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Los escritores salvadoreños Roque Dalton y David Escobar Galindo comparten espacio en L.A.

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Los libros “La ventana en el rostro” de Roque Dalton y “Pasión del tiempo” de David Escobar Galindo, son parte de la diversidad literaria salvadoreña disponible en la Biblioteca Prudencia Ayala, que ha reunido 1,125 ejemplares de autores cuzcatlecos, en el barrio coreano de Los Ángeles.

La biblioteca abrió las puertas el 27 de mayo, ubicada en las instalaciones del consulado local, contando con un espacio dedicado a libros de historia, sección infantil y autores de la diáspora; asimismo, se encuentran publicaciones del Equipo Maíz y UCA Editores, entre otros.

“La idea es que sea un recurso para las nuevas generaciones, que incentive a descubrir los orígenes de su familia; por eso hemos visto estratégico acercarnos a las escuelas”, indicó Cecilia Escalante, coordinadora de la biblioteca, destacando que todos los libros han sido donaciones.

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Junto a los libros de Dalton y Escobar Galindo también se encuentran las obras de Claudia Lars, Gustavo Herodier, Rodolfo Barón Castro y Stephen Grant.

Los migrantes cuzcatlecos están bien representados con las publicaciones de 36 autores, la mayoría residentes en el Sur de California, entre ellos están Alexis Guevara, Arcenio Martínez, Óscar René Benítez, Carlos Velis, Amadeo Hernández, Manuel Mancía, Herberth Durand y Roxana Pérez.

Carolina Rivera, autora del libro “After” y del documental “Manlio Argueta, poetas y volcanes”, consideró que es buen comienzo, porque responde a un vacío que tenían los artistas salvadoreños para dar a conocer sus producciones y para interactuar con la comunidad.

“Los hijos de los migrantes aunque hablan español están leyendo en inglés”, afirmó Rivera, graduada con una licenciatura en Literatura Creativa de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), advirtiendo que en su libro encontrarán relatos, en forma de cuento, sobre la guerra en El Salvador.

La escritora se estableció en Canadá, en 1985, antes de llegar a California, experiencia que le ha permitido compartir, a través del arte, la realidad de la diáspora cuzcutleca. “Es bueno que el público se entere y conozca a los autores para fomentar la importancia de la lectura”, agregó.

La casa de la cultura salvadoreña, dirigida por el escultor Dagoberto Reyes, fue por mucho tiempo el único espacio para el desarrollo del arte en L.A.; sin embargo, en el 2011 fue clausurada en medio de una controversia, debido a la suspensión del financiamiento por el gobierno cuzcatleco.

A finales de 2013, el consulado se amplió y se designó una sala a la denominada Casa Cuscatlán, entonces a cargo de Carlos Velis, dramaturgo que sigue laborando en las oficinas gubernamentales, pero que a la llegada de la cónsul María Mercedes López lo relegó a tareas administrativas.

De acuerdo a Jesús Aguilar, coordinador de la Mesa de Cultura y Arte, en la biblioteca se exhibirán pinturas, tal como las 25 obras de Pedro Cruz que se pueden apreciar en las paredes del recinto; asimismo, para el 18 de junio colocarán el trabajo artístico de la pintora Cecilia Mármol.

De igual manera, se realizarán presentaciones literarias. “Queremos que los autores locales promuevan sus libros, también se realizarán gestiones con la Imprenta Nacional y la Biblioteca Nacional para incrementar la cantidad de obras”, añadió Aguilar.

La biblioteca lleva el nombre de Prudencia Ayala en reconocimiento a la oriunda de Sonzacate, que a partir de 1913 abogó por los derechos de la mujer y fue la primera de su género que se postuló a la presidencia de esa nación centroamericana.

Este centro cultural está ubicado anexo al consulado salvadoreño, en lo que antes era la Casa Cuscatlán, el 3450 del bulevard Wilshire, en el local 250. El horario al público es de 10 am a 3 pm, el préstamo de los libros es interno y el servicio gratuito.

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