Exposición invita a buscar “nuevas formas de pensar” la Ciudad de México

Con elementos del arte popular y las nuevas tecnologías que bien podrían simbolizar la mezcla de historia e innovación que se conjuga en la capital, una exposición invita a buscar “nuevas formas de pensar” la bulliciosa megalópolis que es la Ciudad de México.

“Miradas a la ciudad” es el nombre del espacio expositivo permanente abierto por el Museo de la Ciudad de México con la intención de que los artistas y el público “lo puedan hacer suyo desde un punto de vista reflexivo”, afirma a Efe el director del recinto, José María Espinasa.

Diversas salas conforman un concepto poliédrico de la ciudad, con materiales como vídeos, artesanías, mapas, proyecciones inmersivas, recorridos de 360 grados, fotografías y otros elementos artísticos.

“Todas las salas son a la vez miradas autónomas y miradas vinculadas”, con las que el espectador adquiere un carácter participativo y dibuja su propia exposición, asevera el director.

Espinasa dice que desde el Museo buscan que si un visitante “busca una exposición de carácter artístico, la encuentre, si busca una de carácter tecnológico, la encuentre, y si quiere hacer consultas o informarse sobre arquitectura y urbanismo, lo encuentre”.

Una meta “muy ambiciosa”, pero que también da cuenta de la complejidad de la urbe.

El recorrido se inicia abordando el fenómeno urbano a través del tiempo, y se analizan los problemas de las grandes urbes (seguridad, vivienda, desigualdad, etc.).

A continuación, el visitante entra en una sala oscura en que se van encendiendo diferentes dibujos realizados con lámparas de neón, relatando los problemas que ha tenido la Ciudad de México con el agua.

Este tema también se aborda en el tercer espacio mediante un vídeo que explica cómo la capital se construyó sobre una zona lacustre y qué dificultades implica este aspecto.

Después de un espacio dedicado al urbanismo, en que se pueden consultar mapas sobre el desarrollo de la ciudad a lo largo de los años, se pasa a la sala “De Tenochtitlan a la Ciudad de México”.

Esta presenta varios conjuntos de objetos que analizan las diferentes etapas sociales y culturales por las que ha pasado la ciudad, empezando por el periodo en que fue capital del imperio mexica hasta llegar al momento de globalización y mestizaje que vivimos en la actualidad.

La pieza protagonista de esta sección es un gran árbol de la vida que presenta a sus pies el águila y el nopal -referencia a la historia sobre la fundación de Tenochtitlan- y en sus ramas alberga figuras de personajes como Sor Juana Inés de la Cruz, Pancho Villa, Diego Rivera o Elena Poniatowska.

En la penúltima sala se proyecta la pieza “Palabrero”, de Everardo González -director de “La libertad del diablo”-, un homenaje al ruido y a los sonidos ligados a la ciudad.

La exposición cierra con un espacio donde los visitantes pueden ponerse unas gafas de realidad virtual para sumergirse en experiencias como una visita al Estadio Azteca o a la fiesta de muertos en Mixquic.

El director del recinto detalla que, aunque la exposición tiene un carácter permanente, hay contenidos concretos que podrían ir cambiando con el tiempo para dar nuevos aires a la muestra.

La exposición, señala, permite darse cuenta de la dificultad que implica una ciudad de estas dimensiones: “Somos diez millones en la ciudad, 20 millones en el espacio urbano con las zonas conurbadas”, lo que representa retos en temas como movilidad, contaminación o vivienda.

“Al ver estas cosas, se nos van a ocurrir más y mejores soluciones”, señala Espinasa, quien agrega que, a fin de cuentas, “una ciudad es una utopía en proceso de formación y estamos siempre haciéndola, nunca se acaba”.

El proyecto ha sido coordinado por Mediapro Exhibitions, división del Grupo Mediapro que se ocupa de la creación y el desarrollo de exposiciones y productos museográficos.