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Los retos no la detuvieron y ahora dedica la graduación a sus padres

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“Sí se pudo”, dice entre sonrisas de emoción y humildad Cristina Chávez Duarte, una joven mexicana que este mes se gradúo de la Cal State Long Beach University con una licenciatura en trabajo social y dos especialidades, una en desarrollo de niños y otra en español.

Cristina observa su diploma y aún no concibe su logro, ya que la joven proviene de una familia humilde y no cuenta con documentos legales en el país.

“Mi mamá estudió hasta el sexto grado de primaria y mi papá solo fue a la escuela dos semanas porque sus padres necesitaban que él trabajara”, dice Cristina.

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“Esta experiencia ha sido de gran aprendizaje para mis padres porque siempre nos han motivado a mis hermanos y a mí a salir adelante. Nos han dicho que podemos tener una vida mejor que ellos y que todo es posible si ponemos todo nuestro esfuerzo en lo que queremos”, señala la joven.

Estas palabras han resonado en la mente de Cristina desde que era una niña, pues a partir de la primaria hasta la preparatoria se involucró en diferentes actividades escolares como jugadora de futbol o voluntaria dándole de comer a los necesitados.

“Cuando estaba chica yo no sabía lo que es ser indocumentada… simplemente fue creciendo y me fui dando cuenta que tenía muchas limitaciones. Asimismo, me di cuenta que nunca iba poder sobresalir si no estudiaba”, señala la joven originaria de Michoacán.

Una vez en la preparatoria, Cristina empezó a soñar con ser maestra y ayudar a los estudiantes de educación especial. Pero no fue hasta el decimo grado que la joven visitó Cal State Long Beach University junto con un grupo de estudiantes y decidió continuar sus estudios en este lugar.

“Me enamoré de la escuela, me sentí como en casa y sometí mi aplicación para una beca que me pagaría mis estudios”, dice Cristina. “Luego, cuando supe que me la había ganado, me puse a llorar de felicidad”.

La joven que en preparatoria tenía las mejores calificaciones de todo el cuerpo estudiantil, había sido una de los 30 elegidas de alrededor de 600 aspirantes que anualmente aplican para las becas.

Bajo el President’s Scholar Program de Cal State Long Beach, estas becas le pagan a los estudiantes seleccionados durante cuatro años las clases, los libros, los pases de estacionamiento y alojamiento entre otros servicios.

Sin embargo, sin un seguro social, Cristina no podía estudiar para maestra y optó por trabajadora social.

“Aunque no pude ser maestra. Ahora estoy enamorada de mi profesión, ya que puedo ayudar a los niños, los adultos, las personas con educación especial y los ancianos”, dice Cristina.

Para sus maestros, la graduación de Cristina no es una sorpresa, ya que indican que la joven tiene una determinación muy grande.

“Cristina es una estudiante sobresaliente. Lo supe desde el momento que la conocí. Ella es una joven muy trabajadora, interesada en ayudar a otros y con la actitud determinada para alcanzar el éxito”, señala la doctora Lisa Jennings, del programa de la escuela de trabajo social en Cal State Long Beach.

Cristina se ha dado a conocer en la escuela por su liderazgo en el Proyecto OCEAN (La red de asistencia de emergencia del plantel) y por su participación como presidenta y tesorera en el Club de Salsa de la universidad.

Jane Duong, coordinadora de Proyect Ocean, describe a Cristina como una estudiante apasionada.

“En los dos años que Cristina ha servido en el programa, ella ha ofrecido unos 15 entrenamientos que responden a las necesidades de aquellos estudiantes con depresión o que tienen otros problemas emocionales. Cristina es una líder ambiciosa, curiosa y con mucha motivación”, dice Duong.

“El ver a mis padres en mi graduación me dio mucho sentimiento, porque esa noche supe que no sólo yo me gradué, sino mis padres también se graduaron junto conmigo. Pues sin ellos, además de mi beca, no hubiera podido llegar tan lejos”, dice Cristina, quien este mismo mes empieza a estudiar para obtener la maestría en trabajo social el siguiente año.

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