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Plan de Trump depende de crecimiento improbable: Economistas

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Por primera vez, Donald Trump le puso una cifra a su programa económico al prometer lo que muchos economistas aseguran que es imposible: menores impuestos, una fuerte expansión de algunos programas federales y un gobierno más pequeño que maneje un menor déficit.

Durante un discurso en el Club Económico de Nueva York, Trump dijo que su plan —una mezcla de recortes de impuestos, eliminación de regulaciones y nuevos gastos— reducirá la carga fiscal del país por 4,4 billones de dólares durante 10 años y creará 25 millones de nuevos empleos.

Trump y sus asesores señalan que eso llevará a un enorme crecimiento económico de hasta 4% al año, lo que compensará casi toda la pérdida de impuestos junto con una infusión de nuevos fondos procedentes del comercio, energía y reformas regulatorias.

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El resto vendría de casi un billón en recortes de gastos durante la próxima década, que Trump lograría al recortar un centavo por cada dólar en ciertos segmentos del gobierno cada año.

“Mi plan se apegará a la verdad de que las personas prosperarán por la mínima carga gubernamental y sacará a relucir el increíble potencial de nuestros trabajadores y sus sueños”, comentó Trump.

Para que los planes de Trump tengan éxito, tendría que sobreponerse a las fuerzas de la economía, tales como el incremento en la automatización, una población cada vez más vieja y la competencia con salarios más bajos en el extranjero, lo que ha llevado a que incluso los economistas conservadores definan un crecimiento anual del 4% como una meta improbable.

La economía estadounidense ya crea 2,5 millones de empleos al año, el mismo ritmo que prometió Trump para la próxima década.

Previamente durante su campaña, Trump propuso un recorte fiscal de 10 billones de dólares durante 10 años que eran tan extenso y costoso que muchos economistas republicanos no pudieron contener la risa cuando se les preguntaba al respecto. Luego detalló una serie de propuestas de gasto que prometían déficits incluso mayores, incluyendo atacar la inmigración ilegal, lo que los analistas estiman que podría costar hasta 600.000 millones, una inversión de 500.000 millones en infraestructura y la promesa de restaurar 450.000 millones de recortes existentes en el gasto militar.

“Trump se tomó en serio las críticas presupuestales y presentó una propuesta que sí daría resultados”, dijo Douglas Holtz-Eakin, quien fuera el director de políticas económicas de John McCain durante la campaña de 2008 y actualmente es el presidente del American Action Forum.

Holtz-Eakin dijo que los planes económicos de Trump son prácticamente equivalentes a los de la nominada demócrata, Hillary Clinton, al menos en alcance, concretamente al proponer varias ambiciosas iniciativas y entablar un argumento plausible, aunque no necesariamente definitivo, sobre cómo pagarlas.

Otros afirman que los planes de Trump son mucho más endebles.

Marc Goldwein, director sénior de políticas de la Comisión para un Presupuesto Federal Responsable, una organización no partidista, dijo que Trump “depende de supuestos económicos muy optimistas que no creo que se vayan a concretar”.

Actualmente se espera que la economía crezca 2% al año, y los economistas señalan que las restricciones migratorias que propone Trump serían uno de los muchos factores que obstaculizarían su capacidad para duplicar la tasa de expansión.

En caso de que el crecimiento se mantenga alrededor de un mucho más realista 2%, según Goldwein, el plan de Trump sumaría casi 5 billones a la deuda del país. Pese a que los incrementos fiscales que propone Clinton desacelerarían el crecimiento de la nación, pagarían mucho más de sus propuestas de gastos y derivarían en un déficit de la décima parte del tamaño del que tendría Trump.

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