso cotidiano de la farmacia como los lavados de baño, los jabones, el agua y las velas se alinean sobre los estantes. Pero los jabones y los lavados son para recibir protección y beneficios inesperados, y el agua es de color y está sellada con una etiqueta de papel que ofrece fortuna o seguridad.

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Las velas colocadas a lo largo de los estantes traseros no las compran por sus aromas. Las velas son encendidas con la esperanza de traerles a los usuarios lo que desean, ya sea amor o éxito.

Lo que hace varios años era principalmente una farmacia, ahora es un refugio para las personas que buscan soluciones para las preocupaciones y problemas cotidianos, incluyendo al dueño de la tienda, que se enfrenta a un vecindario que rápidamente está atravesando por un proceso de gentrificación.

En el mostrador, Lizeth Venegas prepara las velas con cuidado. Para el hombre que está comprando la vela “Ven a mí”, la espolvorea con polvo y después le coloca algunas chispas de colores. Una vez que ha terminado de preparar la vela, la envuelve y se la entrega al hombre. Para la mujer que se encuentra en el mostrador, Venegas le alinea cuatro velas con una etiqueta que dice que son para ayudarle a deshacerse de la negatividad en su vida.

“¿Todas con tu nombre?”, le pregunta Venegas.

“Sí”, contesta la clienta.

“Ay mija, estás pesada”, le dice Venegas. “Estas agobiada”.

Hay cientos de botánicas en el sur de California, funcionando como centros de prácticas, espirituales, medicinales y terapéuticas.

Estas botánicas atienden a una clientela principalmente latina, algunos de los cuales temen que sus familiares, con creencias religiosas más firmes, se enteren y desaprueben que están recurriendo a estas tiendas en busca de ayuda.

“Creo que a menudo la norma general es que la mayoría cree que esto es satánico, y para algunas personas en la iglesia católica esto sería visto como una creencia falsa”, dice Patrick Polk, el encargado de Artes Populares de América Latina y del Caribe, del Museo Fowler de la UCLA. “La realidad es que es muy fácil juzgar las religiones de otras personas y esos juicios tienden a ser formados por las presunciones, los estereotipos y las confusiones”.

Durante años, la Farmacia Million Dollar en el centro de Los Angeles ha vendido medicina popular, velas religiosas, amuletos y otros productos mágicos, proporcionándoles a sus clientes principalmente latinos con un remedio para los problemas del amor, las dificultades monetarias y las preocupaciones cotidianas.

Las personas entran a la tienda y le rezan a la Santa Muerte, porque se cree que los santos son el conducto hacia el reino de los cielos, dice Polk. La Santa Muerte es considerada como el poder supremo, y la muerte es algo a lo que se enfrentarán todas las personas, agrega.

“Dado que está tan estrechamente conectada con la realidad existencial cotidiana, la gente acude a la Santa Muerte creyendo que tiene un poder especial y único”, dice Polk.

Algunos clientes, conscientes de las acusaciones que dicen que las botánicas están vinculadas con la brujería, les dicen a sus amigos que salieron a hacer unos mandados o incluso se esconden entre los pasillos y esperan a que un empleado de la tienda los ayude lejos de la puerta de la entrada. Otros clientes pagan en efectivo para que el cargo de sus compras realizadas en la farmacia no aparezca en el estado de cuentas de su tarjeta de crédito.

“No es brujería”, dice Venegas. “Creo que el bien y el mal existen, y si haces cosas malas es brujería… Todo lo que se haga para un bien es bueno”.

Normalmente, Venegas, de 47 años de edad, prepara por lo menos 25 velas al día, tallando el nombre y la fecha de nacimiento de la persona afectada y aconsejándoles a los clientes sobre la oración que necesitan decir.

Venegas incluso ha preparado velas para el dueño de la tienda, Richard Blitz, para la salud, el éxito y para cambiar las cosas en la botánica. Blitz enciende las velas y las coloca en los estantes cerca del altar de la Santa Muerte, agregándolas a las filas de velas ya iluminadas.

Una vela tenía una petición especial por parte de su usuario: “Me gustaría tener buena suerte para conseguir el papel en ‘She’s Gotta Have It’, un programa de televisión desarrollado por Spike Lee”.

