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Inmigrante guatemalteco dirige expertos de NASA en proyecto de exploración de Júpiter (video)

Edward Hirst recordó que su inspiración para trabajar en proyectos espaciales comenzó en Centroamérica mientras crecía comiendo "frijolitos volteados refritos y huevos con salsa ranchera", receta popular de Guatemala.

Edward Hirst recordó que su inspiración para trabajar en proyectos espaciales comenzó en Centroamérica mientras crecía comiendo “frijolitos volteados refritos y huevos con salsa ranchera”, receta popular de Guatemala.

(IVÁN MEJÍA / EFE)
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El guatemalteco Edward Hirst aprendió pronto a resolver complejas ecuaciones matemáticas, sólida base con la que estudió ingeniería aeroespacial en Estados Unidos y que le sirvió para ser jefe de la misión Juno, rumbo a Júpiter, del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA.

“Yo soy el gerente de operaciones del proyecto de Juno, tengo unas 50 o 60 personas que trabajan bajo mi dirección y nuestras responsabilidades son manejar la nave espacial que va en ruta a Júpiter”, dijo el ingeniero aeroespacial de JPL-NASA en su base en Pasadena, California.

El orbitador aeroespacial Juno fue lanzado al espacio el pasado 5 de agosto de 2011, desde Cabo Cañaveral, Florida, en ruta hacia el planeta Júpiter a donde llegará, según cálculos, el 4 de Julio de 2016 en donde realizará investigaciones científicas.

Juno “ahorita va en camino a Júpiter y tenemos que asegurar que la nave llegue en buen estado”, dijo Hirst sobre el trabajo actual de su equipo.

“Pero también estamos planificando cuando lleguemos”, al planeta más grande del sistema solar para así “tener todos los planes” con el objetivo de “hacer todas las medidas científicas al llegar”, explicó.

Edward Hirst Solé nació en Ciudad de Guatemala, Guatemala, el 7 de junio de 1970, de su padre Charles Hirst, un piloto comercial que trabajó en tareas diversas en la Fuerza Aérea de Estados Unidos y quien en estadías en Centroamérica “se enamoró” de su progenitora, la guatemalteca Carmen Alicia Solé.

Hirst estudió la licenciatura en ciencias físicas y matemáticas en la Universidad del Valle Guatemala, prosiguió con estudios en ingeniería aeroespacial en la Universidad de Texas en Austin hasta graduarse en 1993.

“Ese mismo año el Laboratorio de Propulsión de la Agencia Aeroespacial de Estados Unidos (JPL-NASA) me contrató en planificación de la misión Galileo”, recordó el hispano.

La sonda aeroespacial Galileo arribó a la órbita de Júpiter, el 7 de diciembre de 1995.

Por su experiencia con aparatos espaciales que orbitan “el gigante de gas”, Hirst hoy dirige los especialistas del proyecto Juno, quien en la mitología romana es la esposa curiosa de Júpiter.

“El proyecto Juno, la importancia es estudiar el planeta Júpiter”, destacó Hirst quien explicó que la esfera gaseosa y sus satélites naturales son como “un mini modelo del sistema solar”.

“Entonces al estudiar Júpiter y el sistema también podemos estudiar el sistema solar y empezar a entender como los sistemas se han formado”, indicó.

Otra de las indagaciones científicas asignadas a Juno será la de averiguar si Júpiter tiene superficie con rocas, agua, además de estudiar la atmósfera, entre varias tareas.

“Mi satisfacción personal de participar en estos proyectos es que en cada misión, en cada paso que tomamos, descubrimos nuevas cosas acerca del sistema solar”, contó el gerente de operaciones de Juno.

“Por ejemplo en la misión actual en que estoy cuando llegue a Júpiter la nave espacial va a pasar a 4.500 kilómetros arriba del techo de nubes y ninguna otra nave ha estado en esa zona”, reveló.

“Así que vamos a conocer mucha información sobre esa área del espacio”, aseguró el ingeniero aeroespacial quien también se desempeñó como gerente de sistemas del proyecto “Stardust”.

El 2 de enero de 2004, la aeronave Stardust se acercó al cometa “Wild 2” para recoger muestras del polvo de cola que después fueron traídos a la tierra, enero 2006, “para que los científicos estudien de qué están hechos los cometas”, según indicó Hirst.

También laboró como gerente de la misión Génesis cuyo objetivo fue adquirir “muestras del sol” atrapadas del viento solar, desde diciembre 2001, para ser recibidas en tierra en septiembre de 2004.

“Los científicos estudian los iones para saber de qué está hecho el sol”, dijo el experto.

Hirst recordó que su inspiración para trabajar en proyectos espaciales comenzó en Centroamérica mientras crecía comiendo “frijolitos volteados refritos y huevos con salsa ranchera”, receta popular de Guatemala.

“Mi abuelo paterno era un aviador y trabajó en la primera línea aérea comercial guatemalteca que tenía ruta a Nueva Orleans, Aerovías de Guatemala”, recordó Hirst.

“Mi papá después de haber servido en la Fuerza Aérea trabajó como maestro de mecánica aeronáutica en Panamá”, agregó el ingeniero quien además recordó que un tío acostumbraba llevarlo a volar cuando pilotaba una avioneta agrícola.

El hispano detalló también que películas de ciencia ficción como “Battle Star Galactica” y “Star Wars” también tuvieron una gran influencia sobre la orientación de su vida hacia la exploración del espacio.

“Eso me encendió una curiosidad para aprender sobre el sistema solar, el universo y venir a trabajar en misiones espaciales”, concluyó.

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