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La azarosa y escurridiza vida de Joaquín “El Chapo” Guzmán

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La leyenda de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, empezó la madrugada del 19 de enero de 2001 cuando escapó por primera vez de una cárcel mexicana.

En esa oportunidad, el narcotraficante se fugó de la prisión de alta seguridad de Puente Grande, Jalisco, de una forma que todavía no se aclara por completo.

Luego de su fuga pasó a convertirse enuno de los hombres más buscados en el mundo: la revista Forbes lo incluyó en su lista de las personas más ricas del planeta, con una fortuna superior a los US$1.000 millones.

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Y es que desde la clandestinidad, junto con otros viejos líderes de narcotráfico, El Chapo hizo del Cartel de Sinaloa la organización de narcotráfico más poderosa del continente, con presencia en decenas de países en América, Europa, Asia, Oceanía e incluso en África.

Autoridades mexicanas y estadounidenses lo responsabilizan de iniciar una guerra por controlar las zonas de tráfico en la frontera norte de México, y que ha dejado un saldo de al menos 70.000 personas muertas, y otras 26.000 desaparecidas.

Y durante más de una década El Chapo evadió la persecución del gobierno mexicano y de agencias estadounidenses, gracias a una extensa red de protección que incluía a por lo menos cien guardias que le acompañaban de forma permanente, así como la ayuda de pobladores y autoridades en las zonas donde se movía, las montañas de Sinaloa, Durango y Chihuahua conocidas como El Triángulo Dorado.

Numerosas fugas

Varias veces equipos de élite estuvieron a punto de atraparle, pero Guzmán Loera logró escapar minutos antes de la llegada de los militares. La última vez ocurrió en enero de 2012 cuando El Chapo había concertado una cita con una mujer en una residencia del balneario de Los Cabos, Baja California.

Las noticias sobre el personaje se conocían por los corridos (canciones populares) que se escribían sobre él, así como por filtraciones de agencias estadounidenses.

Pero esa primera persecución terminó el 22 de febrero del 2014.

Luego de haberse mantenido prófugo por más de 13 años, Joaquín Guzmán fue capturado en un hotel del balneario de Mazatlán, Sinaloa, donde aparentemente asistía a una fiesta. Algo que, según la leyenda, hacía con mucha frecuencia.

Fue recluido en la prisión de máxima seguridad de “El Altiplano”, en el estado de México, pero ésta tampoco pudo retenerlo.

Tras solo 17 meses tras las rejas, El Chapo se escapó nuevamente en la noche del 11 de julio 2015, cuando desapareció después de ingresar al área de regaderas de la prisión, donde habitualmente realizaba su aseo personal.

Una larga historia

El sobrenombre de Guzmán Loera se debe a su corta estatura, pues mide 1.55 metros. En el occidente de México, a estas personas es común que se les diga Chapo.

Nació el 4 de abril de 1957 en la ranchería de La Tuna, en el municipio serrano de Badiraguato, que ha sido la cuna de varios de los capos de narcotráfico más importantes del país.

Es también una de las zonas de mayor producción de marihuana y amapola en México. De acuerdo con especialistas, desde mediados del siglo pasado estos cultivos son la principal fuente de ingresos para los campesinos que allí habitan.de EE.UU. llegaron a ofrecer US$5 millones por su captura.

Fue el caso de Joaquín Guzmán. Según documentó el periodista Jesús Blancornelas, El Chapo empezó a traficar marihuana desde muy joven, y en poco tiempo su grupo prosperó hasta convertirse en uno de los más importantes de Sinaloa.

En la década de los años 70 y 80 formó parte de la primera organización a gran escala de narcotráfico que hubo en México, el grupo conocido como Cartel de Guadalajara que fundó Miguel Ángel Félix Gallardo, El Jefe de Jefes.

El Chapo era un personaje de bajo perfil, recordó Blancornelas, y así se mantuvo incluso después que en 1989 Félix Gallardo fue detenido y su imperio se dividió entre sus principales lugartenientes.

Pero la historia cambió la tarde del 23 de mayo de 1993, cuando el cardenal de Guadalajara Juan Jesús Posadas Ocampo fue asesinado.

La Procuraduría (fiscalía) General de la República (PGR) dijo que el sacerdote fue confundido con El Chapo por sicarios del Cartel de Tijuana, enemigos del sinaloense. Semanas después fue capturado en Guatemala, donde Guzmán Loera tenía algunos socios.

Un hombre seductor

]Hace algunos años la PGR definió a Joaquín Guzmán como “un sujeto peligroso, seductor y con capacidad de esperar el momento más propicio para ejecutar sus venganzas”.

Una personalidad que le sirvió para escalar en el negocio del narcotráfico al que transformó, según especialistas como Edgardo Buscaglia.

Y es que meses después de su fuga El Chapo emprendió una lucha por arrebatar al Cartel del Golfo y Los Zetas el control de Nuevo Laredo, por donde cruza el 38% del comercio con Estados Unidos.

Luego se enfrentó con el Cartel de Juárez al que virtualmente echó de sus territorios, según la agencia antidrogas de Estados Unidos, la DEA. Y después rompió con los hermanos Beltrán Leyva quienes hace décadas le iniciaron en el negocio del tráfico de drogas.

Desde 2010 los grupos afectados por El Chapo formaron una alianza para enfrentarlo, pero el personaje y sus aliados del Cartel de Sinaloa sobrevivieron a la guerra.

¿Por qué? Según especialistas una de las razones es la complicidad que consiguió –forzada o comprada- de muchas autoridades de varios niveles, pero también a la protección de las comunidades donde vivía.

En Sinaloa, por ejemplo, los habitantes se han acostumbrado a convivir con el narcotráfico indicó a la cadena MVS el periodista Javier Valdés, autor de varios libros sobre el tema.

“Estamos acostumbrados a convivir con los narcos, con este ambiente de ejecuciones, operativos. Nos han colocado en una condición de rendición, de acostumbrarnos al narcotráfico”.

Una protección que, en febrero de 2014, no parece haber funcionado, aunque algunos creen que El Chapo bajó la guardia. Días antes de la captura la Secretaría de Marina inició una operación especial en varias casas de Culiacán, la capital de Sinaloa, donde se capturó a algunos de los jefes de seguridad del Cartel de Sinaloa.

Pero, además, desde hacía varias semanas circulaba un rumor -no desmentido- que aseguraba que Guzmán Loera estaba enfermo, y que incluso tuvo una crisis cardiaca debido a sus excesos.

Enfermo o no, con protección o sin protección, El Chapo apenas estuvo 17 meses recluido esta vez.

Esta segunda fuga representa un golpe a las autoridades mexicanas y un nuevo hito en la leyenda del famoso delincuente.

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