El mito del Chapo: de criminal más peligroso del mundo a protector de los latinos

Hace unos meses, la Comisión del Crimen de Chicago nombró al Chapo Guzmán como el “Enemigo Público No. 1”, título que sólo había tenido Al Capone en la década de los años treinta.

Dos días después, durante una entrega de premios, Pitbull dijo en un discurso dirigido a Donald Trump: “Yo no soy político, soy músico, pero más que nada soy latino (...) Le quiero decir a Marco Rubio ponte las pilas, Hillary Clinton ponte las pilas, porque Donald Trump no puede ser presidente. So Donald Trump, para todos los latinos de afuera, siempre p’arriba y p’adelante y Trump: ¡ten cuidado con el Chapo, papo!”.

Invocar la imagen del Chapo Guzmán sirve, pues, para muchas cosas. Puede ser el criminal más peligroso del mundo, protector de los latinos, escapista creativo como Frank Morris, generoso como Robin Hood, un bandido justiciero.

El papel específico que se le atribuye no tiene mucho interés. Lo que sí importa es saber qué se quiere decir cuando se invoca esa imagen y entender por qué se utiliza para denunciar, al mismo tiempo, la violencia y el racismo, por ejemplo.

Aclaremos: Joaquín Guzmán es un empresario, que opera por canales informales o ilegales. Su objetivo es hacer negocios, no el poder político formal. En cambio, el Chapo se parece más a un mito, al del bandolero: un hombre del pueblo, humilde y astuto, que está en una guerra constante contra el Estado, da a los pobres y humilla a un gobierno corrupto e injusto. Para muchos (tal vez exageran), su fuga es evidencia de todo eso: el Estado mexicano es débil, es corrupto o no existe.

El mito del Chapo y su alusión en el discurso es un síntoma: algo falta en la discusión pública que explica el uso de esa imagen. No digo que la violencia, el narcotráfico o la corrupción no sean problemas reales, lo son. Pero sería interesante analizar y entender por qué se usa la imagen del Chapo como eje.

Con la imagen del Chapo somos latinos, somos críticos del régimen; contra él somos demócratas, defensores del estado de Derecho.

Conocer los mitos ayudaría a entender un país en el que puede desaparecer una persona (o 43), de un día para otro.

Rodrigo Salido Moulinié es un estudiante de Política y Administración Pública (séptimo semestre).