Anuncio

Violencia deja sin doctores a Tierra Caliente; miedo al secuestro obliga al cierre de centros médicos

Unos 3.500 militares y 200 policías federales y estatales arribaron el miércoles 27 de enero de 2016, para participar en el Operativo Chilapa, que inició con el objetivo de reducir la violencia ligada al crimen organizado en varios municipios del estado mexicano de Guerrero, informaron las autoridades.

Unos 3.500 militares y 200 policías federales y estatales arribaron el miércoles 27 de enero de 2016, para participar en el Operativo Chilapa, que inició con el objetivo de reducir la violencia ligada al crimen organizado en varios municipios del estado mexicano de Guerrero, informaron las autoridades.

(Francisca Meza / EFE)
Share

Además del cierre de al menos 16 centros de salud en la entidad, la inseguridad está dejando sin médicos a las regiones de Tierra Caliente, Sierra y Montaña de Guerrero.

Carlos de la Peña Pintos, Secretario de Salud en el estado, anunció que buscan estrategias para poder reactivar el servicio, aunque reconoció que los médicos no quieren trasladarse a esas zonas debido a la violencia.

“Hoy me encuentro que hay muchos lugares donde si bien les dieron cambio de adscripción (a los médicos), sin sustituirlos, también algunos, hay que reconocer, (se han ido) por el problema de la inseguridad”, sostuvo,

Anuncio

El funcionario refirió que la mayoría de las clínicas ubicadas en los municipios de Arcelia, San Miguel Totolapan, Ajuchitlán del Progreso, Zitlala y Chilapa permanecen cerradas desde noviembre pasado debido al aumento de hechos violentos en la región.

En Arcelia, por ejemplo, han secuestrado a 25 personas en menos de un mes, entre ellas un enfermero, y en Ajuchitlán del Progreso suman hasta ahora al menos siete casos.

De acuerdo con directivos de la Jurisdicción Sanitaria número 1 en Tierra Caliente, los médicos se niegan a acudir a comunidades como San Rafael, en el municipio de San Miguel Totolapan; Loma Bonita, de Cutzamala de Pinzón, y San Antonio, del municipio de Coyuca de Catalán.

En total, 45 médicos y 60 enfermeras son los que hacen falta en aquella región, refirieron, y el cierre de las clínicas tiene sin atención a más de 20 mil personas que viven en esas comunidades.

Desde 2013 la violencia en la entidad ha alcanzado al personal médico de Guerrero. En ese año, cuatro médicos, dos de Coyuca de Catalán y dos del municipio de Pungarabato, fueron secuestrados por la delincuencia organizada y aún siguen desaparecidos.

Apenas el pasado 22 de junio, los médicos Marvin Hernández Ortega, Raymundo Tepeque y José Osvaldo Ortega, quienes laboraban en un centro de salud y en el hospital general de Petatlán, fueron privados de su libertad por hombres armados cuando viajaban en un automóvil en la carretera federal Chilpancingo-Acapulco.

En esa ocasión también fue privado de su libertad el abogado que laboran en las oficinas centrales de la Secretaría de Salud, Julio César Mejía Salgado.

Además, a decir de la diputada federal y secretaria general de la Sección 32 del Sindicato Nacional de Trabajadores de Salud (SNTS) en Guerrero, Beatriz Vélez Núñez, muchos trabajadores del sector salud han denunciado que afuera de sus centros de trabajo son amenazados con plagio o extorsión.

Anuncio