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Los engaños del cerebro hacen ver imágenes falsas

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Un taxista recibe sus quince minutos de fama al salir en TV nacional anunciando en extremo emocionado, que acaba de ser parte de un milagro.

La historia es la siguiente: En el transcurso de sus labores, mientras dejaba a un pasajero en la zona de Manhattan, una ave deja caer excremento sobre el parabrisas de su auto, no lo limpia pues estaba ocupado. Sin embargo horas más tarde al tratar de quitarlo, se da cuenta que es antropomorfa, con marcadas características femeninas, y lo que es más, él ve la forma de… ¡la Virgen María!

Más tarde los medios informativos aparecen y en vivo el taxista declara que esto es una señal divina. Se le da publicidad por unos 3 ó 4 días y poco a poco se va olvidando.

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La cara de Marte

En 1975, el Programa Espacial de la Nasa -que estaba en sus inicios- envió la Sonda Vikingo I a Marte para hacer una serie de fotografías de posibles lugares donde su gemela, la sonda Vikingo II pudiera aterrizar.

Al pasar por “Cydonia Mensae” una región sumamente montañosa ubicada un poco al norte del ecuador marciano, apareció en las fotografías lo que parecía la imagen de un rostro humano.

A partir de ahí -y para beneplácito de muchos- se le dio un despliegue mediático inmenso, esta figura fue la “prueba irrefutable” que hubo vida inteligente en Marte y que dejaron esta figura como muestra de su paso por el planeta rojo, además que la NASA -dicen- no acepta esto y lo oculta al público en general, pues encontraron tecnología extraterrestre y la usarán sólo con fines bélicos, etc, etc, etc...

Y para desgracia de nosotros los latinoamericanos, Jaime Maussan se dedicó a tiempo completo a promover “La cara de Marte”

Casi 20 años después, en abril de 1998, se lograron otras fotografías del mismo lugar, con mejor tecnología óptica, aunque en condiciones no muy favorables, pues había mucha nubosidad sobre la zona, aún así la famosa montaña ya no parecía tanto un rostro, sin embargo esto no convenció del todo a los partidarios de la esfinge (como también se le llamó), “ahí hay una construcción extraterrestre”.

En 2001 otra sonda arribó al planeta rojo y nuevamente Cydonia fue fotografiada, esta vez con espectaculares pruebas que definitivamente hacen ver no es una figura humana, ni mucho menos, es solamente una montaña que debido a la poca calidad del equipo usado en las primeras fotografías y la incidencia de la luz solar sobre estas formaciones rocosas produce abundantes sombras que daban como resultado la apariencia de las mencionadas figuras.

¿Qué pasa entonces?

Bueno, este fenómeno es de lo más común y tiene un nombre: Pareidolia.

Siendo ésta una interpretación modificada de la realidad, cuando mala o poca información se proporciona al cerebro a través del sentido de la vista, provocando así estímulos alterados de la realidad. Es decir, pocos o malos datos de ingreso, dan como resultado pocos o malos datos de salida.

Figuras en las nubes, en las tortillas quemadas, en sartenes, en paredes con humedad, en troncos de árboles, en pisos, techos, papel higiénico, ropa arrugada, excremento, óxido en metales, en la nieve, en caparazones de animales, sobre alas de mariposas, en rebanadas de pan, en las hojas de los árboles, en el musgo que crece en el suelo, en cercas de madera, en casi cualquier superficie.

Nuestro cerebro nos proporciona soluciones visuales para comprender el mundo que nos rodea, nos juega muy malas pasadas de vez en cuando, es por eso que casi a todas las formas ambiguas las relacionamos e interpretamos con formas familiares.

En el lado occidental del mundo (donde la mayoría es cristiana) qué sucede si en una nube aparece una forma de cruz. No la vamos a relacionar con una llave para aflojar las tuercas de las llantas de un automóvil o bien incluso si está un poco torcida, no diremos que es una X. Se tomará como un símbolo religioso, torcida incluso, pero es un cruz.

Y lo que sigue, bueno, todos lo hemos escuchado: “Se nos está dando una señal y además ahora que vivimos tiempos tan difíciles…”

De hecho hay una forma de adivinación muy famosa, basada en interpretar los residuos en el fondo de las tazas donde se ha servido café: ¡Pareidolia pura!

Hasta la próxima...

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