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El clásico Easter Jeep Safari, el laboratorio al aire libre de Jeep

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EFE

Desde hace 18 años, la marca Jeep participa en el Easter Jeep Safari, un evento creado por entusiastas de los todoterrenos y que para la marca del grupo Fiat Chrysler (FCA) se ha convertido en un auténtico laboratorio al aire libre.

Desde 1967, cuando se celebró el primer Jeep Safari, centenares de entusiastas de la conducción “off-road” se concentran en Semana Santa en la localidad estadounidense de Moab, en el estado de Utah, para circular por el desierto y poner a prueba sus todoterrenos en las condiciones más difíciles.

El evento es organizado por el club Red Rock 4-Wheelers y desde el año 2001, Jeep participa de forma oficial con prototipos de vehículos que son, en su mayoría, modelos actuales modificados con componentes que todavía no han llegado al mercado.

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Este año, Jeep se presentó en el Easter Jeep Safari (EJS), con siete prototipos, cuatro creados por ellos mismos (4Speed, Sandstorm, B-Ute y Wagoneer Roadtrip) y otros tres por el fabricante de componentes y accesorios de FCA, Mopar (Nacho, Jeepster y J-Wagon).

Pero como explicó a Efe el director de Diseño de Jeep, Mark Allen, los prototipos que la marca de todoterrenos de FCA lleva a Moab no son decorativos, como la mayoría de los prototipos que se exhiben en salones del automóvil, sino totalmente “funcionales”.

“Lo que hace único a EJS para nosotros es que construimos los vehículos y los llevamos a Moab no sólo para exhibirlos sino también para experimentarlos en el ambiente para el que son diseñados. Son totalmente funcionales”, declaró el directivo.

Allen, que fue quien en 2001 tomó la decisión de que Jeep participase en el EJS para probar sobre el terreno las capacidades de sus vehículos y experimentar con nuevos conceptos y tendencias, no sólo lleva a Moab automóviles sino también a sus ingenieros.

“Llevamos a Moab gente que trabaja en nuestras oficinas y que nunca ha experimentado lo que es la cultura Jeep para exponerlos a los entusiastas de la marca. Y les enseñamos a conducir ‘off-road’ de la forma en que estos vehículos se tienen que manejar”, explicó Allen.

Los ingenieros de Jeep reconocen que la experiencia es única porque los entusiastas de la marca, que en muchas partes de Estados Unidos es idolatrada, “no son tímidos” a la hora de expresar sus opiniones sobre los vehículos del fabricante.

“He tenido unas cuantas conversaciones interesantes con la gente que va a Easter Jeep Safari”, reconoce entre risas Allen.

“En Moab conectamos directamente con nuestros clientes. Es extremadamente importante para nosotros. Es como hacer investigación de producto sin que la gente sepa que lo estamos haciendo. Cuando llegamos al desierto, ponemos las manos en nuestros bolsillos, nos callamos y escuchamos lo que nos tienen que decir”, añade.

De esas “sesiones” con los entusiastas y de la experiencia de llevar vehículos al terreno de Moab han surgido muchas de las ideas que ahora se ven en el nuevo Wrangler que Jeep acaba de lanzar.

De la misma forma, los prototipos que Jeep ha llevado este año a EJS contienen detalles de los próximos pasos a dar por la marca.

Por ejemplo, Todd Beddick, director del área de accesorios y alto rendimiento de Mopar, señaló que las puertas de tubo del prototipo Nacho, basado en un Wrangler Rubicon 2018 de dos puertas, estarán disponibles para su venta en las próximas semanas.

El Jeepster, también basado en el Rubicon, y el J-Wagon, que parte de un Wrangler Sahara, tienen accesorios como los focos “off-road” de 5 y 7 pulgadas hechos con LED que probablemente saldrán al mercado en el futuro.

Otra muestra de como el Easter Jeep Safari es un verdadero laboratorio de pruebas para Jeep es el prototipo Sandstorm, con su motor de 6,4 litros en V8 de Mopar acoplado a una transmisión manual de seis velocidades, ejes de alta resistencia Dynatrac 60 y neumáticos de 39,5 pulgadas.

“Con el Sandstorm queremos iniciar la conversación sobre vehículos ‘off-road’ de alta velocidad. Jeep es conocida por todoterrenos de baja velocidad, para superar vados y rocas de grandes dimensiones. Pero queremos ampliar nuestra gama y entrar en otras áreas de ‘off-road’”, explicó Allen.

Con el 4Speed, Jeep quiere destacar las capacidades naturales del Wrangler con su motor turbo de 2 litros de fábrica.

“Lo único que hemos hechos básicamente es aligerarlo, quitando elementos como las alfombrillas o el sistema de aire acondicionado y calefacción además de añadir componentes de fibra de carbono en vez de metal”, dijo Allen.

Incluso el Wagoneer Roadtrip, que utiliza un Wagoneer de 1965 restaurado y mejorado, es un anticipo de un futuro modelo que Jeep podría sacar en los próximos años.

“Moab es para nosotros el punto álgido del año”, concluye Allen.

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