Anuncio

Una ama de casa de Bellflower se convierte en héroe durante un asalto

Share

La valentía para no intimidarse, el olfato para reconocer a un criminal y el sentido de justicia, convirtieron a una ama de casa de Bellflower, en la mujer maravilla de California.

Sylvia Reyna, de 44 años de edad, fue honrada la Fiscalía del Distrito del Condado de Los Ángeles, por burlar a un hombre que se hacía pasar por un agente de policía, que amenazó a unos niños con un arma.

El pasado 10 junio, Reyna estaba parada afuera de su auto, comiendo tacos en un camión de comida en vecindario de Bassett.

Anuncio

Sus cuatro hijos pequeños estaban dentro de su vehículo, cuando un hombre se acercó, asustándolos.

Mostró lo que dijo era una placa policial y sacó lo que parecía una pistola, sostienen las investigaciones del Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles.

El sujeto afirmó estar trabajando encubierto con el Departamento de Policía de El Monte.

Reyna luego preguntó por qué no estaba en esa ciudad, entonces el hombre cambió su historia, diciendo que era de la academia de policía.

“Cuando mostró el arma, no sabía si estaba cargada o no, pero pensé: ‘Es un hecho, nos va a hacer algo’”, dice Reyna, quien temió que ella o alguien de su familia resultara lastimado.

La mujer explica que sus hijas de 17 años, sus gemelas de nueve años de edad y su niña de tres, quedaron paralizadas del miedo que inclusive dejaron de comer.

“Se me hizo un nudo en la garganta… Pero estaba tratando de mantener la calma”, señala.

Para distraer al sujeto, ella le ofreció un taco, y mientras él comía, ella caminó lentamente hacia un grupo de personas, reunidas frente al camión de comida y les dijo que el sujeto estaba armado.

Los residentes llamaron a la policía, y Juan Carlos Rodríguez, fue arrestado tras intentar ingresar al auto de la familia y tirar su pistola en el auto.

Los investigadores descubrieron más tarde que el arma era una réplica.

El 15 de junio, Rodríguez, de 38 años de edad, presentó una declaración ante la corte de no disputa a un delito menor por hacerse pasar como agente de la policía, crueldad hacia menores y ponerlos en peligro la salud.

Fue sentenciado a cuatro años de libertad condicional, 120 días en la cárcel del condado y un programa de salud mental por un año.

“Estas personas a las que honramos, son verdaderos modelos a seguir. Y sus acciones son un recordatorio de que tenemos que hacer lo mejor dentro de nuestras posibilidades”, dijo la fiscal Jackie Lacey.

Anuncio