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Latinos convierten en fiesta cívica las votaciones, aunque para algunos no deja de ser un ‘circo’

First-time voter Saul Daniel Diaz votes at Douglas F. Dollarhide Community Center in Compton.

First-time voter Saul Daniel Diaz votes at Douglas F. Dollarhide Community Center in Compton.

(Irfan Khan / Los Angeles Times)
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Al salir del centro de votación, Viviana McNary lo primero que hizo fue tomarle una foto a la calcomanía en la que se lee: “I voted” (yo voté), con el fin de publicarla en Facebook. Con una sonrisa de oreja a oreja, la inmigrante guatemalteca expresaba su satisfacción.

“Hay candidatos que se olvidan que son [hijos de] inmigrantes”, cuestionó NcNary sin referirse directamente a Donald Trump, aspirante republicano de ascendencia alemana. La mujer también se acordó de Barack Obama: “No cumplió con las personas de arreglar su situación [migratoria]”.

A principios de los ’90, esta mujer de 45 años de edad, llegó a California. Desde hace siete años ejerce su derecho al voto y hoy, al salir de su urna en la ciudad de Arleta, no pudo evitar la emoción. Con lágrimas en sus ojos dijo que su motivación en votar es para manifestar su solidaridad.

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“Es importante que no olvidemos que una vez llegamos a este país con muchas necesidades”, aseguró con la voz entrecortada. Mientras limpiaba sus lágrimas, agarró fuerza para agregar que ahora “hay que ayudar a quienes no han arreglado [sus papeles]”.

En este día, estaban convocados 4.8 millones de votantes en el Condado de Los Ángeles. Las urnas fueron recibiendo poco a poco a los electores. Se observaban grupos familiares, entre adultos y jóvenes, que respondieron a la convocatoria y el mayor interés era la nominación demócrata.

“Voy a votar por el viejito”, le decía un muchacho a dos mujeres en referencia al Senador de Vermont, Bernie Sanders antes de ingresar a un centro de votación en la ciudad de San Fernando, “porque todos los demás son una bola de locos”, agregó.

Juan Ramírez, de ascendencia mexicana, llegó en su silla de ruedas. Con la fuerza de sus brazos se desplazó 10 minutos de su casa hasta llegar a la Sharp Elementary School. “El reto es grande, pero hay que empujar la nominación demócrata; para mi que pase Hillary Clinton”, manifestó.

En su primera elección en Estados Unidos, Norma Fernández indicó que “no hay mucho por donde escoger”.

“Aquí hay todo un circo electoral donde está Trump como villano, Hillary Clinton con súper delegados que la apoyan y Bernie Sanders como el gatito que se agarra fuerte para no caerse a la tina del agua”, señaló la electora.

Las analogías de Fernández no están lejos de la realidad. Mientras este martes, se estima que 3.8 millones de latinos votarán en todo California, el sentimiento es que las elecciones son todo un circo.

Trump y Clinton, quienes nacieron el mismo año, aseguran que estas elecciones ya las tienen ganadas y han dejado a un lado a Sanders. Ambos millonarios se han defendido a muerte en la tarima y ha destacado lo peor de sus oponentes.

Recientemente, en uno de sus discursos, Clinton le dio un latigazo a Trump recalcando: “En lugar de construir muros, tenemos que tirar abajo barreras”. Esta frase fue en contexto a lo que dijo Trump sobre sellar la frontera para que no entren más indocumentados.

No obstante, Trump no se quedó atrás en el tiro al dardo y arremetió recordándole al público que Clinton es una líder de pobre carácter con una cita ambigua que la culpa de malas decisiones cuando fue Secretaria de Estado.

“Lo que hizo es criminal. Me sorprendería mucho que se le permitiera presentarse [a la Presidencia], pero si le dejan, honestamente, será un día triste para este país. Porque lo que hizo está mal. Y hay gente que por mucho menos ha pagado un precio muy alto”, recriminó.

Mientras Clinton le coquetea a las minorías y a las mujeres, Trump le coquetea a los hombres de negocios y la clase media alta anglosajona. Por otra parte, Sanders no se da por vencido en hacer malabarismos.

En West Virginia, por ejemplo, Sanders le dijo a sus simpatizantes que Donald Trump no se va a convertir en presidente por varias razones.

“Y entre las razones principales es que no podemos tener un presidente que ha insultado a los latinos y mexicanos, quien ha insultado a los musulmanes y quien a diario insulta a las mujeres de una y de otra forma, quien ha insultado veteranos como John McCain y otros, y quien ha insultado afroamericanos”, planteó el Senador de Vermont.

La clave es la movilización de votantes, sostiene Ángela Sambrano, presidenta de la mesa directiva del Centro de Recursos Centroamericanos (Carecen). “Hay que demostrar que tenemos voz y al final vamos a poder ver el candidato más fuerte”, advirtió la activista.

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