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Incertidumbre entre los mexicanos por la depreciación del peso ante el dólar

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Aunque el sector del turismo parece el más beneficiado, el poder adquisitivo de la gente se debilita en todos sus sectores, incluyendo la canasta básica, mientras el dólar no termina de subir su precio.

“En aguas revueltas, ganancias de pescadores”. Esta expresión se aplica como anillo al dedo a la situación que vive México con la depreciación del peso en comparación al dólar, que no para de subir, algo que se celebra en el exterior, pero que golpea a los sectores más vulnerables dentro del país.

En diciembre de 2014, el dólar se cotizaba en 14.74 pesos, en ese momento se veía como la mayor depreciación desde el 2008. Sin embargo, a finales de enero de 2016 el cambio osciló en los 19 pesos, ubicándose a un estrecho margen del nivel histórico más alto cuando llegó a 24.5, en 1981.

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Ese flujo, por lo tanto, ha generado que las familias que recibieron remesas expandieran sus recursos en un 25%. En el 2015, los mexicanos enviaron 24,770 millones de dólares en divisas, es decir que incrementó en un 4.75%. En el 2014 se reportaron 23,647 millones en remesas.

Juanita Talavera, de 46 años de edad, llegó a Estados Unidos a principios de la década de los ’90. Al menos una o dos veces cada año viaja a Michoacán, su tierra natal. Al ver cómo ha caído el valor del peso, considera que es un arma de doble filo, que no beneficia a todos.

“La familia que recibe remesas se alegra porque le dan unos cuantos pesos más por la misma cantidad que se le envía”, valoró al destacar que ella siempre manda ayuda a sus parientes, pero le preocupa que de forma simultánea se ha generado un alza en los precios de la canasta básica.

En enero pasado, por ejemplo, el kilo de tortillas costaba 50 centavos de dólar, pero en febrero llegó a valer hasta un dólar. En el estado de Sonora el kilo ascendió a los 24 pesos (1.33 de dólar), convirtiéndose en las tortillas más caras del país, por lo que cerraron tres establecimientos.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la tortilla concentra el 8.3% del gasto en alimentos de los hogares mexicanos, seguida por la leche (5.4%), refrescos (5.3%), pollo (4.4%) y bistec (4.3%), razón por la cual se está monitoreando el comportamiento del mercado.

“La depreciación del peso no solo ha provocado el aumento de la tortilla, sino también de las frutas”, manifestó a HOY Any Velásquez, residente en el estado de Chihuahua, en entrevista telefónica. “Si uno quería comprarse un carro ya no puedes, porque el dinero no alcanza”.

En medio de los cambios en las cotizaciones, el rubro que se ha fortalecido es el turismo. De hecho, el Instituto Nacional de Migración (Inami) reportó que entre el 1 de noviembre de 2015 y el 8 de enero de 2016, ingresaron a territorio azteca 4.9 millones de personas.

Al comparar con la temporada de invierno anterior, se constata que hubo 1.1 millones más de turistas. En el 2014, para esa época se registró 3.8 millones de personas que entraron al país para ver a la familia o disfrutar de vacaciones en las diferentes locaciones mexicanas.

A juicio de Joel Portillo, propietario de Festival Travel, en la ciudad de Inglewood, los precios de vuelos a México han bajado para atraer al turista extranjero, pero asegura que también influye las cotizaciones de la moneda local.

“Te pagan más por la plata que llevas”, destacó el agente de viajes.

El impacto social

Cuando el gobierno fijaba el cambio de la moneda, el término que se utilizaba era devaluación. Sin embargo, desde 1994, al establecerse las cotizaciones por el libre mercado se refieren a situaciones como la actual como depreciación.

En ese sentido, desde octubre de 2014 se dice que el peso ha perdido su valor en más del 30%. De acuerdo a expertos, el contexto internacional como el precio del petróleo condiciona el cambio de la moneda. En este momento, por cada dólar se recibe 18 pesos.

A criterio de Eliseo Díaz, investigador y profesor del Departamento de Estudios Económicos en el Colegio de la Frontera Norte (Colef), el turismo está fortaleciendo la economía y los consumidores locales están invirtiendo en el comercio doméstico.

“Esta situación es inédita, hay mucha incertidumbre; el pronóstico es que a fin de año baje a 15.50 o 16.50, pero nadie puede asegurar que ocurrirá, porque el régimen cambiario es libre y tenemos varios meses con un alza constante”, advirtió a HOY el economista.

Jorge López, economista y profesor de la Facultad de Ciencias Sociales en la Universidad Autónoma de Chiapas, asegura que el 50% de las importaciones de México provienen de Estados Unidos, algo que considera impactará en el corto plazo en los productos que utilizan dicha materia prima.

En la industria alimentaria, más del 60% del costo de producción agrícola se debe a fertilizantes, semillas y plaguicidas que se compran en el exterior.

“Ese costo se va a trasladar al consumidor y los más afectados al final serán los sectores más pobres, los que ahora están pagando más para comprar tortilla, el principal ingrediente alimenticio en la mesa de los mexicanos”, valoró López.

Frutas y verduras

En una encuesta realizada por la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo (Canacope) se reveló que la canasta de verduras registró un aumento de 42 pesos (2.32 dólar), mientras que las frutas 18 (1 dólar) entre septiembre de 2015 a febrero de 2016. Eso significa que los vegetales pasaron de 94 a 136 pesos, mientras que las frutas de 72 a 90.

Una canasta de verduras está compuesta por calabaza, cebolla, chayote, chile serrano, papa, pepino, tomate y zanahoria, entre otros. En ese caso, el chile serrano fue el producto que más aumentó de precio al pasar de 20 a 30 pesos el kilogramo.

Entretanto, la canasta de frutas lleva manzana, papaya, sandía, piña y plátano. Entre esos productos, la manzana y el plátano aumentaron cinco pesos cada uno. De igual manera, subieron de precio el arroz (de 11 a 13 pesos), azúcar (de 24 a 26 pesos) y frijol negro (de 14 a 15 pesos).

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