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Controle el estrés, su familia lo va a agradecer

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La diferencia entre sufrir el estrés o aprender a sortearlo está en la actitud con que las personas enfrentan las dificultades y la manera en que resuelven los problemas.

Al ser una respuesta adaptativa del organismo, que permite estar alertas y responder a una situación demandante, es imposible eliminarlo, pues también es necesario, explica Oscar Galicia, coordinador del Laboratorio de Neurociencias de la Universidad Iberoamericana.

Pero, el estrés constante, señala Antonio González, médico internista del Hospital General de México, se traduce en ansiedad generalizada, la cual lleva a la persona a estar inquieta, nerviosa e incluso albergar pensamientos catastróficos como: “¡me van a correr!”.

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“Cuando el estrés perdura se puede presentar hipertensión, problemas cardiovasculares o desencadenar diabetes, también gastritis, diarrea, pérdida o aumento de peso, fatiga crónica, migrañas, insomnio y trastornos mentales.

“Además algo muy grave es que se inhibe el sistema inmune y eso nos hace más propensos a infecciones y enfermedades”, enlista González.

¿Pero, cómo evitar los extremos? El internista señala: “como no podemos modificar la respuesta fisiológica del cuerpo ante los retos y los problemas, lo que debemos hacer es resolverlos”.

“Hay quien reacciona pronto, pone una solución y acaba con su estrés; pero también hay quien va acumulando un problema tras otro y cuando se da cuenta ya tiene consecuencias de salud”, señala.

La psicóloga Herminia Aguilar subraya que lo primero es meterle freno de mano a la ansiedad.

“Si estoy ansioso no puedo pensar claramente y encontrar soluciones, entonces tengo que recurrir a estrategias para tranquilizarme, hacer ejercicios físicos sentado en mi lugar que me ayuden a destensar los músculos, respirar profundamente varias veces y detener mi mente, meditar concentrando mi atención en la imagen de algo específico, como mi flor preferida”, sugiere.

Una vez hecho esto, la psicóloga aconseja pensar en el problema como una fotografía que sólo muestra una parte de la realidad y voltear a ver los logros, los talentos, porque esto permite darle a los problemas su justa dimensión.

“Si entiendes que el problema es sólo una parte de tu vida, una etapa, eso te da esperanza y te hace pensar que puedes resolverlo y que va a pasar”, apunta.

Si se trata de algo que no hemos podido resolver en los primeros intentos, la psicóloga advierte que no se gana nada dándole vueltas todo el día, lo mejor es desconectarse del problema, hacer alguna otra actividad que distraiga la mente, para luego retomar el asunto con las ideas más despejadas.

Para hacerle frente
-Haga ejercicio. Cuando practica ejercicio el cuerpo libera endorfinas que lo hacen sentir bien y que contrarrestan el efecto de los neurotransmisores que mantienen el organismo en estado de alerta constante.

-Medite. Visualice algo que le guste mucho y haga un zoom. Primero admírelo completo y luego vaya acercándose hasta apreciar los detalles más finos y luego a la inversa.

-Respire. Se trata de inhalar todo el aire que pueda y sentir cómo va invadiendo su pecho. Inhale muy profundo durante 5 segundos, retenga el aire 5 segundos y exhale en 5 segundos. Repítalo varias veces.

-Tenga sexo. Las relaciones sexuales son un excelente antídoto contra el estrés y al elevar la autoestima le permiten revalorarse por encima de los problemas.

-Consiéntase. Tómese una copa de vino y escuche su música favorita cuando llegue a casa o prepare su comida favorita.

-Alimente su motor interno. Cultive relaciones de amistad, manténgase cerca de su familia y sus seres queridos, desarrolle sus talentos y cuide su cuerpo.

Fuentes: Herminia Aguilar, maestra en psicología y Antonio González, médico internista.

¿Qué es?
El estrés es una respuesta de sobrealertamiento cerebral, resultado de neurotransmisores como la dopamina, acetilcolina y noradrenalina.

-El cuerpo se prepara para reaccionar ante algo.

-Se incrementa la frecuencia cardiaca y la presión arterial.

-El organismo secreta cortisol y adrenalina, las cuales estimulan el metabolismo de los músculos para que sean más eficientes.

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