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Niño cantante pide hacer obras de caridad en Día de Acción de Gracia a cambio de sonrisas

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A simple vista Miguelito Orozco es un niño común y corriente que ama las pelotas, los patines y la natación. Aunque si le pones un micrófono enfrente, este se convierte en todo un profesional que le canta a los más vulnerables.

Asimismo, cuando el menor de solo 10 años de edad no se encuentra en la escuela o cantando, su meta es hacer sonreír a la gente con su campaña #Cosas de Humanos, en la cual hace obras de caridad.

En las vísperas de Acción de Gracias y durante el día festivo, la tarea del menor es la de siempre, presentarse a unas cuantas organizaciones sin fines de lucro para amenizar eventos, salir a la calle a entregar despensas de comida o regalar algún artículo de necesidad.

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“Si alguien necesita ayuda, hay que ayudarle para que este mundo se llene de sonrisas”, es el lema que el cantante comparte todo el año, en especial en especial en el Día de Acción de Gracias.

Según Margarita Orozco, madre de niño, su hijo empezó a cantar desde muy temprana edad.

“A los cinco años de edad lo metí a tomar clases al Music Center, en Los Ángeles, y una semana después me pidieron unos judíos que el niño cantara en un evento’, dice la señora, oriunda de Guadalajara.

“En el día del evento, la gente lo recibió muy bien, se tomó fotos con él y hasta le pidieron autógrafos…”, agrega la residente de Northridge.

Miguelito siguió cantando en ingles en eventos comunitario y entrenando su voz para hacer lo que tanto le gustaba hasta que se le ocurrió a su mamá llevarlo a un concurso a un canal de habla hispana de Los Ángeles, donde “el señor José Sandoval, quien se encontraba en la audiencia me dijo que si el niño aprendía español podía seguir cantando para una audiencia más amplia”, dice la señora.

“De ahí Miguelito se inicio como cantante en español en el swapmeet de La Alameda, en Los Ángeles, con la canción de Los Laureles… A los día de abrir un Facebook, el video se hizo viral con más de 3 mil visitas el primer día de haberlo subido”, dice Margarita.

Desde entonces, la tarea de Margarita fue enseñarle al niño a hablar español para cantar canciones rancheras.

“A muy temprana edad, el niño también se dio cuenta de las necesidades de otros… y siempre se ponía triste porque veía a la gente sin poder caminar, sufriendo alguna enfermedad o sin hogar en las calles”, dice Margarita.

Por ejemplo, “ya sea en la escuela o en el parque, el niño andaba regalando sus juguetes, y cuando yo le preguntaba por qué lo hacía, su respuesta era que otros niños estaban más necesitado”, agrega la señora.

Fue muy natural para Miguelito combinar el amor por el canto y llevarlos a las personas más vulnerables “para darles un poquito de distracción y felicidad”, sostiene.

Hasta el momento el menor ha amenizado con su talento en varias organizaciones sin fines de lucro con personas con cáncer y esclerosis múltiple en el sur de California. Así también, el niño participa en eventos culturales como el Día de la Independencia Mexicana en el este de Los Ángeles y es la voz de la campaña #Cosas de Humanos.

“La campaña está destinada a crear conciencia sobre la importancia de regalar un momento con lo mejor de ti a las personas que más lo necesitan a cambio de una sonrisa”, dice Miguelito, cuyos ídolos son Luis Miguel y Ana Gabriel.

“Así que salgo a las calles y veo las necesidades de las personas y les brindo algo que está a mi alcance como un obsequio, comida o una canción a cambio de ver una sonrisa en ellos”, sostiene el niño, cuyo sueño es llegar a ser un cantante internacional.

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