Anuncio

James Olmos se solidariza y llega al boicot de los trabajadores de El Super en el Sur de L.A.

Share

El cineasta y activista de origen mexicano Edward James Olmos y decenas de clientes de El Super apoyaron ayer en Los Ángeles, el boicot que los trabajadores mantienen contra la cadena de supermercados para lograr mejores condiciones, salarios y beneficios laborales.

“Apoyo el derecho de los trabajadores a un contrato justo en El Super y me uno en apoyo al boicot contra El Super hasta que los empleados logren el respeto que se merecen”, dijo Olmos.

Los empleados decidieron pedir el apoyo de los consumidores en la semana de Acción de Gracias, fecha en que las ventas aumentan de forma dramática.

“Hacemos parte de la comunidad y necesitamos que nos respalden en esta lucha que un día puede ser la de ellos”, advirtió Fermín Rodríguez, quién logró que le restituyeran su puesto como cajero.

La disputa entre los trabajadores y la compañía, que lleva más de un año, inició cuando fracasaron las negociaciones sobre las condiciones de un nuevo contrato.

El Super implementó su borrador final en septiembre del 2014, haciendo caso omiso a las peticiones de los empleados. La propuesta afecta aproximadamente a 600 empleados en las siete tiendas sindicalizadas.

Las manifestaciones han sido organizadas por el Local 770 del Sindicato Internacional de Trabajadores de la Industria de Alimentos y el Comercio (UFCW), uno de los más fuertes en Los Ángeles contra una cadena de supermercados desde la protagonizada contra Walmart en 2012.

La compañía Mexicana Grupo Comercial Chedraui, dueña de El Super, tiene al menos 50 locales en el suroeste de Estados Unidos.

“La filial de El Super en México obtuvo ganancias de más de 100 millones de dólares el año pasado, los trabajadores contribuyeron en este éxito, ya es tiempo que se sientan a negociar de buena fe”, reclamó Ricardo Icaza, presidente del Local 770 UFCW.

Varios de los empleados, que piden mejores salarios y beneficios, son inmigrantes hispanos que deben enviar remesas a sus países de origen.

“Yo tengo que enviar dinero a mis padres que ya pasan de los 70 años, y con lo que gano no me alcanza para vivir y cumplir con la remesa”, afirmó Rodríguez, oriundo del Estado de México.

Olmos pidió a la comunidad trabajadora respaldar la causa de estos 600 empleados, que incluso han sido arrestados por participar en varias acciones en actos de desobediencia civil.

“Quieren que dejemos la lucha, pero no lo haremos porque lo que estamos pidiendo es justo, 40 horas de trabajo y horarios fijos, eso no es mucho”, enfatizó Rodríguez.

Anuncio