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Hilda Solís: una voz de la comunidad

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LOS ANGELES.- La carrera política de Hilda Solís es la que todo funcionario sueña, pasar por la legislatura estatal y llegar al Congreso y la Casa Blanca; pero a pesar de sus logros, esta funcionaria pública mantiene los pies sobre la tierra y no olvida sus raíces.

Es descrita como una funcionaria sencilla, accesible, siempre preparada y consistente en sus prioridades, además de ser una campeona en temas de migración y de la mujer
Solís, de 57 años, es hija de Juana Sequeira, inmigrante nicaragüense, y Raúl Solís, nacido en Tucson, Arizona, de padres mexicanos. Hilda nació en Los Ángeles, pero creció en el Valle de San Gabriel junto a cinco hermanas y dos hermanos.

Fueron sus padres, manifiesta la actual supervisora del Distrito 1 del Condado de L.A., quienes le inculcaron el amor por la herencia hispana y los valores del trabajo, la disciplina, el servicio y la humildad.

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“Siempre nos decían: ‘Aquí en este país hay mucha oportunidad, no esperes que alguien te vaya a dar algo, tú lo tienes que hacer y tienes que trabajar (…) Pero nunca pienses que eres más que otra persona’”, rememora Solís.

En 1979, Hilda se graduó de la licenciatura en Ciencias Políticas de Cal Poly Pomona; dos años después obtuvo su maestría en Administración Pública de la Universidad del Sur de California (USC). “Fui la primera de mi familia en ir al ‘colegio’”, asevera.

Con la formación académica y el conocimiento de las necesidades de su comunidad, la gente a su alrededor observó en ella liderazgo y comenzó a impulsarla para que les representara, velando por temas sensibles entre los latinos y los migrantes.

“La gente me decía: ‘Hilda, por qué no te pones allí en frente, para ser una voz para nosotros, para mejorar las condiciones de educación para los jóvenes, especialmente las minorías, los latinos’”, asegura.

Su carrera política comenzó en 1985, cuando a la edad de 28 años asumió su primer puesto de elección popular, al convertirse en miembro de la junta directiva del colegio comunitario de Rio Hondo, ubicado en el Este de Los Ángeles.

Activistas y líderes latinas, quienes conocieron a Hilda a principios de los ‘90, no se sorprenden de sus logros, destacando que coincidieron con ella cuando era candidata para la Asamblea y, hasta hoy, afirman que Solís mantiene las mismas prioridades.

Dolores Huerta, defensora de los derechos civiles, dice que Solís es una mujer sencilla y accesible. Cuando estaba en el Congreso promovió los lugares históricos de César Chávez y siempre veló por las necesidades de los campesinos.

“Es muy trabajadora y humilde, se enfoca en el trabajo que se tiene que hacer, no en andarse promoviendo; por eso tanta gente la quiere. Además, no es de las personas que va a olvidarse de uno sólo porque tiene un puesto alto en el gobierno”, dijo Dolores Huerta, activista de los Derechos Civiles.

De igual forma, la exsupervisora Gloria Molina señala que Solís ha sido consistente en las banderas que defiende.

“Es una campeona defendiendo los derechos de los inmigrantes y las mujeres. Todo el tiempo está lista y preparada para enfrentar los temas de la comunidad y encontrar las soluciones”, asevera.

La activista centroamericana Isabel ‘Chabelita’ Cárdenas, por su parte, considera que la actual supervisora del Distrito 1 es una persona leal. Ella le pidió apoyo para declarar el Día del Salvadoreño a nivel federal y la entonces congresista lo cumplió.

“Hilda es un gran ejemplo; es una mujer luchadora que trabaja no sólo por los latinos, sino por todos. No se le ha olvidado de dónde viene; es del pueblo para el pueblo”, agrega Cárdenas.

Solís, en 1992, fue elegida asambleísta estatal. Luego llegó al Senado de California y al Congreso federal. En 2009, se convirtió en la primera latina en servir en una posición del gabinete, al ser nombrada Secretaria del Trabajo por el presidente Obama.

“Nunca pensé que iba a llegar hasta ese nivel”, asegura.

Algo que ha sido fundamental en su carrera son los consejos de sus progenitores. Su padre, fallecido en el 2012, le decía:

“No oigas las voces negativas que te dicen ‘tú no puedes hacer eso’, porque eres mujer, eres latina o no estás preparada. Hay muchas personas entre nuestras familias que también que dicen eso”, manifiesta.

“Por mi parte, cuando me dicen que no, yo digo que sí se puede”, concluye Solís.

A FAVOR DE LOS MIGRANTES

Hilda Solís asumió, el 1ro de diciembre pasado, como supervisora del Condado de Los Ángeles. Desde esta posición, tiene que velar por los intereses de 2 millones de habitantes, en donde la mayoría son latinos e inmigrantes.

Es por esa razón que causó polémica que la supervisora saliente, Gloria Molina, firmara la extensión del programa 287(g), el cual permite que el Departamento del Sheriff realice tareas como agentes de migración.

“En unos meses, sino más rapido, vamos a poder cambiar ese proceso, porque veo que hay mucha sensibilidad”, asegura Solís. “Hay cinco miembros [en la junta de supervisores]; tenemos que tener tres para pasarlo. Ahorita estamos en conversaciones”.

De igual forma, ante el anuncio del presidente Barack Obama de ampliar el programa Acción Diferida (DACA) y la implementación de la Acción Ejecutiva, Solís está promoviendo que el Condado ofrezca recursos a la comunidad.

De acuerdo a la supervisora, los Distritos 1 y 2 son los que tienen mayor concentración de beneficiarios de estos alivios migratorios. Para evitar fraudes, la oficina de protección al consumidor está ofreciendo información.

“Queremos tener un sistema central donde todas las agencias y oficinas del condado puedan trabajar juntas para dar estos servicios a estos clientes, a los estudiantes de DACA y a los familiares que pueden obtener sus permisos para trabajar”, asegura.

Desde el inicio de su carrera política, Hilda Solís mostró su compromiso con los temas que afectan a la mujer en general y a la mujer latina en particular.

En cuanto a los servicios de salud, a Solís le preocupa que se tiene que incrementar el presupuesto. Sin embargo, manifiesta que bajo el programa del condado L.A. Care, las personas que quedaron fuera de Obamacare pueden recibir asistencia médica.

“Hay muchas clínicas que están ofreciendo, en nuestras áreas del condado, exámenes, medicinas y muchas cosas que la gente no sabe que son gratis. Hay clínicas que existen que no les van a preguntar por sus papeles”, advierte.

En la actualidad, el Distrito 1 cuenta con dos oficinas fuera del centro de Los Ángeles. En el corto plazo, sostiene Solís, se estarán habilitando dos más, para acercar la información y servicios a la comunidad.

“No tengan miedo; por favor hablen a nuestras oficinas del condado. Hay un número 2-1-1 donde se puede dar tanta información de diferentes servicios que ofrece el condado en español”, exhortó la supervisora del Condado de Los Ángeles.

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