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Donald Trump se mete al patio trasero demócrata; abre oficina en Long Beach

Donald Trump busca revertir la imagen explosiva que ha construido en su campaña para llegar a la Casa Blanca.

Donald Trump busca revertir la imagen explosiva que ha construido en su campaña para llegar a la Casa Blanca.

(Evan Vucci / AP)
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En un vecindario atiborrado de negocios camboyanos y latinos se instaló la oficina proselitista de Donald Trump. El equipo de campaña en el Condado de Los Ángeles ha girado la invitación vía internet, en el portal Eventbrite.com, para inaugurar oficialmente el local en Long Beach.

El local, ubicado en el 2338 al este de la calle Anaheim, luce en la puerta un par de calcomanías con el lema del candidato. “Hagamos grande a Estados Unidos otra vez”, se lee en inglés. En su interior, un par de mesas y sillones están listos para recibir a la gente y tratar de convencer a los votantes indecisos.

“He escuchado que va a haber un ‘meeting’”, comentó Alejandra, empleada de una taquería luego de servir un platillo. La joven, de aproximadamente 25 años de edad, está registrada para votar, pero no lo hará por el magnate. “No quiere a los latinos”, argumentó.

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La apertura de esta oficina, programada para el sábado 10 de septiembre a las 10 am, no le quita el sueño a los vecinos y dueños de negocios en el denominado ‘Cambodia Town’, en donde proliferan restaurantes, empresas de seguros, agencias de viajes, barberías y tiendas, entre otros.

En un establecimiento de abarrotes, un empresario mexicano que omitió su nombre, porque luego le “dicen que es vendido”, ve con buenos ojos que llegue a la Casa Blanca el candidato republicano. El comerciante, con más de 16 años en la zona, afirma: “De echarnos no nos echa”.

“Los latinos tenemos muchos años bien madriados, siempre nos han utilizado”, agregó con preocupación porque considera que Obama no levantó el rumbo del país, ahora le da el beneficio de la duda a Trump por ser hombre de negocios. “Peor que en este gobierno no nos puede ir”.

El condado de L.A. es un bastión demócrata. Antes de las elecciones primarias en junio pasado estaban registrados 4.8 millones de votantes. De ellos, el 51% comulgan con el partido que abandera a Hillary Clinton, mientras el 20% está inscrito republicano y el 25% no tiene preferencia partidaria.

En medio de la contienda interna, Trump nombró a Tim Clark como director de su campaña en California, la oficina que dirige está localizada en Sacramento. En la actualidad, en el sur del estado solo cuentan con sedes en el Condado de Orange, en las ciudades de Tustin y Dana Point.

“Todos pueden venir a la oficina”, indicó Rachel Gunther, presidenta de la campaña a nivel del condado angelino, quien se identifica como un miembro más del ejército de voluntarios, detallando que el comité “Latinos por Trump” y afroamericanos simpatizantes se están reuniendo en el local.

Los partidarios podrán encontrar, en estas instalaciones, literatura y actualizaciones de la campaña. Con la presencia de este grupo, cuando quedan poco más de ocho semanas para la elección presidencial, tienen en mente alcanzar al votante latino, segmento que ha sido atacado con insultos.

“Los latinos son muy importantes, son probablemente uno de los más grandes bloques de votantes”, aseguró Gunther.

A juicio de Félix Veiga, uno de los 172 delegados de Trump por California en la Convención Nacional Republicana, los voluntarios no necesitan una oficina. El mensaje, agregó, se está expandiendo en reuniones que se realizan en casas, cocheras y otros espacios públicos.

Para este republicano, de ascendencia latina y residente en San Dimas, los improperios de Trump hacia esta comunidad no es algo de importancia y se defiende al señalar que los demócratas “hacen promesas y luego no hacen nada” porque dan por sentado que los hispanos votarán por ellos.

“Hillary ha usado su corrupción en función de obtener una gran riqueza. Mientras tanto, los ingresos familiares han permanecido estancados o incluso retrocedido. Necesitamos a alguien que entienda la creación de empleo”, añadió Veiga. “A alguien que quiera prosperidad para todos”, subrayó.

La clave para llegar a la Casa Blanca

En un análisis, elaborado por el periódico Político, se destacó que para ganar las elecciones del 8 de noviembre los contendientes deberán sellar victorias en 11 estados: Colorado, Florida, Iowa, Michigan, Nevada, New Hampshire, Carolina del Norte, Ohio, Pennsylvania, Virginia y Wisconsin.

El presidente Barack Obama en el 2008 venció a su adversario en los 11 estados, mientras que en el 2012 ganó en 10 de ellos.

Mario Guerra, tesorero del partido republicano en California, sostiene que no le han dejado el camino libre a Clinton; sin embargo, advierte que el equipo de Trump está trabajando en sacar el voto para el candidato en el Estado Dorado y el partido se enfoca en los comicios locales y estatales.

“Pareciera que la campaña está diciendo que en Long Beach y todos los lugares que siempre han votado demócrata sí importan, no se le está permitiendo que Hillary tenga un triunfo automático”, valoró el exalcalde de Downey.

En este momento, mientras tanto, el candidato republicano busca bajar el tono a su discurso, además de enfrentar a un partido dividido, al tener a un sector que no tolera las posturas, las propuestas y las formas en las que el oriundo de Nueva York se ha movido en su campaña.

Luis Alvarado, estratega político republicano, considera que la moderación que el magnate desea transmitir es para atraer al votante anglosajón que también se ha sentido ofendido con los ataques hacia los latinos. “Está jugando a los dos lados”, señaló.

“Invertir en comunidades latinas es para quitarse la marca racista y para que los anglosajones moderados lo vean como opción”, indicó Alvarado.

En un estudio reciente, elaborado por la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), se revela que el apoyo principal que recibe Trump en las encuestas es de regiones donde hay menos inmigrantes, entretanto Clinton se favorece de zonas en donde hay más oriundos de otros países.

“La gente que vota por Trump no tiene razón de estar en contra de los inmigrantes porque no los conocen”, manifestó Raúl Hinojosa, profesor de Ciencias Políticas del Departamento de Estudios Chicanos en UCLA. “Está perdiendo su tiempo y dinero en Long Beach, que se concentre donde hay menos inmigrantes”.

En la ciudad de Cudahy, ubicada en el sudeste del Condado de L.A., viven alrededor de 24,000 habitantes. El 96% de elllos son latinos. Jack Guerrero, concejal de esta municipalidad y de ideología republicana, está claro en su posición a favor de una reforma migratoria comprensiva.

“Tengo que defender a mi comunidad”, dijo tajante el político, graduado de Economía de las universidades de Stanford y Harvard, oponiéndose además a las políticas proteccionistas y partidario del libre comercio entre Estados Unidos y América Latina. “No estoy apoyando a ningún candidato”, concluyó.

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