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Donald Trump: un puente con Rusia, un muro con México

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Mientras que el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insiste en poner un muro fronterizo a México, el republicano tendió ayer un puente de relación con Rusia.

En una conversación telefónica, el magnate y el Mandatario ruso, Vladimir Putin, acordaron estrechar las relaciones políticas y comerciales entre ambas naciones, en un momento en que Trump amenaza con desatar una guerra con México en este ámbito.

Los presidentes también pactaron coordinar las acciones en la lucha contra el terrorismo y el conflicto árabe-israelí, con el fin de derrotar al autodenominado Estado Islámico.

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Además, debatieron sobre el conflicto de Ucrania, aunque de acuerdo con Rusia, no lo hicieron sobre las sanciones impuestas a Moscú por el país anglosajón, pese a las presiones internas para mantenerlas.

“Los temas internacionales de relevancia en la actualidad fueron discutidos en profundidad, incluido el combate al terrorismo, la situación en Medio Oriente, el conflicto árabe-israelí, la esfera de estabilidad estratégica y la no proliferación de armas, la situación en torno al programa nuclear de Irán y sobre Corea del Norte”, informó el Kremlin en un comunicado.

La Casa Blanca dijo que la conversación, iniciada por Putin, había sido gratificante.

“La positiva llamada fue un primer paso significativo para mejorar las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, algo que es necesario”, expresó en un comunicado.

“Tanto el Presidente Trump como el Presidente Putin tiene la esperanza de que, después de la llamada, podrán avanzar rápido para abordar el terrorismo y otros temas que preocupan a ambos”.

Con este acercamiento a Moscú y la detonación de la crisis en la relación con México, el Mandatario estadounidense ha dado un giro de 180 grados a la política exterior que su país había mantenido en las últimas décadas.

Y es que el ex presidente Barack Obama acabó su etapa en la Casa Blanca con la peor confrontación diplomática con Rusia en años, la cual llegó a su punto álgido cuando ordenó la expulsión de funcionarios rusos como represalia a la injerencia de su país en los comicios presidenciales de 2016.

Esta cercanía con Rusia trae de cabeza al propio partido Republicano, y ha sembrado la inquietud entre los aliados europeos por las sanciones derivadas del conflicto en Ucrania.

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