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Encuentran niveles tóxicos de plomo que dañan el cerebro en el Este de Los Ángeles

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Viviendas, escuelas y al menos un centro de cuidado infantil cerca de una estación de reciclaje de baterías en Vernon están contaminados con niveles de plomo -muy peligrosos para el cerebro- más altos de lo que se había informado anteriormente. En algunas propiedades, las muestras del suelo probaron ser tan nocivas que se ubican 100 veces por encima de los estándares de salud de California, según muestran los registros estatales y del condado.

La mayoría de la opinión pública ignora dónde y en qué concentraciones se ha detectado este metal venenoso en los barrios cercanos a la planta de Exide Technologies, debido a que los reguladores estatales aún no han dado a conocer las lecturas de contaminación de la inmensa mayoría de las propiedades.

Estamos preocupados, claro, ¿pero qué podemos hacer? Sólo seguimos esperando”

— YOLANDA SOTO, residente del este de Los Ángeles.

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Departamento de Control de Sustancias Tóxicas de California señala que ha testeado el suelo de más de 2,400 hogares, pero pese a las reiteradas peticiones de The Times, la agencia sólo ha proporcionado los resultados de 269 de ellos.

Un resumen de los resultados de 1,190 viviendas fue publicado por el departamento el viernes pasado. El documento no está detallado por propiedad o ubicación e indicaba, pero indica que miles de muestras de suelo se encuentran por encima de los estándares estatales de salud, y cientos de ellos se ubicaban al mismo nivel de los residuos peligrosos.

Mientras que el departamento asegura que informa a los residentes particulares sobre los resultados de sus viviendas dentro de los dos meses de la toma de muestras, la falta de divulgación de los datos evita que las comunidades afectadas y el público en general puedan medir el progreso general para hallar y eliminar los suelos contaminados con plomo en siete comunidades del sureste de L.A., la mayor iniciativa en su estilo llevada a cabo en California.

Durante tres décadas, los reguladores estatales permitieron que esta planta opere a cinco millas del centro de L.A. sin un permiso completo, mientras acumulaba violaciones ambientales por esparcir plomo, arsénico y otros contaminantes peligrosos. Ahora se cree que estas emisiones han viciado cerca de 10,000 hogares en un radio de 1,7 millas.

El plomo es una potente neurotoxina, que plantea mayores riesgos para los niños menores de seis años. Aun pequeñas cantidades pueden disminuir el coeficiente intelectual, reducir el desempeño académico y causar otros problemas de desarrollo y conducta permanentes.

Un análisis realizado por las autoridades de salud del estado en abril último descubrió que los infantes que viven cerca de estas instalaciones tienen niveles más altos de plomo en la sangre que quienes residen más lejos.

La Agencia de Protección Ambiental de los EE.UU. considera un nivel de 400 partes por millón (ppm) o más alto, como nocivo para la salud en el suelo de áreas de juegos infantiles. Más de la mitad de las propiedades incluidas en los resultados dados a conocer al L.A. Times registró niveles de plomo por encima de ese umbral.

Los estándares de salud de California para el suelo residencial son aún más estrictos, de 80 ppm. Más del 98% de los hogares tenían niveles de plomo por encima de este estándar, según datos de la agencia estatal de tóxicos y del Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles.

Los resultados limitados del muestreo de suelos obtenidos por The Times bajo la ley de Registros Públicos de California muestran que en 36 propiedades se comprobaron lecturas de plomo superiores a los 1,000 ppm, un nivel tan alto que está clasificado como residuo peligroso. Los datos fueron recogidos durante un período de tres meses, que terminó a fines de febrero último.

Más de un tercio de esos hogares se ubican en el este de Los Ángeles, y cuatro de ellos están en South Alma Avenue. Felipe y Yolanda Soto recibieron una carta del departamento de tóxicos a comienzos de junio. En ella se les advertía que su casa, ubicada en South Alma, una milla hacia el norte de la planta de Exide, está contaminada con niveles peligrosos de plomo y que deben limitar su exposición al suelo del lugar.

Los Soto ahora mantienen siempre en el interior a sus seis nietos, de edades entre 1 y 11 años, y no les permiten jugar en el patio trasero. Los reguladores estatales les han dicho que pasará al menos otro año hasta que puedan limpiar su suelo. “Estamos preocupados, ¿pero qué podemos hacer?”, afirmó Yolanda, de 63 años. “Sólo seguimos esperando”.

El departamento estatal de tóxicos señala que se han limpiado más de 235 hogares durante 2014, cuando las pruebas revelaron la contaminación del suelo en los vecindarios cercanos a la planta. Funcionarios estatales precisaron que el proceso de eliminación de la tierra contaminada de las más de 2,000 viviendas adicionales no podrá comenzar hasta la próxima primavera, cuando esperan tener lista una extensa revisión de la limpieza requerida en virtud de la Ley de Calidad Ambiental de California. Tomará otro año limpiar los hogares, a un ritmo de 50 propiedades a la semana, según adelantaron.

Mientras los reguladores gastan los $176.6 millones destinados a pruebas y limpieza, aseguran que darán prioridad a las viviendas más contaminadas -con lecturas de más de 1,000 ppm- y a aquellas donde viven niños pequeños, mujeres embarazadas, las que posean suelos descubiertos y otros factores que incrementan el riesgo de envenenamiento por plomo.

Se requerirá más tiempo y cientos de millones de dólares extra para limpiar miles de otras casas que podrían estar contaminadas en las comunidades de Bell, Commerce, el este de Los Ángeles, Huntigton Park, Boyle Heights, Maywood y Vernon. El estado planea solicitar a Exide y a cualquier otra parte responsable un reembolso por este gran operativo.

