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Desplazados por violencia en sur de México tratan de volver a la normalidad

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EFE

Protegidos por autoridades y pueblos vecinos, los desplazados de Laguna de Huayanalco, en el sureño estado de Guerrero, vuelven a la calma tras dejar sus casas por la inseguridad causada por los enfrentamientos de grupos criminales.

“Ya no podíamos salir ni para comprar alimentos. Tomate, sal, azúcar, ya no había”, denunció hoy a Efe uno de los 92 desplazados que el miércoles pasado salieron de Laguna de Huayanalco para guarecerse en el pueblo de Atoyac de Álvarez.

Fuerzas del Ejército Mexicano y de la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero dieron protección a los habitantes de esta comunidad, que denunciaron el grave riesgo en el que vivían por la actividad de los criminales.

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La salida de estos pobladores se concretó este miércoles cuando una caravana de 12 vehículos transportó a 92 personas, todas acompañados por policías y soldados armados.

“Por la violencia que está pasando en la comunidad, decidimos abandonar el poblado; aquí (en Atoyac) estamos tranquilos. No podíamos salir, ellos (los criminales) estaban afuera del poblado”, señaló un joven que se reservó sus datos.

Un hombre mayor que salió con su familia aseguró que Laguna de Huayanalco vivía con mucha inseguridad por la presencia de estos grupos armados, que ya habían entrado dos veces al poblado y tenían a los habitantes bajo amenaza.

Bajo condición de anonimato, el anciano dijo que estos grupos presionaban a los pobladores para que se unieran a su movimiento e incluso les ofrecieron alimentos cuando estos empezaron a escasear.

“No quisimos entrar en el grupo que andan ellos, secuestrando, presionando a la gente; eso no nos parece bien. Por eso nuestra sociedad no entrar en su grupo”, comentó.

Denunció que en una ocasión entraron al pueblo sin mayores consecuencias, pero que después cuando los habitantes intentaron salir para comprar alimentos, fueron atacados.

Guerrero es uno de los estados más afectados por la violencia en el país y en el mismo operan diversos grupos de narcotraficantes, además de que hay grupos de civiles armados que se conocen como policías comunitarias.

Instalados en Atoyac, los pobladores de Laguna de Huayanalco pasan el tiempo en una casona que les ofrecieron las autoridades, donde preparan sus alimentos y recuperan poco a poco su tradicional vida doméstica.

Comparten los alimentos, principalmente integrados por fríjoles y un poco de carne o pollo guisado, todo acompañado por tortillas de maíz, y han tenido cuerdas para secar la ropa ya lavada.

Las mujeres trabajan en conjunto, los hombres hacen planes para buscarse la vida y los niños pasan el tiempo en juegos y recostados en hamacas para aliviar un poco el sopor del calor de la región.

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