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Guatemaltecos en L.A. indignados por señalamientos de financiamiento ilícito contra Jimmy Morales

Manifestantes gritan consignas en contra del presidente Jimmy Morales en una movilización realizada en la capital guatemalteca.

Manifestantes gritan consignas en contra del presidente Jimmy Morales en una movilización realizada en la capital guatemalteca.

(Moises Castillo / AP)
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Las polémicas en las que se ha visto involucrado el presidente de Guatemala, Jimmy Morales no pasan desapercibidas entre sus connacionales en Estados Unidos, quienes expresan su malestar y frustración porque no ha sabido responder a los cuestionamientos.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) señaló, en agosto pasado, que el presidente había ocultado información contable por 6 millones de quetzales ($825,000) recibidos en el partido Frente de Convergencia Nacional (FCN), cuando Morales estuvo como secretario general.

Las autoridades consideran que ese fue un financiamiento ilícito, mientras que los inmigrantes condenan esa falta de transparencia y le piden que rinda cuentas.

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“Estamos indignados”, manifestó Aldo Waycán, líder indígena y miembro del Movimiento Plurinacional Migrante Guatemalteco, quien ha encabezado protestas y campañas en las redes sociales denunciando las acciones de Morales.

El señalamiento del TSE provocó que el Congreso abriera una investigación para quitarle la inmunidad; en la votación, realizada el lunes anterior, los parlamentarios no lograron los votos necesarios. Apenas 25 legisladores estuvieron a favor, frente a 104 que rechazaron la moción.

“Fue una maniobra política para favorecerlo”, declaró Waycán.

Poco después del debate parlamentario, trascendió que el ejército chapín le entregó a Morales 50,000 quetzales ($6,856), en concepto de sobresueldo; cuyo cheque, según el portal digital Nómada, depositó el Jefe de Estado en su cuenta el 28 de marzo anterior.

Estos hechos, a juicio de Amarilys Ortiz, secretaria general de la Asociación Guatemalteca Americana (Agua), solo le han servido para distorsionar la imagen que tenía del protagonista del programa cómico “Moralejas”, que llegaba a los migrantes a través del cable.

“Siempre he simpatizado con Jimmy como artista”, manifestó Ortiz, en referencia al actor de películas como “Palladin” (2008) y “Fe” (2011), razón por la que lo apoyó en la contienda electoral, pero aseguró que ese castillo se derrumbó con los cuestionamientos.

“Me siento frustrada, porque no hay una explicación clara; me gustaría escuchar una explicación”, demandó.

Antes de las elecciones presidenciales anteriores, la lucha contra la corrupción en Guatemala llevó al activista Walter Batres a convocar protestas, conferencias de prensa y montar un evento electoral simbólico; de esta forma ejerció presión desde el exterior.

Hasta la renuncia del presidente Otto Pérez Molina, el 2 de septiembre de 2015, el activista mantuvo una posición beligerante; sin embargo, ahora que Morales es cuestionado por financiamiento ilícito ha guardado silencio.

“No meto las manos al fuego”, dijo para tratar de deslindarse del mandatario, pero a pesar de su argumento, al explicar que no conoce la evidencia de las acusaciones, deja al descubierto su simpatía con Morales y no lo cuestiona como lo hizo con Pérez Molina.

Durante la campaña pasada, Batres apoyó de manera incondicional al excomediante. Le montó un foro, lo llevó a eventos comunitarios y lo promovió con amplitud. El activista, no obstante, reconoce que no donó fondos, pero allegados a él sí lo hicieron.

“Se compró boletos [de avión] para que viniera, el hotel donde lo recibimos en Los Ángeles era de un amigo”, detalló sobre la visita que Morales realizó 13 de septiembre de 2015 previo a la segunda vuelta electoral, en la que resultó ganador.

“No me puedo meter a algo que no conozco”, aseguró Batres, fundador de la Red Migrante Guatemalteca. “Si hay evidencia del aporte ilícito a la campaña esto va a salir, va a ser juzgado si la evidencia tiene peso, que no nos extrañe”.

A juicio de Giovanni Bautista, editor de la revista Voz del Inmigrante, en Los Ángeles, Morales vendió muy bien su mensaje, al utilizar como lema de campaña “Ni corrupto, ni ladrón”, pero en la práctica observa que los resultados están muy lejos de lo que se esperaba.

“Se aprovechó de la necesidad de un cambio”, señaló el comunicador chapín, indicando que el mandatario no supo construir un gabinete, a eso se suma que su principal base ha sido un grupo de militares con antecedentes de crímenes de guerra. “No se vislumbra ninguna salida”, analizó.

Ante la actual coyuntura, lo que se necesita es mayor cohesión entre los miembros de la comunidad chapina en el exterior, manifestó Rosa Posada, presidenta de la Unión de Guatemaltecos Emigrantes (UGE).

“Hasta que el pueblo inmigrante esté bien organizado otro gallo nos cantará”, señaló la activista. “No estamos organizados y eso hace falta para que podamos velar políticamente que llegue alguien al gobierno que nos pueda representar bien”.

‘Es un presidente débil’

Con la decisión del Congreso, que no alcanzó los 105 votos necesarios para rechazar por completo la moción del retiro de la inmunidad, a juicio de Cristhians Castillo, analista político de la Universidad de San Carlos (USAC) de Guatemala, no es algo que se pueda celebrar ni lamentar.

La población en Guatemala compara a Jimmy Morales con su predecesor, Otto Pérez Molina.

La población en Guatemala compara a Jimmy Morales con su predecesor, Otto Pérez Molina.

(Moises Castillo / AP)

“Lo que hay es un ganar tiempo en medio de una crisis que se ha ido agudizando”, indicó a HOY el experto del Instituto de Problemas Nacionales, al aclarar que el caso se podrá retomar más adelante o se mantendrá archivado hasta que Morales termine su período y pierda la inmunidad.

Por otro lado, Castillo considera que no se puede afirmar que el mandatario salió fortalecido o debilitado de este proceso, porque “es un presidente débil desde la misma elección; no era una opción ganadora en las elecciones del 2015, llega al poder por un accidente político”.

En los últimos meses, el presidente ha entrado en confrontación con Thelma Aldana, fiscal general de Guatemala y con Iván Velásquez, comisionado de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), por investigaciones en su contra.

En ese sentido, valoró el politólogo que lo que importa es que baje la tensión y que las instituciones democráticas sigan funcionando “porque el mayor riesgo que tenemos en el país es que la institución se desgaste”.

Antecedentes

En 2015, el presidente Otto Pérez Molina y su vicepresidenta Roxana Baldetti, renunciaron al cargo en medio de acusaciones de corrupción y siguen a la espera de saber si enfrentarían juicio.

Según el TSE, quién presentó la denuncia a la fiscalía, cuando Morales era secretario general del partido FCN, entre enero de 2015 y enero de 2016, ocultó información de 6 millones de quetzales ($825,000) recaudados de que se desconoce su procedencia.

En enero de 2016, la Fiscalía y la CICIG, solicitaron la detención de Samuel Morales y José Manuel Morales, hermano e hijo del presidente respectivamente. Ambos están acusados de fraude. A su hermano además se le acusa de lavado de dinero.

Morales ha dicho que no es responsable de las acusaciones y que no ha interferido ni interferirá en la justicia, pero dos días después de que se solicitara el retiro de su inmunidad pidió la expulsión del país de Iván Velásquez, titular de la CICIG.

La Corte de Constitucionalidad puso fin a las intenciones de Morales tras emitir un amparo para proteger a Velásquez y autorizar su permanencia en el país.

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