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Cruzar la frontera en la cajuela de un auto, todo un peligro de muerte

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La Patrulla Fronteriza y activistas expresaron su preocupación ante el aumento de los casos de inmigrantes indocumentados que son transportados en las cajuelas de automóviles, lo que los pone en peligro de muerte.

“Son varios casos que estamos teniendo de inmigrantes en cajuelas de autos. Se está convirtiendo en un método popular entre los contrabandistas”, dijo a Efe Vicente Paco, vocero de la Patrulla Fronteriza en el Sector Tucson, en Arizona.

En las pasadas cuatro semanas, los agentes fronterizos han descubierto a una decena de inmigrantes indocumentados que eran transportados encerrados en cajuelas de autos.

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“Estos autos que utilizan muchas veces se encuentran en malas condiciones, tienen problemas mecánicos, malas llantas y aun así meten a los inmigrantes en las cajuelas en espacios muy reducidos, unos encima de los otros”, relató el agente fronterizo.

Indicó que el mayor peligro es que, una vez dentro, los inmigrantes no tienen forma de abrir la cajuela, por lo que deben de esperar hasta que el contrabandista les abra.

El recorrido desde la frontera de Arizona hasta la ciudad más cercana como Tucson puede tomar entre 45 minutos a una hora en auto.

Todos los descubrimientos se han hecho en los retenes establecidos por la Patrulla Fronteriza en las carreteras de la zona, lo que, de acuerdo a Paco, demuestra su efectividad como una segunda línea de defensa, a pesar de las críticas que reciben por su ineficacia.

Uno de los casos más recientes reportados por la Patrulla Fronteriza ocurrió el pasado 12 de diciembre, cuando oficiales asignados al retén establecido en la Ruta Estatal 83 arrestaron a una mujer de 47 años después de encontrar a dos indocumentados de origen mexicano escondidos en la cajuela de su auto.

“Estamos rescatando de las cajuelas de los autos tanto a hombres como mujeres, de diferentes nacionalidades, mexicanos, centroamericanos”, indicó Paco.

Agregó que los contrabandistas mienten a los inmigrantes y les dicen que pasarán poco tiempo dentro de la cajuela o que solo deberán caminar unas cuantas horas por el desierto.

Indicó que muchos de estos inmigrantes llegan con la esperanza de “promesas falsas” de que se aprobará una reforma migratoria o que podrán regular su estatus migratorio.

Durante el año fiscal 2016, las autoridades estadounidenses detuvieron a 408.870 inmigrantes indocumentados, lo que supuso un considerable aumento con respecto al periodo anterior, en el que se registraron 331.333 detenciones.

En los dos primeros meses del presente año fiscal, este número fue de 93.405 inmigrantes, lo que podría llevar a que se repitiesen o superasen las cifras del año fiscal 2014, cuando llegaron 479.371, muchos de ellos menores y unidades familiares, lo que desató una “crisis humanitaria”, en palabras del presidente Barack Obama.

Paco indicó que, afortunadamente, en los últimos meses no se ha reportado en la zona ninguna muerte, aunque el peligro de muerte es latente, especialmente cuando las temperaturas superan los 110 grados Fahrenheit en el desierto de Arizona.

“Dentro de una cajuela de auto la temperatura sube rápidamente, la ventilación es mínima, por lo que las personas se pueden deshidratar rápidamente”, dijo a Efe Michael McQueen, médico del Departamento de Emergencia del Centro Médico de Tucson.

El galeno indicó que, aunque no se produzca el fallecimiento, la deshidratación puede provocar problemas graves como fallas renales.

Además, en su opinión, en caso de un accidente automovilístico, las personas que se encuentran en una cajuela corren un alto riesgo de sufrir serias lesiones o morir.

Para activistas como Juanita Molina, directora de la organización Fronteras Compasivas, quienes colocan agua en lugares estratégicos del desierto de Arizona para evitar muertes de inmigrantes, las duras políticas migratorias de Estados Unidos fomentan la presencia de redes de traficantes de humanos.

“Los indocumentados están en manos de estas organizaciones criminales, a las que nos les importa ponerlos en riesgo, ya sea caminando por el desierto o metiéndolos en cajuelas de autos”, dijo Molina a Efe.

La activista teme que en caso de que el presidente electo, Donald Trump, cumpla con su promesa de campaña y lleve a cabo deportaciones masivas de indocumentados, las muertes en la frontera se podrían incrementar.

“Los inmigrantes van a tratar de regresar de cualquier modo, sobre todo aquellos que tienen a su familia en este país”, estimó la activista.

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