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Activistas ven la sentencia al sheriff Tanaka como una ‘bofetada para la comunidad’

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Paul Tanaka, la mano derecha del antiguo jefe del Departamento del Sheriff de Los Ángeles (LASD), Lee Baca, es condenado a cinco años en prisión por tolerar abusos contra los reos de la cárcel y obstruir una investigación del FBI.

El juez Percy Anderson ordenó a Tanaka, de 57 años de edad, servir cinco años en prisión, dos años de libertad condicional y pagar una multa de 7,500 dólares.

Tras el resultado, la comunidad en contra de la brutalidad policial señaló que aunque el castigo no es suficiente, la acción muestra que nadie se encuentra por arriba de la ley.

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Tanaka, quien a pesar de las acusaciones es alcalde de la ciudad de Gardena, fue encontrado culpable en abril.

“Queda claro que el acusado Paul Tanaka es responsable no sólo de obstrucción a la justicia, sino también por fomentar una cultura que dio lugar a los problemas significativos en las cárceles del condado de Los Ángeles”, leyeron los fiscales documentos escritos antes de su sentencia.

Aparte de las declaraciones de los fiscales, el juez Anderson regaño a Tanaka por su comportamiento “arrogante” durante sus apariciones en la corte y por negarse a mostrar arrepentimiento por “el grave abuso de confianza pública”.

“Una de las cosas más preocupantes es… tus esfuerzos exitosos para cubrir a toda costa a los agentes sucios’’, dijo Anderson al acusado, señalando que a pesar de más de una docena de condenas relacionadas en el caso de corrupción, “algunos de tu banda” todavía pertenecen al departamento con posiciones de autoridad.

Tanaka anunció su retiro del departamento del sheriff en marzo del 2013. Tiempo después, se postuló para Sheriff del Condado de Los Ángeles, pero fue derrotado por Jim McDonnell, antiguo jefe de policía de Long Beach.

Aunque visiblemente disgustados por la sentencia “corta”, para muchos activistas esto no fue una sorpresa.

“Siempre se espera una pena grande para el que comete actos irresponsables que ponen en peligro la vida de muchos individuos. Tanaka es un ejemplo de ello, pero lamentablemente no fue así”, dijo Cecilia Rojas, integrante de Interfaith Communities United for Justice and Peace, una organización comunitaria a favor de las comunidades de bajos recursos.

“Lo positivo de esto es que queda claro que por lo menos las autoridades intentan ser justas y el crimen, venga de quien venga no queda impune”, sostuvo Rojas.

Para Rodrigo Díaz, miembro The Vermont Manchester colaborative, una organización contra la violencia en el sur de Los Ángeles, la sentencia es una bofetada en la cara para la comunidad, misma que debe acatarse a lo que la autoridades dicen.

“Aunque se le a dado una sentencia a este criminal que encima de todo era alcalde, podemos ver que la ley no es justa”, dijo Díaz.

“Todos sabemos que el Departamento del Sheriff de Los Ángeles debe seguirse limpiando porque no ha quedado limpio del todo. Y cuando no sacas la raíz podrida por entero, el mal se dispersa”, señaló el activista.

Por su parte, H. Dean Steward, abogado de Tanaka, dijo en una declaración que: “si había un cabecilla [en el departamento], ese era Lee Baca, y nadie más”, recalcando la diferencia “injusta” entre ambas sentencias.

Finalmente, Tanaka se declaró culpable de cargos federales y por mentir a los investigadores en un caso el caso de corrupción del departamento; no obstante, su abogado dijo que apelaría la sentencia para que su cliente no pise la cárcel.

Dentro del miso caso de corrupción, Lee Baca, antiguo jefe del departamento, se declaró recientemente culpable de cargos federales por hacer declaraciones falsas en relación a una investigación sobre la mala conducta en las cárceles del condado de Los Ángeles. La acción fue parte de un acuerdo entre la fiscalía y el abogado defensor de Baca para que este no pagara una sentencia de más de seis meses en prisión.

Baca es el último funcionario de LASD, y el de más alto rango, en enfrentar a las autoridades sobre el escándalo de corrupción derivado de la violencia en el sistema carcelario, que empezó a investigarse por la FBI en el 2010.

Otros siete tenientes, sargentos y agentes han recibido sentencias en prisión de entre 18 a 41 meses por conspiración y obstrucción de la justicia. No obstante cada una ha sometido apelaciones para ser escuchados en la Corte del Noveno Circuito el 5 de julio.

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