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Utilizan a Trump para pedir independencia de California; ¿es viable el Calexit?

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Las redes sociales vibraron la noche de las elecciones con la etiqueta #Calexit, luego de conocerse que la Casa Blanca quedaría en manos de Donald Trump. En Twitter fue una tendencia, mientras en Facebook este jueves aparecía entre los temas de mayor conversación entre más de 19 mil personas.

Calexit es la abreviación de “California Exit” (salida de California) imitando a Inglaterra, en donde recientemente los electores decidieron salirse de la Unión Europea, lo que se conoció como Brexit; pero ahora algunos californianos promueven la independencia de la Unión Americana.

“No podemos emprender algo de esa magnitud en este momento, es cierto que estamos en ‘shock’ pero si queremos hacer algo que no tiene pies ni cabeza nos va a terminar de hundir”, valoró Amarilys Ortiz, residente en Santa Mónica, quien llegó de Centro América en 1989.

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Desde el 2014 se impulsa el movimiento a través del portal YesCalifornia.org, cuyo fin es convocar a un referendo que produzca la secesión del Estado, considerado la sexta economía mundial por sí solo. Sin embargo, con los resultados electorales la iniciativa se colocó en la opinión pública.

“#Calexit significa no a los muros, no a las prohibiciones [contra] musulmanes, no al presidente Donald Trump”, publicaron en Twitter los autores de la campaña, invitando a los cibernautas a firmar la petición que circula en línea.

Shervin Pishevar, inversionista de Uber y co-fundador de Hyperloop, el mismo 8 de noviembre se sumó a esta iniciativa que el etiquetó en las redes sociales como #NewCalifornia, anunciando sus planes de financiar una “campaña legítima para que California se convierta en su propia nación”.

A criterio de Brett Shears, de 33 años de edad, este movimiento está basado principalmente en un deseo impulsivo, que en vez de ayudar al resto del país haría más daño.

Este joven, graduado con una maestría en Políticas Públicas en la Universidad del Sur de California (USC), cree que no es coincidencia que esta iniciativa tome fuerza ahora, señalando que esta elección fue uno de los cambios más significativos en los últimas tres décadas.

“Si la elección de Trump simplemente significa que el populismo dictará nuestra política y políticas para la próxima generación, entonces California no será muy diferente con o sin el resto del país”, destacó Shears.

En el 2013, con más de 100,000 firmas se entregó la solicitud al presidente Barack Obama para que el Estado de Texas abandonara la Unión y estableciera su propio gobierno. En abril de 2016 un grupo republicano reavivó la iniciativa, promoviendo un plebiscito para tener una nación soberana.

Ante la petición, Jon Carson, director de la Oficina de Participación Pública de la Casa Blanca, respondió hace tres años los tejanos que en la guerra civil murieron 600 mil estadounidenses, conflicto en donde se reivindicó el principio que dicta la Constitución que la unión es permanente.

“Ellos [padres fundadores] consagraron en ese documento el derecho a cambiar nuestro Gobierno nacional a través del poder del voto, un derecho por el que generaciones de americanos han luchado para garantizar a todos. Pero no establecieron el derecho a marcharse”, explicó Carson.

Con menor respaldo popular, anteriormente han surgido iniciativas parecidas en Alabama, Florida, Georgia, Luisiana, Carolina del Norte, Tennessee y Carolina del Sur, estados que en 1861 se independizaron provocando la Guerra de Secesión.

La iniciativa de secesión californiana, de acuerdo a Salvador ‘Chamba’ Sánchez, profesor de Ciencias Políticas del Colegio Comunitario de Los Ángeles, es contraproducente y no lleva a ningún lugar; al contrario, confunde a la población y refleja que no se conoce la historia de la nación.

“La primera vez que se quisieron salir hubo una guerra civil”, razonó el académico. “Siempre hay voces con este mensaje y es parte de la democracia, pero no es viable porque la Constitución nos trajo a las colonias juntas”.

A nivel local, recordó Octavio Pescador, profesor de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), se han levantado grupos que promueven la secesión del Valle de San Fernando, pero son poco fructíferos; y en el caso de California indicó, se tenga mérito o no, será rechazado.

“California es como una alcancía, cuyos impuestos sirven para financiar a otros estados”, explicó Pescador. “Lo pueden pedir y aunque se aprobara un referendo no lo van a dejar ir, y si llegara a la Corte lo van a declarar inconstitucional, porque la Unión es indisoluble”, concluyó.

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