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Papa Francisco viaja a Chiapas, región extremadamente pobre y por donde cada año cruzan 150 mil migrantes

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Papa Francisco llega a Chiapas, región con menos católicos, extremadamente pobre y por donde cada año cruzan 150 mil migrantes

El papa Francisco visitará hoy San Cristóbal de las Casas, una pintoresca ciudad colonial ubicada en el corazón del estado mexicano de Chiapas, fronterizo con Guatemala, y cuna del movimiento zapatista.

Allí el jefe de la Iglesia católica rendirá tributo a las comunidades indígenas mesoamericanas y a los miles de inmigrantes que cada año atraviesan la frontera sur con la esperanza de llegar a territorio estadounidense.

La ciudad fue fundada por el español Diego Mazariegos en 1528 en un valle rodeado por montañas y habitado por comunidades indígenas, en su mayoría mayas, que fueron esclavizados.

Desde mediados del siglo XVI los españoles trajeron esclavos negros procedentes de África para aminorar la carga a los indígenas, y el mestizaje fue inevitable un siglo después. Se dio una integración racial, pero también cultural.

El sincretismo es notorio en esta urbe que cambió varias veces de nombre hasta que en 1848 recibió la actual denominación en honor a fray Bartolomé de las Casas, férreo defensor de los indígenas de Chiapas.

En 1892 dejó de ser la capital del estado, un lugar que ocupó San Marcos Tuxtla, actualmente Tuxtla Gutiérrez, después de años de pugnas entre grupos políticos locales.

Después de una década de trabajo en los Altos de Chiapas, el 1 de enero de 1994 el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se alzó en armas y se apoderó de siete alcaldías, entre ellas la de San Cristóbal de las Casas, para defender los derechos de los pueblos indígenas.

Los enfrentamientos causaron 300 muertes entre los dos bandos y el desplazamiento de unas 25.000 personas durante doce días, al cabo de los cuales el entonces presidente mexicano, Carlos Salinas (1988-1994), declaró el alto al fuego unilateral para iniciar un proceso de paz.

Las primeras conversaciones de paz entre las partes se celebran en febrero y marzo de ese año en la catedral de San Cristóbal de las Casas, con el obispo de esa diócesis, Samuel Ruiz, como mediador, pero los acuerdos alcanzados son rechazados por las bases zapatistas.

En 1995 se reanudan las negociaciones y un año después las partes firman los acuerdos de San Andrés de Larráinzar que sirvieron de base para redactar una reforma constitucional que el presidente Ernesto Zedillo (1994-2000) rechazó tras advertir el peligro de una fragmentación del país.

En 2001, ya con Vicente Fox (2000-2006) en el poder, se aprueba una ley de derechos y cultura indígenas que no respeta íntegramente la propuesta avalada por el EZLN, que entonces se declara en rebeldía.

Aunque los acuerdos de San Andrés nunca se concretaron y las condiciones de marginación siguen exigen existiendo, los zapatistas gobiernan con un alto grado de autonomía en medio centenar de municipios, la mayoría pertenecientes a la diócesis de San Cristóbal.

Precisamente el papa acudirá el lunes a la sede de esa diócesis, donde el 75 % de la población es indígena, para orar frente a la tumba de Samuel Ruiz, a quien llamaban cariñosamente “Tatic” (padre en lengua tzotzil).

El apodo se lo ganó a pulso después de cuatro décadas al frente de la diócesis de San Cristóbal, donde se convirtió en un defensor de los pueblos indígenas en una región donde predominan las etnias tzeltal, tzotzil, chol, tojolabal y zoque.

Unos meses antes del levantamiento del EZLN, Ruiz señalaba en una carta a Juan Pablo II las “difíciles condiciones de vida de los indígenas”, en su inmensa mayoría en la pobreza, y la inminencia de conflictos sociales por este motivo.

La presencia de Francisco ante su tumba es un reconocimiento a la lucha del obispo, quien durante años fue denostado por la jerarquía eclesiástica y acusado de instigar el levantamiento de los indígenas.

Francisco oficiará una misa ante 100.000 personas, la mayoría pertenecientes a pueblos autóctonos, en la que habrá lecturas y cantos en diferentes lenguas indígenas, y como gesto simbólico entregará el decreto oficial que autoriza su uso en las liturgias.

Y es que el catolicismo en este estado, uno de los más pobres del país, se sitúa en el 58 % frente al 83 % a nivel nacional, y se ha sincretizado con creencias y prácticas prehispánicas.

La colecta que se realice en la misa estará destinada a la construcción de dos albergues para migrantes, otro grupo vulnerable ocupará un lugar preponderante en el mensaje del pontífice durante el viaje a México, en el que también visitará la frontera norte.

Más de 150.000 indocumentados cruzan cada año el territorio mexicano con rumbo a EE.UU., pero durante la travesía están expuestos a robos, extorsiones, secuestros e incluso asesinatos por parte de bandas criminales, así como a abusos de autoridades corruptas.

En sus primeros mensajes en el país, Francisco recordó a quienes peregrinan “hacia el norte en búsqueda de oportunidades”, pese a los riesgos que afrontan en la clandestinidad, y pidió el reconocimiento a los indígenas de “la riqueza de su contribución” para dar a México una “identidad que les convierte en una nación única”.

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