Los datos de la contaminación se consideran registros abiertos, porque los legisladores y los tribunales han decidido que el público tiene derecho a saber dónde podrían estar expuestos a sustancias peligrosas para su salud. The Times comenzó a pedir la información de las pruebas y limpieza de hogares, escuelas, guarderías infantiles y parques el pasado marzo. El departamento de tóxicos proporcionó algunos resultados, aunque no dio a conocer las direcciones de los hogares incluidos en la muestra, apelando a la confidencialidad de la “información personal o privada”. Tampoco dio a conocer qué propiedades ya se han limpiado.

Los funcionarios del departamento afirmaron a los vecinos, en recientes reuniones comunitarias que están desarrollando una manera de publicar mapas en línea para mostrar qué áreas se han testeado y limpiado, sin publicar detalles que, según el estado, invadirían la privacidad de los individuos.

Otros organismos también han sido lentos o inconsistentes en su publicación de datos. En febrero y marzo pasados, contratistas empleados por el Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles testearon alrededor de 500 viviendas cerca de Exide, en Maywood, Commerce y el este de Los Ángeles, y hallaron concentraciones de plomo de 8,442 ppm en algunos jardines.

Los funcionarios estatales dieron a conocer los resultados después de múltiples pedidos de este periódico, pero también retuvieron las ubicaciones y los informes ambientales y otros registros que detallan cómo se gastaron más de $2 millones en pruebas de suelo y otras iniciativas de limpieza por Exide. El condado mantuvo esa información en secreto con el argumento de que el muestreo realizado por su contratista, Roux Associates Inc., había sido realizado “confidencialmente” según indicación de sus abogados, y por lo tanto debe respetar el privilegio de abogado-cliente.

Los contratistas están realizando prácticamente todas las pruebas ambientales en las cercanías de Exide. Los equipos toman pequeñas muestras de tierra de cerca de 15 locaciones en cada propiedad, y las analizan en busca de plomo mediante dispositivos portátiles de fluorescencia de rayos X que proporcionan resultados inmediatos. El estado también ha ordenado realizar pruebas en parques, guarderías y escuelas.

Registros dados a conocer recientemente muestran que pruebas realizadas el año pasado y en la última primavera hallaron elevados niveles de plomo en los parques Bandini y Bristow, en Commerce, y en cinco escuelas -de un total de 24 testeadas-: Eastman Avenue, Fishburn Avenue, Lorena Street y Rowan Avenue -todas primarias-, y en la preparatoria Huntington Park High School.

Autoridades del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) señalaron que eliminaron suelo contaminado alrededor de dos árboles en Eastman, el año pasado. Los reguladores determinaron que los niveles de plomo en Huntington Park High no eran tan altos como para limpiar el lugar, y que se necesitaban nuevas pruebas en otras tres escuelas.

En áreas residenciales, uno de los lugares contaminados incluye la guardería Arellano Family Day Care, en South Hicks Avenue, del este de L.A., donde concurren decenas de niños, tal como informó su propietaria, Amelia Arellano. En septiembre de 2014, el Departamento de Control de Sustancias Tóxicas testeó el suelo de la guardería, donde se encontraron niveles de contaminación de hasta 992 ppm, conforme los documentos provistos por Arellano. El suelo no se ha limpiado desde entonces, y la mujer no sabe qué ocurrirá. “No hemos oído nada al respecto”, afirmó.

Para proteger a los niños a su cuidado, Arellano ha puesto arena y césped sintético verde sobre el área de juegos del patio trasero, e intenta limitar el tiempo que los pequeños pasan al aire libre. También relató que los análisis de sangre detectaron elevados niveles de plomo en al menos un niño que había pasado por su guardería.

El departamento de sustancias tóxicas no respondió preguntas acerca de esta guardería en particular o de otras propiedades contaminadas, ni del tiempo estimado para su limpieza.

Los expertos en salud pública afirman que las concentraciones de plomo halladas en las casas cercanas a Exide sugieren que la contaminación proviene de múltiples fuentes, incluyendo polución emitida por la planta y la pintura a base de plomo que se encuentra en las casas más antiguas. “Es muy preocupante, independientemente de cuál sea la fuente”, aseguró Felicia Rabito, una profesora adjunta de epidemiología de la Facultad de Salud Pública y Medicina Tropical de la Universidad Tulane. “Si descubro que tengo 8,000 partes por millón de plomo en mi jardín, me daría un ataque. Es una cifra muy, muy elevada”.

Los legisladores y grupos comunitarios también han tenido dificultades para obtener información acerca de qué areas se han testeado y limpiado, y cuáles han sido los resultados del muestreo de suelos. Un mes después de que la asambleísta estatal Cristina García (D-Bell Gardens) solicitara a la directora del departamento de tóxicos, Barbara Lee, un resumen del muestreo, el organismo respondió que todavía estaba reuniendo las muestras, informó la oficina de García.

La legisladora destacó que los residentes necesitan transparencia acerca de los resultados del muestreo, los tiempos planeados para la limpieza, y también una línea telefónica de atención para asegurar “que no están olvidados y que no serán ignorados”.

Lupe Del Río, de 57 años, supo a finales de junio que la casa de su familia, en South Alma, presentaba niveles de hasta 1,700 ppm. La mujer crió a sus tres hijas -ya adultas- en esa vivienda, y ahora se preocupa de que el plomo en el patio pueda haber afectado la salud de éstas. También se pregunta por qué el estado notifica a los vecinos acerca de la toxicidad de sus jardines mediante una carta, que fácilmente podría caer en la basura por error. Ahora, en medio de verano, Del Río desearía disfrutar de sus árboles frutales y organizar barbacoas en su patio trasero. “Pero no podemos, porque todos estaríamos pensando que hay algo malo en nuestra tierra”.

Si desea leer la nota en inglés haga clic aquí.

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