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Historia: Se inspiró en su hijo con parálisis cerebral para ayudar a otras familias

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La alegría de ser madre llegó a Reina Serrano por partida doble: Kairy (27 años) y Benjamín (23) le transformaron la vida; sin embargo, desde que nació su segundo hijo, su rutina fue diferente debido a la parálisis cerebral que padece y aunque al principio fue desgarrador, ahora es motivo de inspiración.

“Me sentía enojada con Dios y triste de lo que padecía mi hijo”, confesó Serrano, al relatar que “Benji” como ella lo llama, no pudo valerse por sí mismo, y tiene que usar una silla de rueda para movilizarse y debe ocupar unos cables para alimentarse y recibir sus medicamentos.

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Esta inmigrante originaria de Cabañas, El Salvador, sacó fuerzas para luchar. Cuando su hijo tenía 12 años de edad, decidió crear la fundación Forteen Angels, con la cual apoyan a los niños ingresados en el área de diálisis del Hospital Benjamín Bloom, de la capital salvadoreña.

“La fundación nace en honor a ‘Benji’”, aseveró la líder comunitaria de 49 años de edad. “Me puse a pensar en las madres de allá, ¿cómo le hacen cuando tienen un hijo enfermo? Es poder dar un poco de lo que recibo”.

La organización, dijo Serrano, provee medicamentos, transporte y, a la fecha, han ayudado a construir 14 habitaciones para que los niños con insuficiencia renal puedan recibir tratamiento en sus viviendas, entre otras acciones.

En su caso particular, agregó, que gracias al seguro puede cubrir los tratamientos de Benjamín, quien cuenta con una enfermera, un vehículo adaptado a su silla de rueda y ramplas para que el joven se pueda movilizar dentro y fuera de la casa en donde vive, en el Valle de San Fernando.

“Él se alimenta vía intestino delgado, no come nada por su boca”, advirtió sobre la complicación que tuvo en su esófago hace cinco años y que provocó ese cambio. “Por eso no podemos salir a restaurantes, porque a él todavía le dan deseos de comer por su boca”.

En medio de esas complejidades, Serrano ha podido ver más allá de sus circunstancias. Y cuando observa a “Benji” sonreír, usar la aplicación YouTube o Netflix, disfrutar o sufrir por un partido de fútbol, porque es amante de L.A. Galaxy y FC Barcelona, es como que emana en ella una potencia interior.

“Mi hijo es un motor para mí”, admitió. “El hecho de que un hijo sea discapacitado, no quiere decir que sea inútil”.

Serrano antes pensaba que ella era la única con un hijo con discapacidad, pero ha llegado al convencimiento que hay otras mujeres como ella que enfrentan casos iguales o en condiciones más difíciles.

Por esa razón, ella trata de compartir siempre en sus redes sociales lo que hace Benjamín, porque cree que puede ayudar a otras madres de familia a levantarse en medio de las circunstancias adversas.

“Dios nos escogió por alguna razón y es por eso es que les digo a otras madres que no nos estanquemos, que salgamos hacia adelante y mostremos que nuestros hijos son capaces”, apuntaló.

“Ser mamá de un niño especial es lo mejor que me ha podido pasar en la vida”, concluyó Serrano.

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