Adolescentes estadounidenses asesinan a un policía italiano

Dos turistas estadounidenses de 19 años confesaron haber matado a puñaladas a un policía italiano que investigaba el robo de un bolso con un teléfono celular, informaron las autoridades.

Agentes de Carabineros (policía paramilitar) que investigaban la muerte de Mario Cerciello Rega, de 35 años, dijeron que los estadounidenses fueron detenidos por presunto asesinato e intento de extorsión tras ser interrogados. Quedaron encerrados en una cárcel romana mientras continúa la investigación.

Una orden de detención exhibida por la emisora estatal RAI, confirmada como auténtica por la policía, identificó a los detenidos como Gabriel Christian Natale Hjorth y Finnegan Lee Elder, ambos nacidos en San Francisco en 2000.

Los dos le habían arrebatado el bolso a un vendedor de drogas en Roma quien aparentemente les dio “una sustancia diferente” en lugar de cocaína, de acuerdo con un investigador italiano que habló bajo la condición de anonimato por tratarse de una pesquisa en desarrollo.

La policía italiana dijo que los estadounidenses exigieron 100 euros (112 dólares) y un gramo de cocaína para devolver el bolso.

El presunto vendedor avisó a la policía que había concertado un encuentro con los ladrones para recuperar su bolso y teléfono celular.

Se produjo una trifulca en el encuentro y el agente recibió ocho puñaladas. Murió poco después en el hospital.

Videocámaras de vigilancia y testigos permitieron a la policía identificar rápidamente a los estadounidenses y hallarlos en un hotel cercano a la escena del crimen. Los dos “se aprestaban a partir” de Italia cuando los hallaron, dijo la policía.

En el allanamiento de su cuarto, los policías dijeron que encontraron un cuchillo de hoja larga, posiblemente el utilizado en el ataque, oculto detrás de un panel del cielorraso.

También hallaron la ropa que aparentemente vestían durante el ataque.

Según el comunicado de las autoridades, los dos confesaron el crimen al ser interrogados por los fiscales, que les presentaron las “pruebas contundentes”.