En Tijuana comienzan a reconstruir en lugar de derribar los viejos edificios
Desde hace varios años Tijuana ha estado en un auge de construcción, con más de una docena de torres de condominios construidas en lotes baldíos o en lugares de antiguas estructuras demolidas.
En el horizonte rápidamente transformado de la ciudad, es raro que la destrucción de un edificio antiguo tenga mucha oposición.
Esto es un marcado contraste con San Diego, donde las estructuras con un limitado significado histórico pueden detener grandes desarrollos de vivienda.
Sin embargo, al igual que su vecino del norte, la ciudad mexicana se está quedando sin terrenos y los desarrolladores están recurriendo con mayor frecuencia a la reconstrucción de las estructuras existentes, sin la presión de las demandas legales.
En el extremo occidental de la zona central de Tijuana, Centro Ventures, con sede en esta ciudad, está convirtiendo una antigua ferretería abandonada, construida en la década de los ochenta, en unos cuantos departamentos en el segundo piso en un edificio comercial y de condominios de 15 unidades llamado Commuter.
Es importante mantener viva la historia de un edificio, pero el director general de Centro, Miguel Marshall, comentó que esto también tiene un sentido financiero. Expresó que la reconstrucción del edificio resulta más barata que pagar por la demolición y los materiales.
Con 31 años, Marshall es uno de los desarrolladores más jóvenes de la ciudad y su Centro Ventures ha completado otros tres proyectos similares. Como nativo de Tijuana, dijo que era importante para él regresar a su hogar para marcar la diferencia después de un tiempo en San Francisco y la Ciudad de México. Explicó que arreglar los edificios viejos es una manera de hacer que la ciudad se vea mejor.
“No mucha gente lo ve como lo ven mis ojos”, indicó Marshall.
El edificio de uso mixto se encuentra en una calle concurrida que no se ve como el mejor lugar del mundo para los peatones, pero está en medio de una transformación con otros edificios multifamiliares propuestos en las cercanías.
Marshall concluye que hay hasta 100 edificios abandonados o en ruinas como Commuter en Tijuana que podrían ser remodelados. Explicó que es difícil adquirir edificios, porque muchos propietarios piensan que con el auge de condominios en Tijuana significa que pueden cobrar precios muy altos. Debido a que los costos son demasiado altos para los pequeños desarrolladores, entonces permanecen vacíos.
“Incluso si estamos construyendo en pequeña escala en los pocos espacios urbanos disponibles”, dijo, “eso no significa que no obtengamos ganancias”.
Los condominios en el sitio serán incluso más baratos que la mayoría de los nuevos condominios de Tijuana que promedian alrededor de los 200 mil a 300 mil dólares.
La unidad menos costosa es un condominio de 389 pies cuadrados por 62 mil 904 dólares, pero el promedio es de alrededor de los 81 mil dólares con departamentos que van desde los 420 hasta 906 pies cuadrados.
Hay dos penthouse, uno por 217 mil 170 dólares (1802 pies cuadrados) y otro a 238 mil 276 dólares (2003 pies cuadrados).
El espacio comercial en el primer piso tiene 315 pies cuadrados y ya fue rentado a una cafetería.
Centro compró el edificio a principios de este año y lo imaginó como un lugar para solteros y parejas. Marshall no quiso decir el costo del proyecto, solo mencionó que fue de más de un millón de dólares y que fue financiado por inversionistas privados estadounidenses que conoció en una gira de negocios por la ciudad. El dinero adicional proviene de un préstamo bancario mexicano.
La construcción en Commuter está programada para finalizar hasta la primavera de 2019, aunque ya se vendieron cinco condominios. Marshall dijo que la mayoría de los compradores son mexicanos y solo han tenido a un estadounidense, quien viaja a menudo a la ciudad para realizar trabajos médicos, que ya adquirió un lugar.
Najla Wehbe Dipp, exregidora de Tijuana, expresó que cambiar la cultura de derribar edificios sin pensarlo mucho costará algo de trabajo, porque no ha sido una gran prioridad desde que el desarrollo urbano comenzó alrededor de los albores del siglo XX.
“Tijuana es una ciudad que ha crecido muy rápido”, señaló. “A medida que ha crecido, los viejos edificios o casas son demolidos, y en su lugar se colocan otras edificaciones modernas y más grandes para que las personas vivan o pongan oficinas. Creo que esa es una de las razones por las que no hay muchos edificios históricos”.
Dipp dijo que como regidora batalló para salvar a uno de los edificios más antiguos de Tijuana, una cárcel en la que muchos estadounidenses terminaron pasando la noche, pero no tuvo éxito. La cárcel de más de 50 años incluso inspiró la canción Tijuana Jail de Kingston Trio en 1959. A pesar de los planes para convertir el lote en un nuevo desarrollo, con el tiempo se convirtió en un parque.
“Creo que hay muy pocas personas que consideran importantes los edificios históricos o algo que vale la pena conservar”, expresó. “A menos que encuentres a alguien que esté dispuesto a poner dinero para preservarlo o convertirlo en algo nuevo, eso no va a suceder”.
Al menos un desarrollador prominente se tomó el trabajo de conectar el pasado con su nuevo desarrollo. Un nuevo edificio de departamentos llamado Eazy Living de Cosmopolitan Group fue construido en la estructura de un edificio en ruinas de 60 años de antigüedad, en un área subdesarrollada a dos cuadras de la calle principal de la ciudad, la avenida Revolución.
El edificio fue utilizado en una escena de Born in East L.A., una película de 1987 de Cheech Marin sobre un mexicano-estadounidense que es deportado después de haber sido confundido con un inmigrante indocumentado. En la escena filmada en el edificio, Marin enseña a otros inmigrantes, incluidos algunos de China, cómo integrarse en Los Ángeles diciendo “waas sappening”.
La escena está inmortalizada con un perfil de Marin y los inmigrantes pintados en el patio donde fue filmada. Un dato interesante: uno de los inmigrantes chinos fue Jason Scott Lee, un actor que interpretó a Bruce Lee en la película biográfica Dragon: The Bruce Lee Story.
“Estas historias son importantes para nosotros”, dijo el arquitecto de Cosmopolitan, Gustavo Gualajara.
La renta de una recámara (430 pies cuadrados) en Eazy Living es de 799 dólares por mes y 1049 por un departamento de dos habitaciones (688 pies cuadrados).
Los servicios incluyen un pequeño gimnasio, comedor comunitario, noches de cine en el salón de la azotea y una sala para ver televisión o jugar ping pong. Después de un año y medio de construcción, el proyecto abrirá este mes.
Debido a que Eazy Living es un complejo de departamentos ya existente, no tiene requisitos estrictos de estacionamiento, pero se le están poniendo 30 espacios, dijo Cosmopolitan.
Para Commuter, debido a que es un desarrollo de condominios, se tienen reglas más estrictas que aplican de hecho a los propietarios sobre los inquilinos.
Se requirió que el Centro colocara 1.6 espacios de estacionamiento para cada unidad, aumentando los costos, aun cuando ya había un estacionamiento subterráneo construido. Al igual que los desarrolladores de San Diego, Marshall dijo que los requisitos para estacionamientos están desactualizados.
“Está muy orientado al estacionamiento”, explicó. “El mayor reto de la agencia urbana es cómo el enfoque está centrado en el estacionamiento”.
Molnar escribe para el U-T.
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