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El suicidio se dispara entre los adolescentes; piden a las familias que estén alerta

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Antes de estrangularse, Oscar Murillo escribió una carta de despedida donde decía que estaba harto de su existencia, cansado de sus problemas, que amaba a su novia con la cual no podía estar y que terminaría con su vida.

En esa carta el joven de 19 años de edad, dibujó tres símbolos: una cárcel, un hospital y un cementerio. El tercer símbolo lo tachó.

Esa misma tarde, un 28 de agosto del 2015, Murillo se encerró en el baño de su hogar para estrangularse con un cinturón. Sus padres pensaron que se estaba arreglando para salir.

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Entre los jóvenes de 10 a 24 años de edad, el suicidio es la tercera causa de muerte, según revelan estadísticas recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Para la población en general, el suicidio constituye la décima causa de muerte.

La tendencia va en aumento y es un problema grave que debe de abordarse con atención y comunicación, expresan los expertos, ya que pueden ser diferentes las causas que empujan a los niños y jóvenes a suicidarse.

“Como padres debemos de estar muy involucrados en la vida de nuestros hijos porque por estar ocupados en el trabajo, no nos damos cuenta por lo que atraviesan hasta que es demasiado tarde”, dice Oscar Murillo, padre del menor, y quien ahora junto con su esposa educa a la comunidad sobre este tema.

Tendencia alarmante

En Estados Unidos, la tasa de suicidios de todos los grupos de edades y sexos ha aumentado hasta en un 24 por ciento durante los últimos 15 años, señala un reporte del CDC dado a conocer en abril.

Esta tendencia también está creciendo entre los menores de edad, pues cada año alrededor de 4,600 niños y jóvenes menores de 24 años se quitan la vida.

El reporte nacional, que incluye estudiantes de preparatoria, sostiene que un 16 por ciento de estudiantes contempla seriamente el suicidio, mientras un 13 por ciento tiene un plan concreto sobre cómo llevarlo a cabo. Asimismo, un ocho por ciento reporta estar intentando quitarse su vida.

Aproximadamente unos 157 mil jóvenes de entre 10 y 24 años, llegan anualmente a las salas de emergencia de todo el país por lesiones autoinflingidas.

¿Por qué se mató Oscar?

La familia de este joven que residía en Riverside, aún no sabe con exactitud qué llevó a su hijo a tomar esa decisión y formulan como respuesta una combinación de drogas, enfermedad mental y depresión..

Oscar tenía unos 15 años de edad, cuando su padre supo que fumaba marihuana, y eso fue porque llegó a casa mareado y cayéndose.

Aunque sus padres lo reprendieron, él siguió drogándose a sus espaldas hasta los 16 años, cuando la escuela lo envió a tomar una clase de manejo de ira y drogadicción, después de que tuvo una pelea en el plantel.

Dos años después Oscar empezó a drogarse con cristal. Aunque el joven tenía trabajos, estos no eran estables. Tenía novia, pero los padres de la menor no le permitían verlo porque era drogadicto.

“Mi hijo no llegaba a la casa, muchas veces se quedaba en las calles como indigente, hasta que lo íbamos a buscar y lo llevábamos a la casa”, sostiene Sofia Cano, madre del joven.

Seis meses antes de morir, Oscar fue diagnosticado con esquizofrenia y le recetaron contra la ansiedad, pero él no se tomaba el medicamento. Durante ese mismo tiempo él joven empezó a decirle a sus padres que se quería morir.

“Nosotros queríamos ayudarlo, llevarlo a rehabilitación. Sin embargo, como nos decían que ya era mayor de edad, él tenía que dar su consentimiento para que fuera atendido así que no podíamos hacer nada”, indica Cano.

El suicidio de Oscar

Un día después de haberlo recogido de la calle, Oscar despertó tarde y parecía preocupado y pensativo, dice Cano.

Después de que su mamá le negó el teléfono para hablar con sus amigos, Oscar se levantó muy molesto y se puso a escribir lo que sería su carta de despedida.

Esa tarde, Cano salió a recoger a su hijo pequeño de la escuela. Poco tiempo después, su hija le habló para decirle lo que Oscar había escrito en el cuaderno.

Al llegar a la casa, su padre intentó hablar con él pero Oscar estaba en el baño.

“Pasaron unos 10 minutos en los que había estado hablando con un consejero que nos ayudaba con su caso cuando mi hijo menor pidió entrar al baño”, dice Oscar padre.

Al no responder Oscar, su padre forzó la entrada donde encontró a su hijo con un cinturón entre su cuello y la perilla de la puerta del baño.

“Aún no sabemos cómo mi hijo pudo ahorcarse así”, dice Oscar padre. “La carta de defunción dice muerte por asfixia con un cinturón”.

Las causas

Existe una amplia gama de situaciones por las cuales una persona decide terminar con su vida, dice la terapista familiar, Teresa Hernández.

“Puede ser un desequilibrio mental, las drogas, el estrés postraumático, una depresión severa… Lo más importante es hacerle entender a la persona que no está sola, que es amada y que tiene ayuda a su alrededor”, dice Hernández.

Los estudios de CDC afirman que el abuso de medicamentos, la situación económica, las drogas, el no recibir tratamiento para los desordenes mentales e inclusive la depresión, pueden ser la causa de los suicidios.

Respecto a los métodos, el 30 % de los suicidios se dan por envenenamiento, aunque los sistemas más comunes son el uso de armas de fuego y el ahorcamiento.

Misión y ayuda

La muerte de Murillo no fue en vano, dicen sus padres. A raíz de su partida, la familia se ha dado de lleno a la tarea de educar a otros padres de familia a través del Ministerio de Prevención y Rescate de la Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, en Ontario.

En ese sitio asisten a los padres de familia con grupos de apoyo y clases de prevención para padres, jóvenes y familias.

Los Murillo también se han dado a la tarea de visitar a las familias en sus hogares para compartir su historia y educar a los padres de familia con problemas en el hogar.

“Además salimos a las calles para visitar a los indigentes, ofrecerles ayuda y darles comida. Y en este momento, estamos tratando de recolectar dinero para abrir un centro de recuperación para jóvenes”, sostiene Oscar padre.

“Los padres de familia se sorprenden cuando escuchan nuestro testimonio, pero nuestra finalidad es fortalecerlos porque muchos problemas empiezan en la casa, con cosas que hacemos que pueden estar dañando a los hijos”, agrega el señor de 42 años de edad.

Por su parte, Cano indica que en todo joven que llega al lugar o todo joven que conocen en la calle, ambos ven a su hijo.

“Nuestro hijo nos enseñó a amáramos a los marginados, a los enfermos, que muchos rechazan sin pensar que necesitan ayuda”, agrega Cano.

El dato

Para mas información sobre la ayuda, los interesados pueden llamar a los teléfonos 909.587.0501 y 909.251.8525 o ingresar a la página web prevencionyrescate.org.com

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