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Miles de niños se apoderan del escenario con el Festival Infantil Blue Ribbon en L.A.

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Azarel Arzate, de tan solo 11 años de edad, soñaba con bailar en público hasta que este miércoles se le cumplió.

“Estoy feliz de estar aquí. Me siento muy bien rodeada de compañeros de la escuela y en un ambiente saludable donde puedo mostrar mis habilidades”, dijo la menor a este periódico como si fuera toda una artista profesional.

Arzate, de la ciudad de Lomita, fue parte de unos 6 mil estudiantes de quinto grado de todo el condado de Los Ángeles, que este miércoles por la mañana iniciaron el Festival Anual Infantil Blue Ribbon número 46 con una actuación de baile Hip-Hop en la plaza del Music Center, en el centro de Los Ángeles.

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Todo esto no sin antes ver una presentación de parte de los grupos de música y baile Black Violin y Rennie Harris en el icónico Dorothy Chandler Pavilion.

Durante tres días, un total de 18 mil estudiantes estarán participando en el festival gratuito llevado a cabo por la organización Blue Ribbon, la cual fue creada en 1968 con el fin de apoyar el Music Center para impulsar la educación artística.

Este año, “la participación de los alumnos de más de 240 escuelas exploran las dimensiones de la cultura Hip-Hip con grandes artistas. Nuestro propósito es exponerlos a las artes y que vean por ejemplo, que un instrumento como el piano también puede tocarse en diferentes tipos de música”, dijo”, dijo Karen Platt, una de la organizadoras de Blue Ribbon.

Para muchos de los estudiantes, el festival es su primera oportunidad para experimentar un show en vivo y al mismo tiempo formar parte de este con una coreografía, sostuvo Platt.

“Desafortunadamente, durante los últimos años muchas escuelas han tenido que recortar presupuestos y han desaparecido muchas clases de danza, actuación, canto y expresión escénica. Blue Ribbon busca darles eso que no pueden experimentar en la escuela siempre”, agrega Platt.

Para la señora Evelyn Hernández, cuyo hijo Adrián participa en el evento, esta experiencia es “fenomenal, ya que no siempre hay programas de arte” en la primaria de su hijo.

“Mi niño está muy emocionado por su participación en el evento. Ha practicado muchas horas su coreografía tanto en la casa como en la escuela”, sostiene Hernández.

“Esto le ayuda a ser más creativo, más activo y a trabajar en equipo”, señala la residente de Cerritos.

Para los experto en la educación de los menores, el arte es el aprendizaje de la disciplina.
Liseli Walan, maestro de la primaria Castelar en ChinaTown, señala que el evento es una bendición para los niños.

“Aquí no solo ven gente talentosa, también se inspiran, aprenden y poner a trabajar su mente. Los estudiantes expuestos al arte son más alegres, con mas auto estima, participan más en las clases y tiene la disciplina para estudiar cualquier materia”, dice Walan.

Después de su coreografía, cada estudiante participante recibe un libro de recuerdo titulado Un viaje a través del Música Center, el cual discute varios aspectos de las actuaciones en vivo.

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