“Todos encendemos velas. Sabemos que la probabilidad no es muy acertada, pero puede funcionar”, dice Blitz. “Siempre esperas lograr la apuesta arriesgada. Todas las personas lo hacen”.

Pero la esperanza no es suficiente para atraer a los clientes. Blitz dice que ha visto una disminución en el negocio del 25% al 30% durante el último año, una caída que le culpa a los cambios del centro de la ciudad. Mientras pasan los años, Blitz dijo, que las empresas latinas han desaparecido a medida que ha disminuido el número de latinos que realizan sus compras en la zona.

El contrato de arrendamiento de Blitz vence el próximo año y tendrá que buscar una nueva ubicación para su tienda. Blitz cree que una licorería tomará el espacio que ha sido ocupado por la botánica durante décadas.

“La gentrificación nos está matando”, dice Blitz, mirando a través de la ventana. “Quiero ir a donde haya personas como nosotros. En el centro de la ciudad no nos quieren”.

El área remodelada es muy diferente a cómo era en los años 70’s y 80’s, cuando el corredor de Broadway, entre la calle 2da y Olympic, estaba caracterizado por una población de inmigrantes que crearon su propio próspero distrito comercial en salas de cines y edificios de oficinas comerciales abandonadas.

Eric Ávila, un profesor de historia, estudios chicanos y planificación urbana de la UCLA, ha vivido en el centro de la ciudad durante 10 años. Ha tomado nota de algunos de los cambios que se han realizado a lo largo de Broadway, incluyendo en el Grand Central Market, que queda a menos de un minuto, caminando, de la farmacia. Hace años, el mercado se concentraba en la población de inmigrantes latinos que realizaban sus compras en el centro de la ciudad. Con una afluencia de personas más ricas y generalmente caucásicas, la zona está empezando a cambiar.

“La botánica es parte de una experiencia más grande que les está sucediendo a muchas de estas tiendas familiares de este tipo que están perdiendo negocio”, dice Ávila.

Martha Cruz está sentada sobre una de las sillas de metal plegables en la parte trasera de la tienda, esperando a que su hermana termine con una lectura de cartas. Durante tres años, esta residenta del East L.A. ha venido a ver a una de las tarotistas de la botánica, Lupita Petersen, después de que Petersen le ayudó a aumentar el negocio en su salón de belleza.

Petersen le dijo a Cruz que alguien estaba tratando de cerrarle el negocio y le aconsejó que comprara velas y lavados para ayudarla a que el salón regresara a una mejor condición. Ahora, al salón está bien y Cruz ha traído a sus dos hermanas a visitar a Petersen.

“Me dio confianza”, dice Cruz, de 36 años de edad. “Ella te da confianza”.

En las lecturas, que se realizan en una pequeña habitación con cartas tapizando la pared lateral, Petersen hace que sus clientes piensen en silencio sobre varias cosas mientras sostienen las cartas y las barajean. Después de eso, la persona corta la baraja en tres partes y Petersen empieza a trabajar desde ahí, adivinando lo que está sucediendo, o lo que va a suceder, en su vida.

“La mayoría de las personas vienen por amor”, dice Petersen. “Les está faltando en sus vidas”.

Petersen, originalmente de México, ha trabajado en la tienda durante 10 años. En ese tiempo, ha reunido a clientes regulares que a veces esperan horas para verla.

Herminia Cruz, la hermana de Martha, dejó la habitación de atrás después de casi una hora, intercambiando el lugar con su hermana en la silla plegable. Petersen le ha recomendado que compre velas rechaza daños y destrancadera, destinadas a rechazar el daño y desbloquear una barrera hacia la felicidad, para ayudarla a detener a alguien en el trabajo que quiere quitarle su puesto.

“Tengo hijos y una casa que mantener, así que mi trabajo es necesario”, dice Herminia Cruz. “Tengo que tratar de detener esto antes de que pierda mi trabajo”.

Arturo Molina saluda a los empleados de la botánica por su nombre. Así como lo ha hecho cada semana durante siete años, enciende una vela y ofrece una oración a la Santa Muerte y a la Virgen María.

Arturo explica cómo le ayudan las velas, apunta a su corazón: “Aquí adentro”, dice Molina.

“Lo siento si no estoy aquí”, dice Molina, quien vive en Hollywood pero trabaja en el centro de la ciudad. “Es un hábito, te acostumbras a esto. Como atar tus zapatos todos los días”.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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