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Preocupa a abogados que nuevos jueces migratorios sean enviados de Sessions

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EFE

La llegada de 46 nuevos jueces a las cortes de inmigración de todo el país esta semana preocupa a abogados especializados en esta materia, que temen que los magistrados sean una mera correa de transmisión de la política de mano dura del fiscal general, Jeff Sessions.

“Hay mucha desconfianza porque no creemos que serán imparciales. Muchos de estos nuevos jueces fueron fiscales responsables de la deportación de decenas inmigrantes”, considera Fernando Romo, abogado de inmigración y asesor de la Asociación de Salvadoreños de Los Ángeles (ASOSAL).

El nombramiento de los 46 nuevos jueces de inmigración hace parte del plan que Sessions anunció a comienzos de 2017 para realizar una contratación simplificada de los magistrados, reduciendo en un 74 % el tiempo que se requería en este proceso.

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Uno de los principales motivos de Sessions para nombrar a los nuevos jueces es reducir el retraso y acumulación de los 764.561 casos que están esperando resolución en las cortes, según datos recientes del centro independiente Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC), de la Universidad de Syracuse, de Nueva York.

A pesar de que Romo tiene casos que no se escucharán hasta 2022, la noticia de las nuevas designaciones no es muy halagüeña, indica.

Defensores de los inmigrantes como el abogado Alex Gálvez comparten este sentimiento.

“Ya no vamos a tener que defender a nuestros clientes solo contra el fiscal de la ‘migra’, sino contra el juez que estará en nuestra contra. Es un panorama muy complicado”, insiste Gálvez.

Como ejemplo los abogados citaron el nombramiento de Janette L. Allen, quien ha trabajado en la Oficina de Litigios de Inmigración, o el de la jueza Hye Y. Chon, que inició labores esta semana y ocupó antes un cargo de asesora principal de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) en Los Ángeles.

“Me ha tocado presenciar audiencias donde el juez le ayuda al fiscal y lleva prácticamente el caso en contra de mi cliente”, lamenta Gálvez.

Marni Guerrero, también asignada en Los Ángeles, es otra de las magistradas con vínculos muy cercanos a las autoridades de Inmigración, pues la nueva jueza pasó más de un año como consejera adjunta de ICE.

La misma situación se afronta en San Francisco, donde arribaron jueces como Shadee M. Star, que por los últimos ocho años ocupó un puesto similar al de Guerrero.

Entre los nuevos jueces también hay varios con experiencia laboral en la Patrulla Fronteriza y las fiscalías de estados como Texas y Arizona.

“Sabíamos que no iban a seleccionar a alguien de corte liberal, pero estos nombramientos no muestran ningún equilibrio”, considera Romo.

La preocupación de los defensores de los inmigrantes aumenta por las indicaciones que el mismo Sessions dio a estos magistrados en su curso de capacitación.

El fiscal general aseguró que era hora de “restaurar el estado de derecho” en el sistema de inmigración y contrarrestar los esfuerzos de los abogados que representan a los inmigrantes.

Esa no fue la primera vez que Sessions y el Gobierno Trump asegura que los inmigrantes y sus abogados están tratando de socavar el sistema de inmigración, y abusar de figuras como el asilo político.

Gálvez asegura que el mal ambiente se siente entre los pasillos de las cortes.

“A mí me lo han dicho los fiscales, la orden es oponerse a todo y buscar la deportación a como dé lugar, incluso si el inmigrante tiene las de ganar”, explica.

Romo asegura que ha visto un aumento en el rechazo de mociones para reabrir casos de deportación, entre otras negativas.

Los abogados, como Romo y Gálvez, esperan un remesón en el calendario de fechas de presentación, y aconsejan a los inmigrantes a estar revisando los casos frente a las cortes.

Según TRAC, el promedio nacional de espera actualmente de un inmigrante es de 710 días, aunque en Colorado un inmigrante puede aguardar unos 1.036 días para presentar su caso en corte, demora que Sessions quiere reducir en lo posible y se esperan más nombramientos de jueces antes que termine el año.

“Tenemos que estar listos para la guerra, realmente ya estamos librando esta lucha, no podemos echarnos hacia atrás”, afirma Gálvez.

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