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Aunque no estén de acuerdo con Clinton, luchan para que no llegue Trump a la presidencia

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La mexicana Mariela Delgado, empleada de un restaurante en Apopka, vio cómo Barack Obama hizo historia en el 2008, al convertirse en el primer afroamericano en ganar la Casa Blanca. En estas elecciones, ella espera ser parte de una nueva historia, ayudando a elegir a la primera presidenta mujer de la nación.

“Me convertí en ciudadana de EEUU hace año y medio”, dijo Delgado, de 42 años de edad. “Me siento muy emocionada porque esta es la primera vez que voy a votar y a decidir por mis propios intereses, y por lo que considero es bueno para mi pueblo”, expresó.

A Delgado, en todos estos años y aun sin poder ejercer el voto, le gustaba debatir la política interna con sus clientes.

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Ahora, como una nueva ciudadana, Delgado pertenece a la creciente fila de floridanos cuya voz será oída por primera vez en estas elecciones estadounidenses.

En el último año, el número de ciudadanos naturalizados aumentó a un 54 por ciento en todo el estado, de acuerdo a un informe de la Coalición de Inmigrantes de la Florida.

Desde el año 2010 al 2015, el número de nuevos ciudadanos en el área metropolitana de Orlando ha subido alrededor del 28 por ciento, llegando a la cifra de más de 217,000 ciudadanos naturalizados, según un estimado del censo.

Los 29 votos electorales de la Florida podrían ser los decisivos para estos comicios presidenciales, y muchos inmigrantes están sintiendo el peso de la responsabilidad que conlleva el convertirse en ciudadano estadounidense.

En las primarias pasadas, Delgado se sintió atraída por el demócrata Bernie Sanders, cuyo atractivo populista le recordaba a los candidatos de América Latina.

Pero a pesar de que no era tan entusiasta de Clinton, la está apoyando porque no puede soportar a Trump. Delgado dijo que el sentimiento anti-inmigrante que el candidato republicano ha impregnado a la campaña, la ha sorprendido.

“Él [Trump] está dividiendo a este país”, dijo. “Incluso, si Hillary gana, el daño ya está hecho”, concluyó.

Sin embargo, Anna Trans, oriunda de Vietnam, tiene buenos recuerdos de la América a la que se mudó en 1985.

“Cuando vine aquí, todo era bueno y barato”, recalcó la dueña de un salón de belleza en Orlando.

Tran, de 67 años, dijo que cree que Estados Unidos necesita recuperar el terreno perdido y que la visión para los negocios de Trump podría poner a la nación de nuevo en marcha. Agregó que no le importan las polémicas que han afectado a su candidatura.

“Algunas personas hablan con tanta locura como Trump”, dijo. “Trump va a hacer que el país suba, y eso es todo lo que importa”.

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