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Madre soltera se abrió camino en los negocios con tijeras y tintes en mano

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Los cortes de pelo, tintes y maquillaje, entre otros servicios, son los que ofrece Olga Aguilar en su salón de belleza, negocio que le permitió independizarse y manejar su tiempo a su manera para atender a sus cuatro hijos para quienes se convirtió en madre y padre a la vez.

“Se abre todos los días, cuando tengo que salir, hay una empleada que se queda encargada. Si quiero descansar, ahora si me doy el gusto”, explicó Aguilar, sobre el crecimiento que ha logrado desde sus inicios 17 años atrás en medio de limitaciones y carencias.

Por 15 años se dedicó a la limpieza de casas, después de llegar de su natal Guatemala en 1982. Al darse cuenta de las injusticias contra sus colegas de oficio y la escasez de trabajo que tenían las mujeres de mayor edad, decidió enrumbar su camino en otra dirección.

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“Fui a una escuela de belleza a preguntar y una maestra me dijo: ‘¿qué haces después de las 6:00 pm?”, recordó la emprendedora. “Vente un año a estudiar en vez de ver televisión, aunque sufran tus hijos, pero después no será igual”, le dijeron en la academia.

Esta mujer tenía sus dudas; entonces sus hijos Jimmy, Randy, Junior y Derryl, eran jovencitos. Al reflexionar concluyó que valía la pena y después de un año y medio se graduó del Western Beauty College. De esa forma encontró trabajo de estilista y la convirtió en su profesión.

El camino apenas levantaba polvo y su meta era ser su propia jefa. La primera aventura independiente fue en el 2000. Con esfuerzo ahorró mil dólares porque le cobraban 500 de renta al mes en local disponible en un ‘swap meet’, en donde estuvo seis meses.

“Había días que venía a abrir el salón sin un ‘penny’ en la bolsa, pidiéndole a Dios que entrara un cliente para ir a comprar un pan con café. La fe nunca me faltó, yo sabía que si uno se esfuerza todo es posible”, aseguró Aguilar.

Después de año y medio trabajando sola, la empresaria vió cómo se incrementaban los clientes. Así fue como se vio obligada a contratar a otras empleadas. En la actualidad, el negocio de Aguilar está ubicado en la esquina de la avenida Western y bulevar Pico, en Los Ángeles.

“Lo más importante para mí es la atención al usuario, porque la promoción la hacen ellos mismos y traen a más clientes”, enfatizó la estilista, considerando una cualidad clave en los negocios y que le permitió desarrollar el suyo.

Con el tiempo esta industria ha cambiado. Aguilar sostiene que hoy es más difícil establecer un salón de belleza, porque dependiendo de la ubicación la renta de un local es elevado y los contratos son de cinco años, pero cuando se quiere está convencida que se puede.

“Yo decía: ‘sólo quiero un localito’; [pero] cuando uno quiere algo, no ve límites o que no se puede, porque uno mismo se conoce su capacidad”, concluyó.

Western Beauty Salon

Dirección: 1408 Western Ave, Los Ángeles

Horario: Todos los días de 10:00 am a 8:00 pm

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