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Dirigentes latinos de Utah impulsan “mejores relaciones” con policía local

A mediados de 2013, una investigación del FBI llevó a la anulación de cargos estatales y federales en 124 casos de tráfico de drogas, al comprobarse actos de corrupción y tendencias racistas desde el 2009 entre algunos oficiales de West Valley City.
(George Frey / Getty Images)
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UTAH.- Dirigentes hispanos locales afirman que tras casi dos años de gestiones y reuniones con las autoridades policiales de West Valley City, Utah, se han comenzado a verse resultados positivos y ha mejorado la relación entre la comunidad hispana y los policías, afectada por fricciones a mediados de 2013.

West Valley City, un suburbio de Salt Lake City, es la segunda ciudad más poblada de Utah, con casi 130.000 habitantes, de los cuales la tercera parte son hispanos y uno de cada cinco (21 por ciento) son inmigrantes. Sin embargo, sólo cinco de los 190 uniformados de esa ciudad son latinos.

A mediados de 2013, una investigación del FBI llevó a la anulación de cargos estatales y federales en 124 casos de tráfico de drogas, al comprobarse actos de corrupción y tendencias racistas desde el 2009 entre algunos oficiales de West Valley City.

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Debido a que un alto porcentaje de los afectados por esos casos anulados eran latinos, surgieron tensiones entre la comunidad hispana y la policía, que llevaron en julio de 2013 a la firma de un acuerdo entre ese departamento, el Proyecto Latino de Utah y la Coalición de la Raza en Utah para desarrollar un plan para restaurar las relaciones entre la policía y la comunidad.

El nombramiento de Lee Russo como nuevo jefe de policía de West Valley City en agosto de 2013 reactivó el diálogo con los dirigentes comunitarios y eventualmente llevó a resultados concretos, según indicó Tony Yapias, presidente del Proyecto Latino de Utah.

“Hemos tenido una reacción positiva por parte del jefe Russo y como resultado, Russo ha nombrado a un policía, Franco Libertini, para trabajar con la comunidad”, comentó Yapias a Efe.

“La actitud del jefe Russo nos da mucha confianza de que ya no va a tolerar que ninguno de sus subordinados sobrepase su autoridad. Y de esa manera nuestra comunidad le devolverá la confianza al departamento de policía de West Valley City”, agregó.

Libertini, un inmigrante argentino, fue uno de los primeros oficiales de su departamento en febrero de este año en llevar una cámara de vídeo colgada en su uniforme para grabar todas sus acciones, sean encuentros con la comunidad o con sospechosos.

Libertini, además, visita una vez por semana el consulado general de México en Salt Lake City y frecuentemente participa en programas de radio en español y en ferias comunitarias.

Para Yapias, no es el hecho de que Libertini sea hispano, sino el cambio de actitud del departamento de policía de West Valley City hacia la comunidad lo que ha permitido “crear nuevos puentes”.

“Ahora sólo queremos estar seguros que los acuerdos firmados sigan ayudando a mejorar las relaciones entre los latinos y los policías”, sostuvo el dirigente comunitario.

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