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Lo apuñaló y le pisoteó la cabeza hasta matarlo; un jurado da su veredicto

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Un jurado determinó que un hombre, de 23 años de edad, que apuñaló repetidamente a un empleado de una cafetería de Garden Grove, y luego pisoteó su cabeza hasta matarlo, estaba cuerdo en el momento del ataque.

Robert Gabriel Rodgers fue declarado culpable el 3 de octubre de asesinato en primer grado. El mismo panel rechazó la afirmación del acusado de que estaba legalmente loco, cuando mató a César Ramírez-Raphael, de 24 años, el 14 de noviembre de 2014.

Rodgers, quien se declaró culpable de atacar a su madre el mismo día del asesinato, se enfrenta a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

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Ramírez-Raphael estaba limpiando el local conocido como Volcano Tea House, en el 10130 Garden Grove Blvd, cuando Rodgers “causó una distracción” afuera del negocio, para obtener la atención de la víctima, según Cynthia Herrera, la vicefiscal del Distrito.

“El acusado sorprendió a Ramírez con dos cuchillos en ambas manos”, dijo Herrera. “Lo apuñaló una y otra vez, más de 20 veces”.

La vicefiscal aseguró que Rodgers “llegó preparado” para el asesinato, señalando una foto de la mochila del enjuiciado, en la que había colocado una sierra para metales, una cámara desechable, un cortador de pernos, tres destornilladores, bolsas de basura y guantes.

Cuando el acusado finalmente sometió a la víctima, arrastró a Ramírez al área de la cocina y “comenzó a limpiar la escena del crimen”, según trámites de la fiscalía.

Las imágenes de video de vigilancia en la tienda captaron toda la escena.

Aproximadamente 30 minutos después de los apuñalamientos, Ramírez-Raphael parecía tratar de levantarse, lo que llevó al acusado a “pisotear” su cabeza.

Rodgers se puso un delantal y caminó alrededor de la tienda como si trabajara allí, dijo Herrera.

Cuando otra empleada se presentó a trabajar, Rodgers se llevó el dedo a la boca y la hizo callar mientras le indicaba que se acercara a él. La trabajadora retrocedió, mientras que otro empleado llamó a la policía, según la fiscalía.

La abogada de Rodgers, Kira Rubin, dijo que su cliente también llamó a la policía, y antes de ser arrestado, no hizo ningún esfuerzo para huir.

Su sentencia está programado para el 17 de noviembre. Si el jurado hubiera encontrado que estaba loco al momento del ataque, Rodgers habría sido enviado a una centro de salud mental indefinidamente.

Rodgers no conocía a la víctima.

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