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¿Cuál es el futuro de la economía de EEUU en el gobierno de Donald Trump?

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A partir de la depresión económica que encontró a su llegada el presidente Barack Obama, el escrutinio a su mandato fue exhaustivo; ahora que Donald Trump está a pocos días de asumir el poder tiene el reto de generar empleos y darle estabilidad a la nación más poderosa del planeta.

Hace cinco años, Julio Flores, residente en Los Ángeles, se quedó sin trabajo durante cuatro meses. Al establecerse en una nueva compañía, dedicada a la reparación de tuberías y techos, siempre estuvo ocupado, aunque hubiese querido que fuera mejor y pudo haber sido peor.

“No me ha faltado trabajo, aunque sea poquito ha habido”, indicó Flores, al señalar que “con la experiencia en los negocios que tiene [Trump] puede levantar la economía, pero hay áreas que no conoce y también puede causar un caos”.

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Estos son los mismo planteamientos que se hacen todos los estadounidenses, con la expectativa en que el rumbo mejore. En el 2016, se cree que se cerrará con un crecimiento de 1.6% y se espera que para el 2018 llegue al 2.5%, lo cual dependerá de las políticas que implemente del gobierno federal.

De acuerdo a análisis de Oxford Economics, se reducirán los impuestos corporativos y de ingresos estimados en 1,000 millones de dólares en la próxima década, aumentado el gasto en infraestructura en 200,000 millones de dólares.

El déficit federal, además, que en la actualidad es de un poco menos del 3% del Producto Interno Bruto (PIB) pasaría a cerca del 4.5% a finales del 2018.

“El crecimiento mundial mejorará el próximo año, pero seguirá bajo su tendencia a largo plazo”, dijo Gregory Daco, economista de Oxford, en declaraciones recogidas por el Financial Times. “Las políticas de Trump y la expectativa de ellas serán cruciales para los acontecimientos mundiales”.

Las nominaciones de los secretarios del Tesoro y Comercio, de acuerdo a este centro académico, indican que el presidente electo tiene la convicción de presionar el acelerador fiscal, mientras se utiliza el pedal del freno comercial con moderación.

En ese sentido, consideran que uno de los principales riesgos es que Trump ha seguido presionando por algunas de las medidas intervencionistas nacionalistas y aislacionistas que había defendido como candidato. Esto aumenta el riesgo de una presidencia de prueba y error.

Iván González, economista y presidente de la firma Iván González Financial Services, dijo a HOY que es necesaria una mayor inversión en territorio estadounidense y, en cambio, observa con buenos ojos las medidas anunciadas por el magnate neoyorquino.

“Hemos vivido ocho años bajo un regimen depresivo, la repatriación de trillones de dólares estacionados en Europa se pueden invertir aquí; si seguimos haciendo lo mismo que los demócratas vamos a tener una economía deprimida, necesitamos un cambio”, apuntaló el especialista.

El magnate inmobiliario, a través de su cuenta de Twitter, ha amenazado con imponer impuestos de hasta el 35% a las empresas que inviertan en el extranjero y quieran comerciar sus productos en la tierra del Tío Sam; a los que apuestan por su patria se les reducirán los aranceles.

“Cualquier empresa que abandone el país para irse a otro país, despida a sus trabajadores, construya una nueva fábrica o planta y entonces piense en vender sus productos en Estados Unidos sin retribución o consecuencias, se equivoca”, escribió el presidente electo.

El triunfo electoral del empresario se basó en el respaldo obtenido en estados afectados por la fuga de compañías en las últimas décadas. Es decir que Pennsylvania, Michigan y Wisconsin, ubicados en el denominado ‘cinturón de acero’, fueron determinante para que la balanza se inclinara a favor de Trump.

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