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‘Ni la familia tiene respuestas’: líder religioso sobre brutalidad policial en Inglewood

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La memoria de los afroamericanos Kisha Michael y Marquintan Sandlin fue honrada por un grupo de líderes religiosos en el centro cívico de Inglewood, a la vez que exigían se esclarezca el crimen ocurrido en manos de la policía local.

Michael, de 31 años de edad, era una madre soltera y dejó tres hijos huérfanos, mientras que Sandlin, de 32, era padre soltero y le sobreviven cuatro hijas; ambos fueron asesinados en febrero pasado en en un vehículo, en donde permanecían sentados al momento del ataque mortal.

“Queremos levantar la memoria de estos dos seres humanos de nuestra comunidad y exigimos una rendición de cuentas”, indicó a HOY Francisco García, reverendo y rector de la Iglesia Episcopal de Santa Fe en Inglewood, quien acudió a la movilización junto a otros líderes religiosos.

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García, junto a miembros de la organización Clérigos y Laicos Unidos por la Justicia Económica (CLUE), se apostó en la plaza gubernamental porque sabe que en esta ciudad con 109,673 habitantes los dos grupos de color constituyen más 50.6% de la población.

“Ni la familia ni la comunidad tiene respuestas de lo que pasó, ningún detalle por qué y la manera en que ocurrió”, agregó. “La gente tiene preocupación”, aseguró el reverendo al explicar que “si vas caminando por la calle y te ordenan que te detengas [las autoridades] ¿qué va a pasar?”.

Estos crímenes han estado ocurriendo a la orden del día en el Sur de California y, a criterio de Guillermo Torres, organizador comunitario de CLUE, no se puede dormir tranquilo sin reaccionar a estos ataques, porque se está golpeando a las dos comunidades más discriminadas.

“Con la policía hay más preguntas que respuestas”, valoró el activista, señalando que los agentes del orden “a lo que primero recurren es al uso de las pistolas, se necesitan cambios y que haya transparencia, especialmente cuando los oficiales juraron actuar con justicia”.

De acuerdo al conteo que realiza el periódico The Guadian, en lo que va del 2016 reportan que 894 asesinatos han ocurrido en manos de agencias de la ley en todo Estados Unidos, el 14% de ellos se han registrado en California, es decir 132 casos.

En la zona del Este de Los Ángeles, entretanto, son seis latinos muertos los que se han identificado, situación que a criterio de Carlos Montes, organizador del grupo Comunidad, Servicio y Organización (CSO), deja a la vista que la impunidad y la injusticia tiene un perfil racial.

Este activista, aunque no participó en la movilización, se solidarizó y pidió que “los policías sean procesados”, indicando que las protestas y denuncias públicas tienen que pasar a otro nivel, porque no son simples ataques, sino que son asesinatos que están causando luto y dolor.

“Tenemos que denunciar que dentro de Estados Unidos hay violaciones a los derechos humanos contra los afroamericanos y latinos”, señaló Montes, aclarando que los inmigrantes que no tienen papeles pasan por una doble “opresión de la ‘Migra’ y la policía; tenemos un pie en el cuello”.

El Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) se ha visto involucrado en diferentes casos de brutalidad; en octubre pasado, la Comisión Policial votó a favor de modificar la forma en la que los oficiales encaran estos hechos limitando los enfrentamientos y divulgar la información más rápida.

Por el momento, la corporación ofrecerá a sus agentes ejercicios de entrenamiento a través de escenas “basadas en la vida real”, según un informe de la comisión. Los simulacros empezaron hace un año, no obstante se espera que en el 2017 todos los oficiales reciban esta formación.

Al conocer esta iniciativa, Jorge Gómez, miembro de LA Answer Coalition, dijo que lo más importante es ver la aplicación en la práctica. “Nos gusta su plan, pero no hay nada mejor que verlo en acción, en resultados y estadísticas. Ya no queremos más brutalidad policial”, indicó.

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