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Inmigrantes detenidos optan por la huelga de hambre como recurso para evitar abusos

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Inmigrantes recluidos en centros de detención de todo el país han apostado por llevar a cabo huelgas de hambre para llamar la atención sobre su situación y denunciar abusos que, alegan, han sufrido en esas instalaciones manejadas por entidades privadas.

Algunos inmigrantes en el Centro de Detención de Adelanto en California, se abstuvieron el viernes de ingerir alimentos como una forma de pedir mejores servicios médicos y dentales, entre otros reclamos.

“Queremos mejor cuidado de servicio médico y personal médico adecuadamente entrenado disponible y capaz de atender el sobreflujo de detenidos en el conjunto”, se lee en una comunicación supuestamente de los detenidos, publicada por el portal ThinkProgress.

No obstante, según informó el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), la instalación cumple con los criterios de atención médica establecidos para este tipo de centros de detención.

“Los registros muestran que el año pasado hubo más de 113.000 visitas médicas realizadas para detenidos en Adelanto y más de 211.000 recetas expedidas”, declaró ayer Virginia Kice, directora regional de Comunicaciones del Oeste del ICE.

Además, para el ICE, la protesta no representa una verdadera “huelga de hambre” pues ningún detenido ha dejado de consumir alimentos en forma continua durante 72 horas.

“Recibimos varias llamadas de los medios ayer sobre una supuesta huelga de hambre en Adelanto, pero esos reportes simplemente no son precisos”, explicó Kice.

“Hablé ayer en la tarde con el asistente del director de la Oficina de Detención y Deportación (ERO) de ICE en Los Ángeles quien informó que todos los detenidos en la instalación están comiendo”, indicó la portavoz.

No obstante, la organización Iniciativas Comunitarias para Visitar Inmigrantes en Confinamiento (CIVIC) presentó ayer un informe donde denuncia que en Adelanto “los inmigrantes enfrentan abuso extremo”.

El estudio “Abuso en Adelanto: Una investigación sobre una cárcel de inmigración en una ciudad de California”, dado a conocer conjuntamente con la Red de Vigilancia de Detención (DWN), “documenta los peligros extremos que enfrentan los inmigrantes” en este centro.

“El alto número y la consistencia de las quejas sobre derechos humanos en esta instalación, propiedad del Grupo GEO, durante los últimos seis meses apuntan a una crisis enorme que justifica una acción inmediata”, declaró Christina Fialho, cofundadora y directora ejecutiva de CIVIC.

El informe destacó que “el 27.5 % de los individuos monitoreados han sido objeto de detención prolongada por más de seis meses, incluyendo un hombre que ha estado en prisión durante cinco años y medio”.

La investigación también denunció que menos del 13 % de los detenidos tienen representación legal y que “ICE prohibió en dos ocasiones distintas la entrada de un abogado a las instalaciones después de que el abogado participó en una vigilia pacífica”.

El pasado 1 de julio, la organización privada Grupo GEO terminó la ampliación de las instalaciones que se convirtió en “el centro de detención migratoria para adultos más grande de los Estados Unidos con capacidad para encarcelar 1.940 hombres y mujeres”, según el informe.

“Esta instalación no es segura y claramente no ha sido hecha responsable por ICE”, aseguró ayer Mary Small, directora de Políticas de DWN.

“Nuestro informe muestra que el proceso de inspección de detención de inmigrantes de la Administración Obama es una farsa, diseñada para perpetuar sistema abusivo que no funciona”, agregó Fialho.

Sin embargo, el ICE recalcó que el centro cumple los estándares nacionales de desempeño vigentes y que es sujeto a “inspecciones regulares y rigurosas”.

El ICE informó que en 2014, la instalación de Adelanto recibió “dos inspecciones amplias”.

La primera fue “conducida por la Oficina de Supervisión de Detención del ICE y una segunda por el Grupo Nakamoto, una compañía privada contratada para asegurar que las instalaciones de detención utilizadas por ICE cumplen exactamente con los estándares de la Agencia”.

Según explicó la portavoz Kice, los “detenidos de Adelanto tuvieron más de 7.300 visitas dentales y 7.400 citas de salud mental”.

Con el apoyo de entidades defensoras de los derechos humanos y de los inmigrantes, los inmigrantes en diferentes centros del país protestan frecuentemente por las condiciones de reclusión pero principalmente buscan que se les deje en libertad.

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