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Latinos inmigrantes, la minoría con los trabajos más riesgosos

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A juicio de Antonio Rodríguez, un jornalero de Los Ángeles, los latinos son los que tienen los empleos más riesgosos en Estados Unidos.

Rodríguez, de 48 años de edad, habla por su experiencia como trabajador de fábrica, albañil y mecánico, en cuyos oficios ha visto a muchos compañeros lastimados.

Rodríguez no está lejos de las estadísticas, un nuevo estudio publicado este mes revela que los latinos inmigrantes y afroamericanos tienen los empleos con el mayor riesgo de lesiones.

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Los investigadores de la Universidad del Sur de California (USC) encontraron que los hombres entre los 18 y 64 años de edad e inmigrantes latinos tienen un promedio de lesiónese del 13.7 por cada mil trabajadores.

Atrás de la lista se unen los afroamericanos con casi 12 lesiones por cada mil trabajadores, mientras los anglosajones tienen un promedio de 11.8 y los asiáticos 10 en promedio.

Las cifras del Centro USC Schaeffer, la Escuela de Medica Keck, en conjunto con Boston University, analizaron datos del censo del 2006 al 2013 que incluyen 11.6 millones de participantes.

Asimismo, otros datos de la Encuesta de Ingresos y Participación en los Programas de la Oficina Federal de Estadísticas Laborales de los años 1996, 2001, 2004 y 2008, fueron incluidos.

“Encontramos que el riesgo [entre latinos] era mayor incluso cuando contabilizábamos la educación y otras características demográficas”, dice Seth Seabury, director de la Iniciativa Keck-Schaeffer para la Salud de la Población de USC.

“Las disparidades en las oportunidades económicas para las minorías les llevan a tomar trabajos más peligrosos, que a su vez, aumentan su riesgo de lesiones y discapacidad”, agrega el experto.

De hecho, una tasa esperada de lesiones mayor en el lugar de trabajo, está relacionada con un elevado riesgo de discapacidad, pero especialmente para los trabajadores de entre los 50 a 64 años.

Por ejemplo, los afroamericanos en este grupo de edad tienen una tasa de 4.4 por ciento de discapacidad relacionada con el trabajo, seguido por latinos nacidos en el extranjero (4.2 por ciento); asiáticos (4 por ciento) y latinos nacidos en Estados Unidos (3.5 por ciento). Mientras tanto, los anglosajones tienen una tasa de 2.5 por ciento.

Rodríguez sostiene que está de acuerdo con las estadísticas.

“A muchas personas mayores se les dificulta obtener empleo rápidamente, así que optan por trabajos peligrosos que nadie quiere… Luego se accidentan y llegan los problemas físicos, y en muchas ocasiones, no hay saludad sino trabajar lesionado o pedir tiempo de discapacidad”, agrega el inmigrante.

Para los expertos, entre los factores para estas estadísticas se encuentra un posible un sesgo en la asignación de los trabajadores de las minorías a las tareas más arriesgadas, o la discriminación en la contratación y promoción.

“Basados en nuestros hallazgos, los responsables de la formulación de políticas y reguladores deberían de revisar si los empleadores están sistemáticamente asignando a personas de diferentes razas y etnias a diferentes trabajos o tareas de acuerdo a los riesgos”, aseveran los investigadores.

Invertir más en reducir el riesgo de lesiones es caro, y podría llevar a los empleadores a bajar los salarios o a reducir las oportunidades de empleo, agregan los investigadores.

Los expertos enfatizan que se necesitan hacer los esfuerzos correspondientes “para hacer más seguros los lugares de trabajo y al mismo tiempo no reduzcan las oportunidades económicas para las poblaciones vulnerables”.

Para Rodríguez la respuesta está en regulaciones más estrictas y responsabilizar severamente a los empleadores.

“Si no hay alguien que imponga las reglas y alguien que las haga cumplir, las minorías seguiremos siendo afectadas”, dice el jornalero.

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