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Se arriesgó a contraer VIH; su meta era ‘tener mucho sexo’

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A la edad de 15 años, su padrino lo llevó a un prostíbulo para que se hiciera “hombrecito”, señala Pablo.

Con temor y curiosidad, el niño escogió una chica cuya cara apenas se le veía entre luces tenues de neón, que alumbraban un cuarto.

Ese noche marcó su vida. Desde entonces su meta fue tener mucho sexo, aunque ya sabía sobre los peligros de las enfermedades por transmisión sexual.

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Los años siguientes de Pablo serían trabajar en el campo, y después fue mecánico, para poder comprar ese placer con mujeres y hombres.

Ahora Pablo, de 40 años de edad, revela que vive con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), y le pide a la comunidad latina que no cometa el mismo error que cometió él.

Una vida de mucho sexo

“Siempre fui un niño muy tímido… En la casa mi familia me hacia burla por caminar y hablar de forma amenazada [muy femenino]. Aunque mi familia nunca rechazó el hecho de que me podrían gustar los hombres, también me impulsaban a tener novias”, dice Pablo, quien no revela su apellido porque su familia no sabe que tiene VIH.

“En México no tenía mucho dinero para pagar por sexo, pero cuando vine a Estados Unidos a los 18, y con un trabajo de mecánico, gran parte de mis cheques se iban en prostitutas”, agrega.

No obstante, su error no fue rentar los servicios, sostiene el inmigrante sino fue el no protegerse.

“Tenía hasta tres diferentes parejas de ambos sexos por semana. Si me pedían condón pues los rechazaba y buscaba quien lo hiciera sin protección”, asevera.

Pablo asegura que tenía conocimiento sobre el VIH, el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida), la gonorrea, sífilis y herpes, pero eso no le era de mayor preocupación.

“En la escuela me enseñaron todo eso, pero yo tenía dinero y no me importaba lo que me fuera a pasar… De todos modos iba a morir algún día, y qué mejor que por sexo”, dice Pablo.

“Además me gustaba presumir con mis amistades que yo tenía la energía que ellos no, el dinero y la compañía sexual que ellos no”, indica.

El diagnóstico

Hace cinco años, Pablo acudió al doctor por un resfriado. En el lugar le ofrecieron la prueba del VIH, y unos días después fe diagnosticado.

“Pensé terminar con mi vida cuando supe lo que tenía… En un instante se vino mi mundo encima, con memorias de mis experiencias y las veces que había rechazado la protección“, advierte.

“Mi vida no es la misma. Me es difícil tener parejas sentimentales serias, porque aún no me animo a revelar mi estado. La verdad ya no se me antoja el sexo, pero lo que sí puedo hacer es pedirle a la gente que se proteja y que acudan al doctor para los chequeos”, afirma Pablo.

El residente de San Diego reflexiona sobre su vida y sostiene que si pudiera regresar el tiempo, hubiera optado por una pareja sólida, el matrimonio e hijos.

Las estadísticas

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), casi 1.2 millones de personas en Estados Unidos viven con la infección por VIH, y uno de cada ocho desconoce su infección.

En el Condado de Los Ángeles, entre las personas recientemente diagnosticadas con infección por VIH desde 2012 al presente, los latinos representaban el grupo racial étnico más grande (49 por ciento).

A ellos les siguen los anglosajones (23 por ciento), los afroamericanos (21 por ciento) y los asiáticos/isleños del Pacífico y los indios americanos/Nativos de Alaska (5 por ciento), según el Departamento de Salud Pública de L.A.

Lo peor de la estadística es que menos de la mitad de latinos con la infección reciben medicamento, sostienen los expertos.

Hilda Sandoval, gerente de salud mental de los servicios de VIH en AltaMed, señala que el VIH y el Sida son condiciones aún estigmatizadas por la comunidad.

“Invitamos a la gente a que visiten al doctor, se hagan sus exámenes y puedan vivir una vida sana con una carga viral indetectable, o sea el virus controlado y una posibilidad de trasmisión mínima”, dice Sandoval.

“Sabemos que entre los latinos aún hay vergüenza de hablar del tema e inclusive de ir al doctor, pero cuando una persona resulta con el virus, toda una familia puede ser impactada”, añade.

En conmemoración al Día Mundial del Sida, este viernes, AltaMed Health Services ofrecerá pruebas gratis de VIH a través de su unidad móvil a partir de las 10 am a 12 pm, en el 5427 Whittier Blvd, en L.A.

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