Extienden prohibición de cultivo de marihuana en el condado de Los Ángeles

La junta de supervisores del condado de Los Ángeles golpea una vez más a los negocios de marihuana al votar a favor de la extensión de una ordenanza que prohíbe el cultivo, la manufactura, prueba de laboratorio y toda operación de distribución de la hierba en la región.

Tras el voto de los supervisores, varios activistas a favor de la droga recalcan que la acción que cubre las 88 comunidades no incorporadas del condado, es un “abuso de poder”.

Mientras tanto, los negocios esperan que un proyecto de ley en la boleta electoral de noviembre, y el cual legaliza la marihuana en el estado de California, les otorgue un alivio de las leyes “injustas” que el condado les ha impuesto.

La ordenanza tenía este mes como fecha de expiración. Sin embargo, el personal de planificación del condado advirtió continuar la prohibición para evitar el cultivo descontrolado y para que los suministros de agua no sufran daños irreversibles.

Durante el voto este 28 de junio, la supervisora Hilda Solis sostuvo que en su distrito, “varios dispensarios han creado preocupaciones de seguridad” para sus residentes mientras que el supervisor Antonovich admitió que “el cultivo de cannabis aumenta el crimen violento y el robo”.

No obstante, los activistas en contra de la prohibición señalan que el cierre de los dispensarios o reglas contra la marihuana no proporcionan ningún tipo de ayuda.

Garyn Angel, experto en la hierba, indica que los dispensarios no atraen el crimen, “lo que atrae el crimen es algo que haces ilegal, algo que las autoridades no pueden controlar y que la gente busca”, dijo Angel.

“La hierba medicinal es utiliza por mucha gente que no es delincuente. Al tener que buscar la marihuana en los callejones, de los criminales que la venden… ahí hay peligro”, acotó.

Kathleen Villareal, quien se presentó ante la junta como representante de una coalición de pacientes, corroboró que “la prohibición aleja a los pacientes del acceso a los medicamentos seguros”.

Sheila Kuehl, la única supervisora que votó en contra de la prohibición, sostuvo que hay que esperar “hasta que veamos lo que los votantes de California van a hacer en noviembre”, refiriéndose a la medida estatal que legaliza la marihuana.

Asimismo la supervisora Kuehl y el supervisor Thomas Ridley, le han pedido a su personal prepararse para la legalización potencial de la marihuana e incluir la posibilidad de un impuesto por la compra del producto.

De ser aprobado el proyecto de ley, cultivar la hierba en el hogar ya no sería un crimen, si eres mayor de 21 años de edad. Los adultos podrían cultivar jardines de hasta 100 pies cuadrados así como podrían consumir el producto en residencias personales y otros lugares específicos al contar con un tipo de licencias especial y no tener record criminal.

Toda persona que cultive el producto también tendría que pagar impuestos que serían dirigidos a su ciudad, su condado y el fondo de protección ambiental del estado. Con los fondos totales, el estado destinaría a los reembolsos a escuelas preescolares, programas de asesoramiento juventud, educación sobre drogas, servicios para jóvenes y la desviación de las pandillas.

Otro porcentaje iría a la investigación sobre la eficacia de la legalización, la educación pública, y por abuso de sustancias y tratamiento de salud mental. Toda persona que sea descubierta vendiendo marihuana a menores de edad enfrentaría severas infracciones así como los menores de edad en posesión de esta.

Para Charlie D., un distribuidor de marihuana, “esta ley seria el único alivio de los ataques y leyes injustas que hemos estado recibiendo del condado y la ciudad de Los Ángeles”.

“Muchos dispensarios creemos que es abuso de poder el aprobar este tipo de reglas sin pensar en los pacientes que llegan a buscarnos porque la médica convencional les hace daño’, dijo D, quien no quiso revelar su identidad.

De aprobarse la ley, los funcionarios estatales no entrarían en rigor al momento. Los funcionarios estatales podrían tomar meses o hasta años para trabajar en los detalles de la implementación, de acuerdo al Departamento de Planificación Regional del condado.