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Cómo el veredicto del FBI sobre los nuevos correos investigados de Hillary Clinton afecta las elecciones de Estados Unidos

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El Buró de Investigaciones Federales de EE.UU. (FBI) no halló evidencias de criminalidad en el nuevo lote de correos electrónicos de Hillary Clinton que investigaba.

En una carta enviada a los miembros del Congreso este domingo, el director del FBI James Comey dijo que la agencia concluyó su revisión y no encontró nada para cambiar su posición.

Sin embargo, el mero anuncio de una nueva investigación del FBI ya consiguió afectar las elecciones de Estados Unidos.

Dicho anuncio conmocionó la contienda electoral hacia la Casa Blanca y resultó favorable para la campaña del candidato republicano, Donald Trump.

En particular, le dio al empresario un nuevo impulso entre los republicanos más desencantados.

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Ahora, al conocerse la conclusión del FBI, en el marco de un evento electoral en Minesota, Trump argumentó que Clinton está siendo protegida por un “sistema amañado”.

Este ha sido un concepto recurrente a lo largo de la campaña de Trump, especialmente después de afirmar durante el tercer y último debate presidencial que podría no aceptar el resultado electoral de este martes.

Todavía es muy pronto para saber si la conclusión del FBI favorecerá a Clinton.

Lo seguro es que la investigación en sí no le permitió a Clinton terminar la campaña con un mensaje positivo e incluso aumentó las percepciones negativas hacia ella, lo que, de ganar, le dificultará la capacidad de gobernar.

¿Pertinentes?

Cuando en julio el FBI cerró la investigación hacia Clinton y descartó presentar cargos contra ella, Comey señaló que la candidata presidencial demócrata había sido “extremadamente descuidada”, pero que no había infringido la ley en el manejo sensible de material a través de su correo electrónico privado mientras era secretaria de Estado.

El asunto fue tema recurrente durante la campaña, pero desde el punto de vista oficial, parecía ser una investigación cerrada.

Hasta el 28 de octubre. Ese día Comey anunció el descubrimiento de nuevos y “pertinentes” correos electrónicos de Clinton.

Los correos electrónicos supuestamente se encontraron en la computadora portátil de Anthony Weiner, expareja de una de las asesoras más cercanas a Clinton, Huma Abedin.

El director del FBI dijo en su momento que la agencia investigaría si esta nueva correspondencia contenía información clasificada.

En su momento, muchos expertos y analistas especularon que Comey no habría divulgado la carta a tan pocos días de las elecciones a menos que la situación de Clinton fuera realmente comprometedora.

Ahora se sabe que esas conclusiones estaban infundadas.

Revisión

Pero en la carta de este domingo, Comey escribió: “Desde la primera carta que envié, el equipo de investigación del FBI ha estado trabajando sin cesar para revisar un amplio volumen de correos de un dispositivo obtenido en conexión con otra investigación criminal no relacionada”.

“Durante ese proceso, analizamos todas las comunicaciones que eran para o enviadas por Hillary Clinton mientras trabajaba como secretaria de Estado”.

“Basándonos en nuestra revisión, no hemos cambiado las conclusiones que expresamos en julio con respecto a la secretaria Clinton”, dijo Comey en la carta que envió al Congreso.

A dos días de conocerse quién será el próximo presidente de EE.UU., la campaña de Clinton respondió con agrado al anuncio de Comey y expresó que siempre mantuvo la confianza de que sería exonerada.

Pero Trump y su equipo no opinaron lo mismo.

En Minesota, Trump dijo: “Un cambio real también implica devolver la honestidad en nuestro gobierno y lo primero que tenemos que hacer es deshacernos de Clinton”.

Y continuó: “Hillary Clinton estará bajo investigación por un largo tiempo por sus múltiples crímenes contra nuestra nación, nuestra gente, nuestra democracia, lo que probablemente terminará en un juicio penal”.

La jefa de campaña del empresario, Kellyanne Conway, dijo en Twitter: “Si las conclusiones del FBI se mantienen sin cambios, eso significa que ella fue negligente e irresponsable y que mintió sobre información clasificada”.

Newt Gingrich, asesor de Trump, expresó en la misma red social: “Comey debe estar bajo enorme presión política para anunciar algo que es imposible que sepa”.

Análisis de Anthony Zurcher, corresponsal de la BBC en Washington

Mientras el director del FBI, James Comey, en efecto dijo “no se preocupen” en cuanto a los correos electrónicos de Hillary Clinton, durante las últimas dos semanas esta historia ha dominado la conversación política y los demócratas han pagado el precio.

Las esperanzas presidenciales de Clinton se han estabilizado, pero hablar de un triunfo demócrata en el Congreso este martes es un recuerdo lejano.

Clinton ahora intentará enfocarse en su mensaje de cierre de campaña. Donald Trump muy probablemente continuará acusando a su oponente de corrupción y al FBI de encubrimiento.

Con solo dos días para conocerse el resultado, el polvo levantado con esta historia no se disipará del todo cuando los estadounidenses vayan a las urnas.

Una vez acabada esta contienda, deberá haber un examen interno en el FBI y en los medios de comunicación sobre cómo se desarrolló esta saga de los correos.

La agencia policial más importante del país fue fuente de constantes filtros de información y disputas internas que se colaron al público.

Antecedentes

En julio, el FBI ya había establecido que Hillary Clinton tenía información clasificada en un servidor privado que era operado desde su hogar en Nueva York.

Clinton usó dicho servidor entre 2009 y 2013, durante su gestión como jefa de la diplomacia estadounidense en el primero periodo de gestión del presidente Barack Obama.

Según Clinton, la principal razón por la que utilizó su propio servidor fue por “conveniencia”, para evitar usar dos teléfonos: uno para el trabajo y otro para sus asuntos personales.

“Pensé que usar un solo dispositivo sería más simple y, obviamente, no funcionó así”, dijo la demócrata en su momento.

Los críticos, por su parte, argumentaron que la verdadera razón era que Clinton quería tener un control total sobre su correspondencia.

Al usar un servidor privado, decían, Clinton era la única que juzgaba lo que debía entregarse o no al gobierno, lo que debía hacerse público por la libertad de las solicitudes de información o debía entregarse a partes interesadas, como el comité del Congreso que investigó el ataque de 2012 en el consulado de EE.UU. en Benghazi, Libia.

La revelación de que había manejado información sensible usando su propio servidor de correos ha sido un tema recurrente durante toda la campaña electoral, incluso después de que el FBI descartara presentar cargos contra Clinton.

Pero la última investigación del FBI, a días de las elecciones, llegó a afectar a Clinton en las encuestas.

Es probable que, si Trump gana, muchos en el lado opuesto culparán a Comey por el resultado.

Y si Clinton resulta victoriosa, es probable que igual este escándalo político la marque de por vida.

Nota publicada en BBC Mundo

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