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En el limbo jóvenes centroamericanos que huyeron de la violencia

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Los sueños de niños y adolescentes de Honduras, El Salvador y Guatemala penden de un hilo. Después de dejar su tierra por la inseguridad y la violencia pandilleril, su permanencia en Estados Unidos está sujeta a la asistencia legal para apelar sus casos.

En el 2011, cuenta Christian Durán, de 15 años de edad, que su madre fue asesinada por miembros de maras en su natal San Vicente. Cuando tuvo la mejor oportunidad, su padre lo trajo a Los Ángeles, aunque siguen allá dos hermanos y una hermana.

“Está muy peligroso, por eso me vine sin pensarlo dos veces; dejé a un lado el miedo del camino, porque aquí me quiero superar, algo que no podría hacer en El Salvador”, manifestó el estudiante de noveno grado de la preparatoria John Marshall.

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Con la asistencia de una organización comunitaria, este muchacho ya obtuvo asilo; sin embargo, otros migrantes como él no pueden decir lo mismo, a pesar de haber llegado en las mismas condiciones.

En el año fiscal 2014, ingresaron 68,541 niños y adolescentes no acompañados centroamericanos, en la que se considera la ola migratoria más grande de los últimos tiempos. En comparación al 2013, incrementó en 77%, cuando la cifra fue de 38,759.

“Siempre que salía me encontraba en riesgo, además por ser joven existía la presión de las pandillas”, indicó José Avendaño, oriundo de La Libertad, El Salvador que llegó al Sur de California hace poco más de un año.

Avendaño cuenta con asistencia legal, pero su situación no está resuelta. Lo mismo le pasa a Ever Morales. Este joven, de 14 años, de un día para otro quedó en un fuego cruzado. Su casa estaba en la zona de una pandilla, mientras la escuela en otra.

“No sabía que hacer, estaba rodeado por las dos maras y me vi obligado a salir porque andaban diciendo que llevaba información; me andaban buscando por tener que cruzar el río que separaba un territorio del otro”, explicó Morales.

De acuerdo a cifras oficiales, se maneja que 2,000 jóvenes fueron trasladados a Los Ángeles para que sigan sus casos en las cortes de migración; sin embargo, activistas consideran que ese número puede ser mayor, incluyendo a los que han salido después.

El principal problema para estos muchachos es la representación legal. Si se busca un abogado privado, el costo puede ascender a 6 mil u 8 mil dólares.

“Estamos hablando de familias de escasos recursos, para ellas reunir 6 mil dólares es algo inalcanzable; y ante la gran demanda, las organizaciones no lucrativas no podemos cubrir todas las solicitudes”, advirtió Salvador Sanabria, director de El Rescate.

Entretanto, el Centro de Recursos Centroamericanos (Carecen) lleva 240 casos, pero como dice Martha Arévalo, directora ejecutiva de la entidad, mientras la violencia no pare, los niños no acompañados van a seguir llegando y la crisis se profundiza.

“La clave está en la representación, pero las opciones para las familias no son muy buenas, porque no hay muchos recursos; por eso estamos enfatizando en la educación y prevención de fraudes”, señaló Arévalo.

En el consulado de El Salvador en L.A., por su parte, están refiriendo a los usuarios hacia las organizaciones locales. Al saber que la capacidad que tienen es limitada, han optado por desarrollar jornadas de capacitación para la comunidad.

“Lo que queremos es que cada padre o madre sepa como proceder en caso de presentarse a la corte; si tienen que autorepresentarse, puedan tener la orientación de cómo hacerlo”, indicó la cónsul María Mercedes López.

Adaptación y recursos

Mientras se define el futuro de los jóvenes, diversas entidades ofrecen recursos para insertar a los recién llegados al sistema educativo y a la sociedad.

“La educación ofrece esperanza, por eso es importante la asesoría escolar y relaciones positivas”, valoró Lizzeth Rosales, jefe de operaciones del Centro Bresee, en donde ayudan a estudiantes con las tareas escolares y ofrecen programas de prevención de pandillas.

En el Fondo para la Educación y el Liderazgo Salvadoreño Americano (Salef), ofrecen becas para los estudiantes al momento de transferirse a la universidad; en este momento, impulsan un programa de asesoría académica.

Lea González, coordinadora del programa ‘Construyendo un Nuevo Sueño’ de Salef, manifestó que “el integrarse a las familias ha sido un conflicto para los jóvenes, por eso les estamos ayudando en la adaptación”.

Entretanto, varias organizaciones realizarán una feria de recursos durante la Conferencia de Liderazgo de la Juventud Centroamericana; de esta manera, buscan acercar asesoría legal, servicios de salud y educación a la comunidad.

El evento se realizará este sábado19 de septiembre, organizado por Homies Unidos. La jornada comienza a las 9:00 a.m. y concluye a las 5:00 p.m.

“En los ’80 no hubo recursos para los refugiados ni una comunidad que les diera la bienvenida; ahora queremos prevenir que eso se repita, ayudándoles a la transición con el choque cultural, idioma y discriminación racial”, aseveró Álex Sánchez, organizador de la actividad.

EL DATO
Conferencia de Liderazgo de la Juventud Centroamericana
Día: Sábado 19 de septiembre
Hora: De 9 a.m. a 5 p.m.
Lugar: Santee Educational Complex
Dirección: 1921 Maple Ave., Los Ángeles
Admisión: Gratis

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