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Reseña: iPhone X de Apple es mucho más que un nuevo diseño

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El iPhone X que llegó a las tiendas el viernes no es solo un nuevo diseño. Es una nueva relación con el usuario.

En comparación con su teléfono actual, el iPhone del décimo aniversario carece de un elemento clave: el botón de inicio. Todo el frente es solo pantalla. Tienes que aprender nuevos gestos para operarlo. En lugar de escanear un dedo para desbloquearlo, te paras a mirarlo por un segundo como si te estuvieras tomando una selfie. El teléfono reconocerá lo que quieres hacer.

¿Es el iPhone X de $ 1,000 para ti? Depende. Las nuevas características más divertidas, como el desbloqueo facial, funcionan muy bien y por eso cuestan tanto. Su pantalla grande y más delgada es más fácil de sostener que en los iPhones anteriores y su batería dura dos dichosas horas más.

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Pero este año, Apple Inc. también está vendiendo los iPhone 8 y 7 más baratos con casi la misma potencia y un diseño completo con un botón de inicio, que usted ya sabe cómo usar.

Si compras un iPhone X ahora, imagina que estás teniendo una cita a ciegas con tu gadget más importante. Navegar puede ser tan confuso como imaginar cuándo tomarse de las manos. Tu dedo pulgar va a seguir llegando al lugar equivocado.

Soy un columnista cuyo trabajo es vivir a la vanguardia, e incluso describiría mi relación (hasta ahora) con el iPhone X como “incómoda”.

Hay una idea más grande detrás de la guerra de Apple con los botones. Además de las mejoras previstas para la cámara y el procesador, El X mueve muestra un avance al eliminar las partes que se interponen entre usted y el mensaje que desea enviar a su novia. En Silicon Valley, llaman a estas barreras el “cromo”: menús y botones que son la interfaz entre usted y la información.

Apple tiene una larga historia de brindarnos nueva tecnología y quitárnosla. No solo estoy hablando de los audífonos que Apple eliminó del iPhone 7 (y también del iPhone 8 y X). La gente se mostró escéptica sobre el iPhone en sus primeros años, ya que eliminó los amados teclados BlackBerry. Eso resultó ser un apuesta que valió la pena.

El X intenta hacer que el iPhone sea la pantalla más inteligente del mundo. No solo puede reconocerlo por la cara, sino que con una falange de sensores ocultos en la parte superior de la pantalla, incluso puede saber si está sonriendo. Te escucha cuando llamas (a Siri) e intenta llevarte directamente a la información que buscas.

Esa es una visión del futuro que tiene sentido, dado que millones de personas ya han adoptado parlantes en la casa. Pero después de vivir un tiempo con el iPhone X, rápidamente encontré algunos de sus límites actuales y desafíos futuros.

La verdad completa: todavía me estoy acostumbrando al iPhone X. Las compañías tecnológicas generalmente brindan a personas como yo, una semana para vivir con un teléfono insignia antes de publicar sus evaluaciones simultáneamente. Con el X, Apple nos proporcionó solo 15 horas, si incluye el tiempo que debería haber estado dormido. Ha sido una primera cita intensa.

El mecanismo de desbloqueo de FaceID encarna las ambiciones y obstáculos del iPhone X. Su uso demora alrededor de un segundo: toque la pantalla para activarlo, y luego los sensores incrustados en la en la parte superior de la pantalla disparan haces (invisibles para el ojo) para mapear el contorno de su rostro. Si lo reconoce, se abre un ícono de candado.

En mis pruebas iniciales, funcionó nueve de cada diez veces. Realmente tienes que sostenerlo frente a tu cara como si te estuvieras tomando una selfie. Si lo colocas demasiado cerca no funcionará. Me reconoció en la oscuridad, y cuando me pongo gafas de sol, pero no cuando, en interés de la ciencia, me pongo una barba falsa. (Apple dice que se adapta para reconocer la barba aunque se activa más lentamente).

Cuando FaceID falla cinco veces o comparte su teléfono con otra persona, puede escribir un PIN. (Apple te permite registrar solo una cara por teléfono).

¿Es realmente seguro? Eso requerirá más pruebas. Los gemelos podrían confundirlo, al igual que los hermanos con rostros similares, y los niños menores de 13 años. Puede aumentar la seguridad activando una opción que requiere su “atención” (ojos abiertos, mirando el teléfono) para desbloquear el dispositivo.

La pregunta existencial es: ¿qué hace que valga la pena cambiar el lector de huellas dactilares? FaceID funcionará cuando tus manos estén mojadas o sucias, pero no es exactamente más rápido. La compañía rival Samsung, dio a su Galaxy S8 capacidades de lectura de iris, pero todavía lanzó un lector de huellas digitales en la parte posterior.

Y Apple tomó la molesta decisión de no hacer que el iPhone X simplemente abriera la pantalla de inicio cuando ve tu cara. En cambio, se desbloquea en una pantalla llena de notificaciones.

Una razón más emocionante -y potencialmente aterradora- para FaceID es que los sensores detrás de ella también pueden alimentar todo tipo de otros usos. El teléfono viene con un ejemplo bastante tonto: al rastrear la ubicación de tus rasgos faciales, convierte tu cara en criaturas animadas llamadas Animoji.

Si le parece atractivo, puede enviar mensajes como dibujos animados y con audio. No es difícil imaginar cómo la tecnología utilizada para antropomorfizar los emoji podría ser atractiva para los anunciantes que desean saber dónde (y sí) está mirando la pantalla durante sus mensajes.

Facebook, Google u otras compañías que monetizan nuestros comportamientos pueden querer saber si estamos sonriendo o frunciendo el ceño. Los términos de Apple para desarrolladores de aplicaciones requieren permiso antes de ingresar a la cámara, y prohíben el uso de datos faciales para publicidad, pero estamos apenas al principio de esta tecnología. El iPhone X lo conocerá mejor que cualquier otro teléfono anterior y allana el camino para que el teléfono actúe mucho más como una persona. Esperemos que sea una buena persona.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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