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“Soñadores” temen a la deportación a pesar de que Trump les protege por ahora

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Los jóvenes beneficiados por la Acción Diferida (DACA) quedaron a salvo de las deportaciones masivas que prepara el Gobierno, pero igualmente están intranquilos porque consideran que antes o después todos los indocumentados serán blanco de la “agenda de odio” del presidente Donald Trump.

“La fuerza de deportación que anunció Trump en la campaña está siendo formada y empoderada delante de nuestros ojos”, declaró hoy a Efe Greisa Martínez, directora del grupo United We Dream, una de las principales organizaciones defensoras de los inmigrantes jóvenes en Estados Unidos.

“Todos seremos blanco de las deportaciones”, afirmó la activista, quien llamó a las personas de consciencia a “levantarse y oponerse a la agenda de odio” del presidente.

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Un memorando del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), especificó que los beneficiados con DACA a partir de 2012, no se verán afectados por las nuevas órdenes de la agencia federal, que a partir de hoy aumentan y aceleran las deportaciones.

Los 750.000 jóvenes que recibieron del presidente Barack Obama protección provisional contra las deportaciones, y permisos de trabajo por tres años, mantendrán el estatus, mientras cumplan con las reglas del programa.

Tampoco serían afectados “ciertos individuos”, como los padres de ciudadanos estadounidenses o de residentes permanentes, al mantenerse la vigencia de un memorando de 2014, que establece que los agentes de Inmigración podrán ejercer su discreción en esos casos.

“Igualmente seguimos atentos, porque esto no significa ninguna seguridad para nuestro futuro”, declaró a Efe el activista Juan Escalante, quien es uno de los jóvenes conocidos como “soñadores”, que llegaron ilegalmente a Estados Unidos de la mano de sus padres cuando todavía eran menores de edad.

Señaló como “preocupante” el caso actual de Daniel Ramírez Medina, detenido recientemente en el estado de Washington a pesar de estar protegido por DACA.

Las autoridades sostienen que el joven fue detenido por su participación en una pandilla, mientras que su abogada afirma que la acusación se basa en un documento falso.

“Esto debe servir de alerta para quienes tengan DACA, porque cualquier tropiezo con la ley puede resultar en algún tipo de acción inmediata que anule la protección”, expresó.

Martínez pidió la libertad inmediata de Ramírez Medina, de 23 años y padre de un hijo, y que el Partido Republicano y Trump den seguridades a los jóvenes “soñadores” de que la intención final del gobierno es dejar intacta la protección que supone DACA.

Pese a prometer durante la campaña electoral que iba a derogar este programa, la pasada semana Trump reconoció en rueda de prensa que “es uno de los temas más difíciles” con los que se enfrenta y aseguró que lo encarará “con corazón”.

Otras directrices firmadas por el responsable de DHS, John Kelly, establecen que no solamente se perseguirá a los inmigrantes indocumentados con antecedentes criminales violentos, sino además a todo aquel que sea detenido, aun por violaciones menores de la ley.

Por esta razón, la activista Nadia Sol Ireri Unzueta Carrasco, de Chicago, dijo a Efe que los “soñadores” no están tranquilos a pesar de la relativa buena noticia para este colectivo de cerca de 750.000 inmigrantes.

“Como todos, no estamos solos en esto, tenemos familia y amigos que ahora van a ser prioridad para el gobierno”, declaró.

La activista, que el año pasado logró que los Servicios de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) de EE.UU. le renovaran su DACA, después una negativa inicial debido a sus antecedentes de detenciones reiteradas durante protestas, dijo que es muy importante mantener organizadas a las comunidades.

“Debemos protegernos de los ataques que ya están aquí, que la gente conozca sus derechos y que esté conectada”, expresó en referencia a las redadas que acabaron a mediados de este mes con la detención de más de 600 indocumentados en todo el país.

Las nuevas directrices establecen además que todos los detenidos por violación de las leyes de inmigración quedarán recluidos, a la espera de que sus casos sean resueltos por un juez de inmigración.

En las deportaciones, los detenidos en la frontera serán enviados a México, aunque no sean mexicanos.

Anteriormente, las personas oriundas de México y Canadá podían ser deportadas directamente a sus países, pero los centroamericanos tenían que permanecer detenidos hasta que se resolviera un vuelo especial para llevarlos a sus países de origen.

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