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Kumiais luchan por preservar su lengua y la enseñan en el Cecut

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Yolanda Meza recorre 118 kilómetros desde la comunidad de Juntas de Nejí para llegar a Tijuana, donde imparte clases de lengua kumiai.

Es un trayecto complicado ya que vive en una zona alejada, hacia el norte de la ciudad de Tecate, con caminos de terracería y sin los servicios básicos de agua y luz.

Sin automóvil se complica aún más, ya que depende de otras personas para su traslado y hospedaje. Hace el esfuerzo cada quince días para impartir el taller y de esta manera ayudar a preservar su cultura y su lengua.

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El kumiai es uno de los cinco grupos étnicos nativos de Baja California, además del kiliwa, paipai, cochimi y cucapá, todos ellos en vías de extinción a causa de problemas de carácter estructural, económico, político y social.

Aunado a ello se encuentra la pérdida de identidad y de la lengua, debido a que el español es ahora dominante en las comunidades indígenas.

“En lo personal estoy defendiendo la cultura y la lengua kumiai de Juntas de Nejí porque es la comunidad con solo dos hablantes, se trata de un desplazmiento lingüístico, debido a que no se transmite a los niños como lengua materna”, dijo Meza.

La gran mayoría de los nativos viven fuera por falta de trabajo, escuela y servicios básicos, sin embargo, Meza y su familia se resisten a emigrar, porque comprenden que esto significaría la pérdida de un territorio que por milenios ha pertenecido a su grupo étnico.

Ahí nacieron su madre, su abuela, su bisabuela, en total, catorce generaciones. En diversas ocasiones los han querido despojar de sus tierras, pero se han resistido, hoy solo seis familias viven en el predio.

“Muy pocos kumiais desean vivir aquí porque quieren luz y agua potable, no les interesa recorrer 200 metros para cargar el agua con botes, ni lavar a mano su ropa por el frío, eso ha desintegrado a nuestra comunidad”, aseguró Meza.

Ella y su familia sobreviven con la recolección de hierbas medicinales y se alimentan de plantas de la zona y de la caza ocasional. Aunque una vez existió una tradición de cestería de junco y sauce en el área, actualmente solo unas cuantas mujeres producen canastas.
Yolanda pertenece a una de las dos comunidades kumiai de Baja Califonia, Juntas de Nejí que está en el Municipio de Tecate, la otra en San José de la Zorra, en el municipio de Ensenada.

Se trata de los sobrevivientes de los primeros pobladores de esta región que siguen viviendo en el abandono por las autoridades gubernamentales, pero también por los propios mexicanos no indígenas.

“Estamos olvidados para el gobierno, no hay apoyos, no les importan los indígenas, solo cuando hay elecciones, dicen que el kumiai existió, que ya no existe, pero nosotros aquí estamos, luchando para abrir una escuela en nuestra comunidad para que no se pierda nuestra cultura”, concluyó Meza.

Con esta visión, desde hace cuatro años, ella imparte talleres de lengua kumiai en Tijuana, el último año en el Centro Cultural Tijuana, con el apoyo de la norteamericana Catherine DeWeese.

Ella y su esposo comenzaron a visitar la comunidad llevando proyectos de agricultura, fue ahí donde creció su amistad con Meza.

“Creemos que es muy importante conocer la cultura y el idioma de donde uno está, estamos ayudando a la maestra porque es una buena amiga, queremos que las clases salgan adelante, estoy apoyando lo más que puedo ya que veo muchas necesidades en la comunidad, falta de luz y agua potable, así como el transporte”, dijo DeWeese.

Son varios los norteamericanos que asisten al taller de lengua kumiai en el CECUT, personas que reconocen la importancia de esta cultura milenaria, nativa de la Baja California.

Una de las asistentes regulares al taller es Claudia Trasviña, chef tijuanense quien incluye en sus creaciones culinarias platillos y técnicas utilizadas en la gastronomía de los pueblos originarios de Baja California.

“A partir de que declararon la gastronomía de Baja California como un patrimonio cultural le he puesto más atención a la cocina kumiai porque es una cocina que está olvidada por la generalidad. Ellos sí la conocen y también quienes nos acercamos a ella, pero de ahí en fuera no es muy conocida”, aseguró Trasviña.

Para ella es un proceso de admiración porque a diferencia de las cocinas tradicionales del centro de México, la kumiai se basa en recolectar lo que el territorio provee, algo que se debe conocer profundamente para saber qué alimentos del campo son buenos y cuáles no.

Los talleres continuarán de manera indefinida en el CECUT como parte de su esfuerzo por preservar la lengua kumiai porque, sostiene Meza, quien niega su lengua se niega a sí mismo, a su cultura y su territorio.

Taller de idioma Kumiai

  • Sábado cada quince días, 12 a 2 p.m.
  • Jardín del Cecut
  • Informes clases: (664) 6879600
  • Información kumiai, Catherine DeWeese: (664) 609-6667, cecut.gob.mx

Muñoz es periodista independiente.

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