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Descuido de reo que intentó suicidio le costó millones al Condado de Los Ángeles

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El condado de Los Ángeles deberá pagar 5.9 millones de dólares por el daño cerebral que sufrió un joven latino, al no ser atendido apropiadamente en la cárcel.

Juan Isaac Garza tenía historial de esquizofrenia, pero no había seguimiento médico o medicamentos para su tratamiento.

El joven, de 22 años de edad, se golpeó a si mismo la cabeza repetidamente, mientras se encontraba bajo custodia en el centro de detenciones Twin Towers.

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Según el resumen de la investigación, uno de los reclusos les dijo a los guardias de seguridad en mayo del 2012 que “Garza estaba en su celda, parado encima de un escritorio, tirándose de espaldas y golpeándose la cabeza”.

Garza repitió la acción unas cuatro a seis veces más, hasta que los guardias llegaron a su celda, lo esposaron y trasladaron a una celda para una sola persona para mantearlo en observación.

Para evaluar al joven, las autoridades llamaron a un trabajador social de salud mental, quien no encontró signos de una emergencia médica.

“Dentro de dos horas, el interno fue encontrado inconsciente con lesiones auto infligidas”, indica el resumen.

Una nota de la enfermera acotó que Garza parecía haber tenido un ataque epiléptico, y tenía cortes y trauma en su rostro.

El cerebro del joven se hinchó y requirió una operación quirúrgica de los médicos en el Condado de Los Ángeles, para abrir su cráneo y aliviar la presión.

La familia de Garza entabló la demanda, culpando a los guardias por no estar pendientes del comportamiento del joven y al personal médico, por no enviarlo de inmediato a un hospital para ver la gravedad de los golpes que le causaron el daño cerebral.

Tras llegar a un acuerdo extrajudicial con la familia, la supervisora Sheila Kuehl pidió a su personal elaborar un “plan de acción correctivo’’, diseñado para evitar incidentes similares en el futuro.

“Ha habido un gran cambio en la forma en que hemos brindado atención médica en la cárcel’’, dijo Kuehl, pidiendo un retrato de las condiciones actuales de la atención a los reos en las cárceles.

El equipo que presentó el resumen sostuvo que el acuerdo judicial con los familiares de Garza era justo, porque “hubo falta de atención de parte de los guardias hacia el joven, que tenían la responsabilidad de llamar a médico de emergencia”.

En el caso del Garza, un guardia solo le llamó a un empleado de salud mental. Asimismo, contribuyó el hecho de que no había cámaras disponibles para vigilar al joven.

A partir de este incidente, el condado cambio varias pólizas de seguridad.

Garza había sido acusado de intento de asesinato luego de presuntamente atacar a una mujer de Eagle Rock, de 54 años de edad.

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